Suspenden las carreras italianas de manera indefinida
Por Oscar Trujillo Marín
En su desesperada lucha contra lo inevitable RCS Sport ha tenido que claudicar y aceptar que al menos, de momento, y a la espera de otras fechas en un calendario abarrotado hasta septiembre, sus carreras fetiche de inicio de temporada quedan suspendidas de manera indefinida.
Tras la ya cancelada ayer Strade Bianchi, la organización confirmó que definitivamente ya no van a correrse en sus fechas establecidas Tirreno-Adriático, y Milán san Remo en la máxima categoría pero tampoco el Tour de Sicilia en pro series.
EL comunicado oficial es claro “Tras la confirmación por parte de las autoridades pertinentes de que no pueden otorgar las autorizaciones apropiadas, RCS Sport anuncia que la carrera ciclista Tirreno-Adriático, programada para el 11 y 17 de marzo, se cancela desde sus fechas originales” Dice RCS Sport, acerca de su prueba de una semana World Tour.
“Además, como las autoridades correspondientes han verificado que no hay condiciones conforme al decreto nacional del 4 de marzo de 2020, para para garantizar la protección de la salud pública y la seguridad de todas las personas involucradas, RCS Sport, por estas razones, ha tomado la decisión de cancelar Milan-San Remo, programada para el 21 de marzo, y el Tour de Sicilia, programado para el 1 y 4 de abril “. Aclara la empresa, que aunque se viera venir, no por esto deja de ser bastante desconcertante para el mundo del ciclismo.
“RCS Sport solicitará a la UCI, a través de la Federación Italiana de Ciclismo, que asigne nuevas fechas en el calendario internacional de ciclismo para las tres carreras, como ya se ha solicitado para Strade Bianche y Strade Bianche Women Elite”.
En la misma situación de las pruebas organizadas por la importante empresa italiana, están carreras con menos pedigrí, pero igualmente tradicionales, que fueron canceladas hoy. Los organizadores del GP Larciano, Trofeo Binda y Settimana Coppi e Bartali han comunicado que tras la obligación de suspenderlas tratarán de buscar fechas más adelante. Cabe recordar que este decreto excepcional del gobierno italiano motivado en aras de la salud pública, va hasta el 4 de abril, pero si la situación del coronavirus en Italia no mejora hasta entonces, es prorrogable por un mes más.
El caso es que de seguir la inexorable tónica actual, se puede llegar a una difícil situación en el momento que se reestablezca (por que suponemos que en algún momento lo hará) la normalidad alterada por la crisis y alarma que ha provocado el corona virus, se puede dar el caso de concentrar una gran cantidad de importantes carreras represadas y un calendario muy apretado que deja muy poco margen de maniobra para darle gusto a todos. Malos tiempos para la lírica.
A seguito del diniego delle autorizzazioni da parte di alcuni organi competenti, le corse ciclistiche @TirrenAdriatico, @Milano_Sanremo e @ilgirodisicilia sono annullate. Attraverso la FCI, verrà fatta richiesta all’UCI di ricollocare le corse in altra data. pic.twitter.com/lNT3gzZt0V
— RCS Sport (@rcssport) March 6, 2020
Oscar Trujillo Marín
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Buena decisión…cualquiera de esas carreras sera atractiva donde la ubiquen…tiene suficientes puntos world tour y prestigio como para hacerle el feo…deberian hacer lo mismo con paris-niza…y se arranca de lleno con la volta catalunya…de aqui a esa fecha esperemos que se tenga mas tranquilidad con respecto al virus y se adapten medidas de seguridad mas efectivas para que no paren la carrera luego de 3 o 4 etapas , ni encierren en cuarentena a algunos…
Claramente la ASO y RCS, están apoyando en medida a los corredores y equipos, pero es lamentable de la ausencia de la UCI, no toma decisiones y se ha hecho de la vista gorda, siendo el ente regulador del ciclismo mundial.
De acuerdo, la UCI lleva años comportándose como un ente recaudador y ornamental, el verdadero poder en la élite lo tiene ASO y algunos equipos económicamente fuertes. Su incompetencia manifiesta, obsesión mercantil siempre dispuesta a apoyar el lavado de imagen para gobiernos de sátrapas autoritarios es su máximo aporte a la “globalización” del ciclismo. Su inoperancia, clientelismo, amiguismo en general, es indigno para un ente regulador; y el desconcertante silencio y falta de autoridad e inteligencia para manejar todo este tema ha sido vergonzoso. Como vergonzosa es su selectiva severidad (o laxitud) con casos de dopaje en función de las filias o poder de los afectados y un largo etcétera de despropósitos. Totalmente superado por las circunstancias, en su tónica pusilánime y lenta, la UCI ha sido un convidado de piedra durante toda esta crisis, no ha tenido autoridad para decir esta boca es mía, y los acontecimientos, equipos, medios y gobiernos han decidido por ella.