Tobillera electrónica y 20 mil euros de multa por dopar ciclistas

Tobillera electrónica y 20 mil euros de multa por dopar ciclistas

Tobillera electrónica y 20 mil euros de multa por dopar ciclistas, además de dos años de prisión para el falso médico conocido como Doctor Mabuse, acusado de suministrar sustancias y métodos de dopaje a diversos ciclistas. Se trata de Bernard Saiz, de 82 años, que además no puede involucrarse en ninguna actividad vinculada al deporte. Eso sí, fue absuelto del delito de incitación al dopaje.

Tobillera electrónica y 20 mil euros de multa por dopar ciclistas

Sainz, que se define a si mismo como un naturópata, no es médico pero se dedicó durante décadas a asesorar a generaciones de corredores respecto al uso de sustancias dopantes. Pese a ello, solo se lo encontró culpable de prácticas prohibidas en 2013 y 2017, quedando exonerado del resto de las sospechas y acusaciones a las que ha sido sometido puesto que su período de actividad se remonata a la década del 70.

El sujeto estuvo en arresto domiciliario en 2022 y ahora, tras nuevas investigaciones, cumplirá un año más con tobillera electrónica y pagará una multa de 20 mil euros por “práctica ilegal de la medicina”. “Si alguien se quiere dopar puede encontrar todo en internet, no me necesitan a mí. Tengo una visión diferente a la de la medicina tradicional, yo trato la causa no los síntomas”, alegó durante el juicio.

Médicos que no son tal

El nefasto Mabuse tiene historial comprobado desde los 70 aún cuando no tiene ningún título ni ha ejercido la profesión oficialmente. En sus inicios asesoró a gran cantidad de corredores, pero su salto a la fama fue con los franceses de Cofidis y FDJ en los 90, así como su trabajo con Frank Vandenbroucke. Para lograr su condena, las autoridades llevaron adelante una investigación con cámaras ocultas y escuchas telefónicas. Entre las evidencias recolectadas había charlas con ciclistas como Peter Pouly yPierre-Henri Lecuisinier, a los que prescribió corticoesteroides y jeringas, entre otras medicinas e insumos médicos que ingresarían en el rango de uso de métodos prohibidos.

En definitiva, un caso famoso de una figura que ya es habitual en el ámbito ciclista casi de todo el mundo. Al menos en Latinoamérica sobran los sujetos que se pasean a sus anchas ofreciendo médicamentos para potenciar el rendimiento sin ningún tipo de conocimiento médico y, por supuesto, sabiendo que lo que hacen no está permitido. Pero todo el mundo lo sabe, lo ven y nadie hace nada. Como sucede en colombia con Jhoann Robayo, quien demoró años en ser sancionado y aún así se manejó a su antojo.


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