Stybar se quita el barro

Por @pmpalermo

Zdenek Stybar atraviesa su mes mágico como ciclista de ruta ya que en ese corto lapso de tiempo se hizo con dos etapas y la general del Eneco Tour, fue seleccionado para correr la Vuelta a España y ahora consiguió un prestigioso triunfo en la misma.

El checo se lanzó junto a Phillippe Gilbert en el peligroso tramo final de la etapa siete y dio una clase magistral sobre el modo de trazar curvas y rotondas en lo que seguramente sean reminiscencias de su pasado reciente en el Ciclocross.

El nacido en Planá hizo buena la decisión del equipo de llevarlo a su segunda grande y se quedó con una victoria impresionante, tanto por el modo como por el rival, ya que por más alicaído que esté, Gilbert sigue teniendo una punta de velocidad temible.

Con 27 años y un palmarés enorme en el deporte de las ruedas gordas, Stybar decidió centrarse en la ruta y de inmediato  se confirmó como un pedalista capaz de disputar la general en vueltas de una semana, como demostró en Qatar, Omán o Eneco Tour, pero también en serio candidato para discutir la supremacía de Cancellara en la París Roubaix, donde terminó sexto.

Por si eso fuera poco, también puede embalar y en la ronda española repitió esa faceta, esa que hace menos de un mes le granjeó la victoria sobre Maximiliano Richeze en el sprint de la tercera jornada del antes llamado Tour del Benelux.

Si bien ya acumulaba triunfos en la carretera con etapas en el Tour de Polonia o los Cuatro Días de Dunkerque, el checo se doctoró consiguiendo algo que no está al alcance de muchos: ganar en una grande.

Por ello, el rocoso atleta, ese que no es sprinter ni contrarelojista pero que no desentona en ninguna disciplina, sigue dando dividendos al Omega, equipo que confió en sus cualidades cuando muchos dudaban que pudiera adaptarse correctamente al cambio de especialidad.

Tanto es el apoyo de la escuadra que dirige Lefevere que en 2011, previo a la concreción de su fichaje, Bakala, el magnate detrás del proyecto de Omega y quién casualmente comparte nombre con nuestro protagonista, deslizó la posibilidad de comprar el Telenet Fidea donde Stybar militaba.

Hoy, dos años después, el checo finalmente completó su transición, se quitó el barro que le quedaba encima y se consagró como ciclista de ruta en una competencia difícil en todo sentido, ya que a la dureza que tiene toda gran vuelta hay que sumarle que todos quieren rectificar la temporada en España por lo que nadie regala nada y las llegadas se disputan a sangre y fuego.

Sólo resta saber hasta dónde puede llegar este exquisito y aguerrido corredor del que no se conocen los límites, pero de continuar con esta progresión sorprenderá a más de uno, tal como le sucedió al todavía incrédulo campeón del mundo.