Por Oscar Trujillo Marín
A veces los aficionados al ciclismo, por la pasión que despierta, y concentrados en las espectaculares trasmisiones de las grandes competencias, olvidan que este es un deporte impredecible, de riesgo: ¡y de los más peligrosos!
No sólo durante las carreras oficiales, en los escalofriantes descensos, caóticos y nerviosos embalajes, enganchones rodando tan juntos en llano, súbitos baches en la vía, calamitosas motos de la organización, obstáculos mal señalizados etcétera; corriendo a grandes velocidades y con el casco y el cuerpo como única protección. También durante los entrenamientos, que es donde realmente los ciclistas profesionales consumen de forma anónima la mayor cantidad de horas al año sobre la bicicleta.
Incluso en los paseos recreativos, nadie está exento de irse al suelo con consecuencias totalmente imposibles de controlar. Ya bastante hay con tener que esquivar a conductores temerarios, distraídos o imprudentes, como para lidiar con el mal estado imprevisto en las vías, manchas de aceite, lluvia o el azar de que te pueda tirar el infortunio de un compañero, sin uno tener culpa de nada.
Algo así le ocurrió hará un par de semanas a Chris Hamilton, joven ciclista australiano nacido el 18 de mayo de 1995. Su buena condición de rodador en categorías inferiores hizo que Sunweb se fijara en él, y este año inicia su cuarta temporada con el equipo alemán en la máxima categoría.
Hace unos días, aprovechando un respiro durante su trabajo de preparación para el verano austral, estaba dando un paseo por el carril bici con su novia, y sufrió una caída tonta. Con tan mala suerte, que el centro del manillar impactó en uno de sus testículos produciéndole una dolorosa lesión y rotura escrotal. Por la cual tuvo que ser trasladado de inmediato a urgencias.
El absurdo accidente le costó al joven corredor aussie apearse de la prueba más importante de su país, el Tour Down Under, para la que se encontraba programado por su equipo. Y le dejó, de momento, después de una operación reconstructiva a la que tuvieron que someterle, con fecha incierta para retomar al menos los entrenamientos. Una noticia dolorosa para Chris, y sin duda, de solo imaginarlo, para cualquier hombre aficionado al ciclismo -o no- que la lea.
Oscar Trujillo Marín
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