Por @pmpalermo
Se dilata la ausencia de Mikel Landa tras su caída en la primera jornada de la Challenge Mallorca. El vasco se rompió la clavícula y la apófisis coracoides el 31 de enero, en su debut estacional, y no ha vuelto a colgarse un dorsal desde entonces.
Aunque la recuperación marcha bien, el escalador de Movistar se perdería la Tirreno-Adriático (13-19 de marzo), meta que se había propuesto tras anular, lógicamente, su participación en la Vuelta a Andalucía. Así lo informó Marca.
En vez de la cita italiana, Landa regresaría en Volta a Catalunya (25-31 de marzo) para luego enlazar con Vuelta al País Vasco (8-13 abril). El motivo de las demoras es por el tipo de lesión, puesto que la fractura de la apófisis coracoide (la parte terminal junto a la escápula que permite el movimiento del hombro) fue precisamente lo que llevó a los médicos que le tratan a desestimar la operación quirúrgica y optar por un tratamiento conservador más lento y seguro.
La misma fuente especificó que el alavés no ha podido regresar a la carretera y que su trabajo se centra en la rehabilitación y en el rodillo. Por dicha razón, la probabilidad de que llegue a la salida en Lido de Camaiore es muy acotada.
Llamado de atención para el talentoso Landa y su equipo. Es que la situación no es nueva, con un largo historial de caídas en su haber. Sin ir más lejos, el accidente en la Clásica de San Sebastián 2018 lo apartó de la Vuelta a España y el Mundial.
Pablo Martín Palermo
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