Por @FXavierVidela
La 103° edición del Tour de France es historia y, como habituamos en ‘Ciclismo Internacional‘, desglosaremos lo ocurrido en la segunda grande de la temporada con diversos análisis de la prueba, comenzando por la elección del equipo ideal de la competencia.
*Chris Froome: el líder de cualquier equipo ideal. El británico Chris Froome demostró su ‘instinto asesino’ en todos los terrenos. Sí, todos los terrenos. Por más que muchos sigan creyendo que la montaña pone a cada uno en su sitio y la tercera semana es la decisiva, ‘Froomey’ enseñó su ambición y talento desde el inicio. Su exhibición en el descenso del Peyresourde le valió el triunfo y el liderato, para luego sorprender en el llano hacia Montpellier y dar un nuevo golpe psicológico a sus rivales, perdidos entre abanicos. Apoyándose en sus habilidades contra el crono y rodeándose de un verdadero ‘Dream Team’, demostró ser el más fuerte en la montaña, para coronarse por tercera ocasión en los Campos Elíseos.
*Romain Bardet: el galo se basó en su regularidad para llegar en posiciones de avanzada a la semana final. Bajo la lluvia camino al decisivo Mont Blanc, el capo de AG2R lanzó un valiente ataque junto a su compañero Chérel, para marcharse, cazar a Rui Costa y alzarse con la única victoria francesa, salvando el honor de los locales. Romain consiguió ascender al 2° en la general y defender dicha plaza hasta París, subiendo al podio en los Campos Elíseos por primera oportunidad y confirmando ser el máximo aspirante a tomar el relevo de Hinault.
*Mark Cavendish: el rey del sprint. El nacido en la Isla de Man se convirtió en el primer líder de la ronda gala tras vencer en el inicio en Utah Beach. Pero, no conforme con ello, repitió en Angers, Montauban y Villars-les-Dombes Parc des Oiseaux, llegando a las 30 dianas y convirtiéndose en el segundo máximo vencedor de etapas de la historia del evento. Su logro en este Tour es más meritorio aún, si se tiene en cuenta que viajó siempre a rueda de los trenes de Kittel o Greipel, a quienes rebasó con una potencia asombrosa en los últimos metros.
*Adam Yates: sin dudas, el británico fue la gran revelación de la 103° ‘Grande Bouclé’. El ciclista de Bury subió al podio en los Campos Elíseos tras consagrarse como el mejor joven del evento, apartado en el que nunca vio peligrar su camiseta blanca, la cual portó consecutivamente desde la etapa 8. Pese a llegar con sólo dos experiencias previas en grandes vueltas, el hombre del Orica-BikeExchange se afianzó y dejó de pensar en un triunfo parcial, para centrarse en mantener su posición de privilegio y confirmarse como un ‘Hombre-Tour’, culminando 4° en París.
Wouter Poels: el gregario del Tour. El neerlandés de 28 años se lució en la ‘Grande Bouclé’ y confirmó una temporada espectacular, en la que ya atesora títulos en la Comunidad Valenciana y la Lieja-Bastoña-Lieja. Pese a que su líder Froome estuvo pletórico, una buena porción del campeonato está en sus piernas, esas que secaron cada intento de Porte, Valverde, Martin o Bardet y mantuvieron resguardado en todo momento al nacido en Kenia.
Jarlinson Pantano: el sudamericano nos dijo haber ‘dado un paso adelante para el Tour’, y así lo confirmó en la segunda grande de la temporada. El vallecaucano dio la cara por Colombia y, tras romper su sequía en Suiza, repitió en la ‘Grande Bouclé’, donde sufrió lo indecible cuesta arriba, para realizar un descenso memorable camino a Culoz. El de IAM Cycling no se conformó, fue por más y siguió luchando la semana decisiva, arribando 2° en Finhaut-Emosson y Morzine, respectivos parciales donde igualmente subió al podio a recoger el honorable dorsal rojo de la Combatividad. Sin dudas, el colombiano no tardará en encontrar hueco para el próximo año, tras la desaparición del conjunto suizo, si es que ya no lo hizo y firmó con Trek como se rumorea.
Tom Dumoulin: el holandés llegó a la carrera con un único objetivo: ganar la crono larga, y lo logró. El de Giant-Alpecin voló de principio a fin y metió más de un minuto a Chris Froome, con lo que eso implica, y un mundo a los demás. Sin embargo, no debe olvidarse que unos días antes se había alzado con un importante triunfo de montaña en Andorra Arcalís y, unos días después, fue 2° en la cronoescalada. Lastimosamente, el más combativo de la 9° etapa debió abandonar por una fractura, aunque en su estadía en la ronda gala demostró ser lo más sobresaliente de su escuadra.
Peter Sagan: no hay maldición que pueda con ‘Peto’. El campeón mundial brilló en la 103° edición de la ronda gala y se alzó con tres dianas (incluida su exhibición en Montpellier), el preciado ‘maillot’ verde y la ‘Supercombatividad’ del Tour. El de Tinkoff, quien llegó con la mira puesta en la clasificación de la regularidad, se coló en cada embalaje y, en más de una oportunidad, participó de las fugas montañosas, recogiendo puntos en los sprints intermedios y tirando de sus compañeros Majka o Contador. Excelente Tour del eslovaco.
*Thomas De Gendt: con todo Lotto Soudal a las órdenes de André Greipel, el belga Thomas De Gendt debió rebuscársela solo en la montaña. Y no desentonó. El combativo corredor de Flandes Oriental lo intentó, sin éxito, en Le Lioran. Pero el belga no cesó en su intento y logró ponerle el cascabel al gato en Chalet-Reynard, una actuación espectacular opacada por la corrida de Froome tras el accidente con las motos de TV. Thomas siguió destacando la semana final, con un 6° en la crono escalada, y luchando por el maillot de lunares, clasificación en la que culminó 2° tras Majka gracias a que se coló en casi todas las fugas montañosas de los Alpes.
Suplentes:
*Dani Navarro, Rafal Majka, Julian Alaphilippe, Alejandro Valverde, Nairo Quintana, Mikel Nieve, Sergio Henao.
*Relacionadas: Análisis: La culpa no es de Froome
Franco Xavier Videla
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