Por @pmpalermo
El 2020 se torció en todo sentido para el mundo entero, y por supuesto, para el planeta ciclismo. En ese contexto, uno de los conjuntos más afectados fue el Team INEOS, que se vio rápidamente fuera de la puja por la general del Giro y el Tour debido a los problemas físicos de Egan Bernal y la baja forma de Thomas y Froome, situación que sacó a Carapaz de la ‘Corsa Rosa’.
Todos estos movimientos de piezas desembocaron en un Thomas acudiendo en mejor condición a Italia, pero el galés salió anticipadamente por caída, dejando truncas las chances de pelear por el título en la segunda grande de este año. O al menos eso parecía.
Es que ayer, en Piancavallo -posiblemente la primera llegada en alto real de esta edición- emergió con fuerza la figura de Tao Geoghegan Hart, uno de los jóvenes escaladores de la formación británica, hasta ahora llamado a cumplir papeles de gregario o caza etapa.
Tao, que venía de firmar una crono magnífica -13° a una treintena de segundos de Kelderman-, fue el único capaz de resistir la embestida de Sunweb en la trepada. Nunca se lo vio en aprietos y les birló la victoria de etapa con una solvencia que invitan a pensar en él como una opción real de podio.
No sólo por lo que él hizo, sino porque los que hoy están encima suyo en la general no ofrecen muchas más garantías, y porque los veteranos que flotan más abajo en la clasificación -si bien tienen la tercera semana a su favor- no parecen en plenitud de facultades como sí lo está él, que los relegó también sobre la cabra.
El británico, que por algo milita en INEOS, está frente a una oportunidad dorada. La gran vuelta más abierta en años, con una Maglia Rosa que seguramente ingresó demasiado tiempo en la zona roja ayer, no se dosificó como sí lo hicieron otros y pagará esos esfuerzos.
Kelderman es el vueltómano más sólido y completo por edad, equipo, forma actual y atributos físicos. Pero no deja de ser Kelderman, que en neerlandés debe significar desafortunado. Hasta que no llegue a Milán y acabe campeón, habrá dudas a su alrededor porque siempre le sucede algo.
Repasando el resto de la clasificación, son justamente estas cuestiones mencionadas más el hecho de que se vengan etapas con mucha altura, clima duro y en la tercera semana, las que ofrecen una opción de victoria a todos los que están en un rango de cinco minutos.
De entre todos ellos, Hindley se hundirá con su capitán, Bilbao debería acusar la fatiga de haber hecho el Tour hace un par de semanas, y el resto subirá o bajará según tengan su día bueno ellos así como el malo los otros. En ese contexto, Tao es el único al que no se le vieron las costuras todavía.
Incluso, puede decirse que vuela bajo en los radares porque él mismo niega tener el rosa como objetivo. Entonces, con el Tour perdido y la Vuelta complicada por la entidad de adversarios con los que se topará Carapaz, el Giro se presenta como la alternativa más accesible en rondas de tres semanas para INEOS.
Un INEOS en el que la mayoría de sus hombres han volado en este reinicio de curso. Los gregarios de Bernal en el Tour una vez que el colombiano se bajó, y los aquí presentes, sumando cinco parciales. Todo está dado para que Geoghegan Hart se cuele en la conversación por le cajón de Milán, crezca en la consideración interna y confirme lo que de él se espera hace unos años. No olviden que se trata de un hombre que ya fue 20° en la Vuelta 2019, su última ronda del género, con lo que la progresión está más que implícita en los parámetros de su talento.
En definitiva, las fisuras de los de arriba y el trazado venidero en una semana tres serían sinónimo de veteranía y entre estos participantes, de Nibali. Pero si el “Tiburón” y los demás mayores de 30 años no cumplen con las expectativas, puede ser Tao quien se lleve el gato al agua.
Pablo Martín Palermo
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