Si hay algo en donde existe cierto consenso en el último tiempo es que el modelo financiero de los equipos de ciclismo, dependiente en más de un 95% de los sponsors, es sumamente endeble y poco sustentable. Si bien las escuadras top han aumentado sus presupuestos en los últimos años, la brecha con las escuadras más pequeñas es cada vez más grande y cada vez hay menos sponsors y empresas dispuestas a aumentarles el financiamiento para que sean competitivas con la cúspide del pelotón. A eso se le suma la dificultad de algunas carreras de poder encontrar fondos para su organización. Mientras algunos piden límites presupuestarios y salariales, un ex director de equipo trajo una idea radical sobre la mesa: cobrar entrada a los espectadores.
Tenemos que privatizar el Alpe d´Huez para hacer dinero”
Si bien algunos organizadores como Flanders Classics y ASO han probado en los últimos años de forma limitada la creación de zonas VIP, los grandes puertos del ciclismo, lugares por excelencia de encuentro de los espectadores, siguen siendo libres de acceso. Tras algunos hechos de peligro debido a la enorme cantidad de espectadores en los puertos, Richard Plugge, CEO de Visma – Lease a Bike, consideró que es necesario limitar la cantidad de espectadores en las montañas para priorizar la seguridad de los ciclistas. Y, aprovechando ese objetivo, señaló que “una pequeña tarifa desalentaría a la mayoría de las personas en venir”.
No es el único que piensa así en el pelotón. Y el último en lanzar esta propuesta fue Jérôme Pineau , exdirector de equipo que entre 2018 y 2022 lideró el equipo conocido primero como Vital Concept y luego como B&B Hotels. Pineau tiene una mala fama por haber prometido una y otra vez a sus corredores, a fines de 2022, de que conseguiría un nuevo patrocinador grande que incluso hubiese permitido fichar a Mark Cavendish, para luego dejar a todos en la calle al no encontrar uno y cerrar la estructura.
“Puede que sorprenda a algunos”, dijo Pineau, “pero han creado una etapa que sube el Alpe d’Huez dos veces. Así que privaticemos los últimos cinco kilómetros del Alpe d’Huez. ¡Cobremos entrada, traigamos VIPs, creemos algo para ganar dinero!”, declaró el francés en el podcast Grand Plateau de RMC Sport, donde reflexionó sobre el modelo económico del ciclismo, haciendo referencia a la doble ascensión que estará presente en el Tour de France 2026 (VER RUTA).
Pero, ¿Quién se queda con el dinero?
“Históricamente, el ciclismo ha sido un deporte popular, un deporte gratuito. Pero un deporte gratuito donde ya no hay ciclistas en la carretera porque solo hay dos equipos, Bahréin y UAE, es menos divertido, ¿verdad? Ya existe una zona VIP al final del Bosque de Arenberg en la París-Roubaix”. Pineau choca con un problema frente a su idea: si los organizadores crean zonas vips, los ingresos se los queda el propio organizador como ocurre en su ejemplo de París – Roubaix. Lo mismo ocurre con los derechos televisivos.
“Los espectadores vienen a ver las carreras para seguir a sus ciclistas, pero sus ciclistas no ganan nada de quienes pagan. Eso no es justo. Se organizan zonas VIP en el Tour y otras grandes carreras, pero son los organizadores quienes se llevan el dinero, no quienes montan el espectáculo”, señaló.
“Somos el último gran deporte que mantiene el acceso gratuito”
En el mismo podcast, Marc Madiot, director general de Groupama-FDJ, tradicionalista por excelencia, discrepa con la idea. “Estoy a favor del acceso gratuito para los aficionados. Somos el último gran deporte que lo mantiene. Es una de nuestras fortalezas. Y debemos ser realistas: no solucionaremos nuestros problemas ofreciendo más hospitalidad”.
Tras lo cual, propuso que todos los equipos estén registrados en Suiza para que no haya desequilibrios entre ellos por los costos de seguridad social. Es sabido que las escuadras francesas pagan más que las demás por ese concepto porque, además, allí los ciclistas son empleados a tiempo completo, y no contratistas como ocurre en otras escuadras. “Salvo los emires y los equipos patrocinados por un estado, hoy en día es difícil existir en el pelotón. El problema del ciclismo es que antes era un deporte del pueblo, de los trabajadores y los agricultores, y ahora se está convirtiendo en un deporte para los ricos”, concluyó Madiot.
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