Ciclismo Internacional

Sepúlveda rompe barreras

Por @pmpalermo

Con dos semanas del Tour transcurridas, los focos están centrados en la lucha por la general y lo que puedan hacer Quintana, Contador y compañía para destronar a Chris Froome en los Alpes. Sin embargo, debajo de ellos en la clasificación, se disputa a diario otra carrera, una de supervivencia, con corredores más “terrenales”, que deben esforzarse mucho para mantener su puesto.

Entre estos, un debutante de apenas 24 años, el argentino Eduardo Sepúlveda, capitán del modesto Bretagne Seché de categoría Pro Continental, que está causando sensación en su patria pero también en Europa, donde muchos apenas descubren sus bondades.

No es el caso de esta redacción, que ha hablado del patagónico hasta el cansancio anticipando este presente. Pero, una vez más, “Balito” (apodado así en honor a su padre) es noticia puesto que marcha firme en el top 20 de la carrera más importante del mundo.

Lejos de guiarnos por resultados, lo que nos parece más relevante es el contexto que rodea a este atleta, algo que no todos saben y es digno de ser subrayado: Sepúlveda es oriundo de Rawson, en la Patagonia Argentina, región ventosa y plana donde, al igual que la mayoría de sus compatriotas, pululan los sprinters y rodadores, pero no los grimpeurs.

Así es, el mejor y (a excepción de unos pocos) único vueltómano “gaucho” escala con las estrellas del pelotón mundial sin tener montañas a su alcance, hecho que lo forzó a especializarse en la materia en Europa.

Pero el talento rompe barreras, y el de Sepúlveda aún no conoce límites. Tras ser apoyado por la Municipalidad de su ciudad, concretó su salto al exterior, donde encontró hueco en el Centro Mundial de Ciclismo, reservado para el desarrollo de los máximos talentos de este deporte.

Allí tenía como objetivo “mejorar en los repechos”. Y vaya si lo hizo, porque a sus cualidades como contrarrelojista (fue 10° en el Mundial sub23 2013) le sumó una enorme cuota de sacrificio para perder peso e interminables entrenamientos, que le permitieron redoblar la apuesta y convertirse en un escalador.

El resto de la historia es más conocida y “Sepu” lleva un par de campañas magníficas con el Bretagne Seché, periodo en el que clasificó 6° y 4° en San Luis, 5° en el Criterium Internacional y la Route du Sud, 4° en el Tour del Mediterraneo, 2° en el Tour de Turquía y, finalmente, estrenó su palmarés en la Classic Sud Ardeche.

A tal punto ha tenido éxito que, Emmanuel Hubert, el mánager de la estructura, sueña en grande con su pupilo. “Él es el corredor del porvenir y me gustaría construir el equipo a su alrededor porque es un perfeccionista y me encanta ese tipo de atleta”, dijo a ciclismointernacional.com en San Luis. “Creo que Eduardo puede ser top 10 en una de las grandes vueltas ya en 2015”, remató.

Y si bien dicha meta parece lejana, el presente invita a soñar. Sepúlveda es la evidencia fehaciente de que, con sacrificios, determinación y un poco de suerte, nada es imposible. ¿O acaso alguien imaginaba en la Argentina a uno de los suyos trepando codo a codo con las estrellas?

Para dejarlo más claro, el joven Eduardo está compitiendo de igual a igual contra gente como los colombianos, que nacen en la altura, o los europeos, todos de mayor tradición ciclista y, por consiguiente, beneficiarios de las múltiples ventajas que eso conlleva.

Enfocándonos en la Grande Boucle, los números hablan por si solos. Sepúlveda es 19° a 28:19 del maillot jaune y uno de los más jóvenes en el top 20 (sólo Barguil,  8° en la Vuelta a España 2014, es menor). Además, viaja 4° en la clasificación de los menores de 25, sólo por detrás de Quintana, el citado Barguil y el brillante Bardet, 6° hace un año en los Campos Elíseos.

Como si eso no fuera suficiente, vale la pena resaltar que es el único miembro de un conjunto Pro Continental entre los primeros 20 y, más interesante aún, es el 2° latino, claro está, a espaldas de Nairo Quintana, con lo que eso implica.

Para algún desprevenido que recién conecta con la competencia, es oportuno decir que las pérdidas de tiempo del sudamericano en la montaña respecto de los favoritos han estado por encima de las expectativas puesto que, a excepción de los 8:29 de la 11° fracción, luego entregó 4:16 en la Pierre Saint Martin y 2:59 en Plateau de Beille.

Pero eso no es todo. Sepúlveda nunca corrió más de 10 días consecutivos y, con mucho respeto, sucedió en la Vuelta a San Juan, evento de gran tradición en Argentina pero de un nivel y estilo completamente diferentes al de la ronda francesa.

En la órbita de varios conjuntos del World Tour, el chubutense está escribiendo historia para su patria, porque no sólo va encaminado a terminar la prueba, sino que lo hará con nota y en una edición que será recordada largamente por la presencia de los denominados “Cuatro fantásticos”, los estelares Froome, Quintana, Nibali y Contador.

De todos modos, poco le importa eso a él, que fiel a su estilo, se maneja con perfil bajo y pensando en el día a día, sabedor de que nadie está exento de un bajón. Por supuesto, muy en su interior, y pese a la fatiga, debe estar orgulloso de estar por delante de grandes atletas como Urán, Pinot, Peraud o Hesjedal, quienes ya saben lo que es subir al podio en estas citas.

Así, tras quedar afuera por lesión hace un año, Balito hoy disfruta su premio, merecido tras haberse concentrado en la altura de Sierra Nevada sin más compañía que la de su bicicleta y el apoyo espiritual de su fallecido padre, quien dejó este mundo en un accidente cuando nuestro protagonista tenía apenas 16 años y regresaban juntos de una competencia.

Por eso, luego de haberse repuesto a tamaña pérdida y tras superar las barreras socioculturales propias de haber nacido de este lado del planeta, Eduardo Sepúlveda puede darse por satisfecho de haber cumplido el sueño de toda una vida y, fundamentalmente, por haber cimentado las bases para futuras gestas que abrirán las puertas de Europa a chicos que recién hoy inician su camino

Pablo Martín Palermo

¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en @CiclismoInter

Sumate en facebook: Ciclismo Internacional

Copyright © 2015 Ciclismo Internacional. All Rights Reserved

Exit mobile version