Por @Nandodimaria
El pedalista norteamericano Sepp Kuss, disfruta del segundo día de descanso vestido de líder, ni el más optimista de los fanáticos del escalador del Jumbo – Visma se imaginaba ese panorama, ahora espera con ansias la semana definitiva.
“He tenido experiencias nuevas y maravillosas durante la semana pasada. Definitivamente estoy deseando que llegue la próxima semana, incluso si no hubiera corrido con la camiseta de líder”, indica Sepp, quién está apenas a 6 jornadas de lograr convertirse en el tercer ganador de una gran vuelta, por parte de un mismo equipo en el mismo año calendario.
Kuss sabe que todo se lo tiene que ganar en la carretera, sobre la bicicleta, poniendo lo mejor de si mismo para alcanzar el preciado título: “No hemos fijado un orden jerárquico, pero sí sabemos que queremos mantener esta situación. Aunque también lo sé: en este deporte no se reparten regalos. Ellos también quieren ganar”, señala el escalador de Durango y sigue, refiriéndose a sus compañeros: “Los otros chicos simplemente están felices por mí y creen en mí. Nos conocemos bien y no debemos perder de vista el panorama general. Queremos ganar esta Vuelta con uno de nosotros, así que tenemos que ser honestos unos con otros. ¿Quién se siente mejor y quién puede terminar?”, esa es la duda que no solo asalta a Sepp, sino al mundo del ciclismo.
“Si soy el único líder, me da… No lo llamaré estrés, pero no necesito un equipo completo que me apoye. O que tengo que retribuir el trabajo del equipo. Prefiero estar a la sombra. En este equipo puedo hacer lo mío desde el refugio”, postula Kuss, dando a entender su alto grado de compañerismo y compromiso con la escuadra neerlandesa.
Ad portas de la semana conclusiva, se siente como pez en el agua, y con buenos recuerdos de los lugares a recorrer: “Me gustan los puertos que siguen en Asturias y Cantabria. Esas subidas empinadas son mi tipo de subidas y aún me siento muy bien. También tuve súper buenas piernas y buenos recuerdos con Primoz en el Angliru en 2020”, apunta la abeja líder de la ronda ibérica.
Dos escollos le quedan por delante al bueno de Sepp, 6 días de competencia, pero en realidad dos etapas con puertos de entidad que tendrá que sortear si quiere seguir con el viento a barlovento: “La etapa dieciocho es complicada. La vigésima etapa es casi una clásica. Un día así es difícil de controlar y puede resultar muy impredecible. Sin embargo, las piernas hablarán”, concluye, el estadounidense.
Fernando Estupiñán
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