Tour de France 2020: ¿optimismo puro o soberbia?
Por @pmpalermo
“El Tour es el Tour”. La inmortal frase vuelve al centro de la escena en los tiempos difíciles de la Pandemia por coronavirus. Tiempos inéditos, que hoy han derivado en la cuarta suspensión de los Juegos Olímpicos en toda la historia. Juegos que se habían suspendido en tres ocasiones: Berlin 1916, Tokio/Helsinki 1940 y Londres 1944; siendo las tres por las Guerras Mundiales.
Pero volviendo al Tour, mientras el mundo parece desplomarse, ASO (sociedad organizadora) hace oídos sordos. El evento magno del deporte pedal trabaja para sacar adelante su joya más preciada en tiempo y forma. Sin postergaciones ni modificaciones.
Así lo reportó Le Parisien en las últimas horas. Y tiene -dentro de lo ilógico de la situación- cierta coherencia para ellos. ¿Cómo? Los JJOO engloban más escenarios y atletas que el Tour, evento ciclístico al que acudirán 200 deportistas.
O acudirían, porque está por verse que ASO pueda sacarlo adelante. Las medidas que preparan no son suficientes a entender de quién les habla. Prohibir el acceso de público en salidas y llegadas no impidió que se cancelara la etapa conclusiva de la París-Niza, prueba de apenas ocho días.
¿Eliminar la caravana publicitaria? No va a ayudar mucho más. Esto es más profundo. Tanto como que no serán pocos los que piensen en los cuatro pedalistas aún en cuarentena tras el UAE Tour, terminado hace un mes. Para esos no hay Tour que valga. Y para quienes veremos nuestra cuarentena extendida, tampoco. Recuperar una vida normal es lo primordial.
Lo mismo las localidades de inicio, paso o arribo. Algunas podrán sostener el deseo de recibir al pelotón este verano, otras no. Niza es un claro ejemplo, rechazando a los sobrevivientes de la Carrera al Sol a un día del cierre.
Con la Eurocopa y los JJOO postergados, dos auténticos monstruos, la lupa estará encima del Tour. Un Tour que, como si no tuviera suficientes problemas sanitarios, deberá lidiar con la interna de sus protagonistas, hoy divididos.
“Un Tour de dos velocidades”. Eso es lo que una parte -los que están encerrados en España, Italia, Colombia o Francia- creen que habrá. Porque hay otras naciones que no han limitado las salidas al exterior, permitiendo que los ciclistas entrenen libremente.
Está a la vista que el Tour tiene una presión enorme. Salir a flote cuando se hundió un gigante como Tokio, el clamor popular en su contra, la pandemia en sí misma, y la creciente grieta interna del pelotón respecto a la disparidad en torno a la preparación.
Dicho sea de paso, una de las razones tras la postergación de los Juegos. Japón declaró tener controlada la situación. El problema lo tenían quienes debían clasificar/entrenar para su disputa, muchos de ellos, entre cuatro paredes en sus países de origen.
Para algunos especialistas en rendimiento del World Tour, a día de hoy, necesitarían alrededor de un mes para equiparar físicamente a los corredores. Eso deja cierto margen, siempre y cuando la cuarentena se levante en las próximas semanas. Poco probable.
Y aún con algo de igualdad, los cimientos de la forma no serían sólidos, propiciando espectaculares debacles. Algo inédito en los tecnológicos tiempos que corren, y un riesgo que algunos no querrán tomar, ya que apuestan todas sus fichas a una performance top. Allí aparecerán los cambios de calendario de muchas figuras, otra pérdida para la ronda francesa.
El Tour es el Tour. Es un monstruo que, desde su creación, se ha visto interrumpido en dos ocasiones debido a las guerras mundiales: desde 1915 hasta 1918 y desde 1940 hasta 1946. Es la cita cúlmine del ciclismo, pero no del planeta, por más que para los fans sí lo sea. Habrá que ver si supera la tercera gran crisis de los tiempos modernos, o lo que más se le ha parecido en los pasados 70 años. Mucho dependerá de la evolución del virus.
Salvo que Francia (su gobierno) diga rotundamente no, ASO hará lo imposible por salir adelante. Correrá Prudhomme si es necesario. Porque la lucha por el poder es más valiosa que cualquier resultado deportivo, y la empresa en cuestión mantiene un pulso histórico con la UCI y el resto del planeta ciclismo. La soberbia de ASO deja al Tour como único evento del verano no aplazado, por ahora.
Que así sea, pero sin llevarse puesta la salud de nadie.
Pablo Martín Palermo
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Es claro que tanto la UCI con David Lappartient así como ASO a cargo de Prudhomme que ha demostrado ser un inepto ya que ha traído los peores recorridos de la historia del Tour de Francia, dejando atrás aquellos días dónde el espectáculo cada año estaba asegurado y no vengan con eso de que el potenciómetro o el pinganillo acabaron con el espectáculo porque se ha visto que en otras carreras como en el Giro siempre está asegurado etapas emocionantes, no, a ellos sólo los mueve el dinero, de conciencia (0), deberían ambos renunciar a sus cargos porque en estos momentos lo importante es la salud de todos en el mundo.
Como decimos en Colombia, “están haciendo cuentas alegres”. Y como el mismo artículo dice, si se pospusieron (para no usar el fuerte “cancelaron”) verdaderos gigantes como los JJ.OO. y la Eurocopa, por qué debería seguir adelante el TDF? Macron no se está tomando esto del covid-19 precisamente a la ligera. Para él esto es una guerra. Y creo que pondrá a ASO en su lugar más temprano que tarde. Como también decimos en Colombia “el palo no está para cucharas”!
Menos mal que este señor no es el Rey de Francia. Así el quiera, si los municipios vetan y no dejan que la gran boucle pase por sus calles, nada que hacer. Con la tragedia que está empezando a vivir en ese país, no creo que la gente tenga ánimos de ciclismo. Además, a día de hoy, no hay ningún corredor profesional en las condiciones de afrontar una vuelta de tres semanas. Salvo por un par de corredores de Bélgica.
Los corredores llamados a dar espectaculo están de cuarentena (Bernal, Nairo, Lopez Froome, Landa, Roglic, Dumolin, Thomas, Alaphilipe) y sin mencionar a los velocistas. Además, es irresponsable afrontar una carrera de tres semanas sin haber competido antes. Las carreras de preparación están suspendidas y otras que canceladas. Al final va a ser como con los JJOO y esto se va a suspender.
De igual forma el giro. La organización habla de finales de mayo. Pero es una irresponsabilidad saltar de los rodillos a la bicicleta y afrontar un recorrido como el de este año que es demasiado duro. El norte de italia, por donde mayoritariamente pasa la carrera, está con otros afanes.
En el tema económico (que podría tener mucho que ver) tengo una duda: ¿qué impacto tendría para las regiones por las que pasa el tour una versión sin público? Yo especulo con dos escenarios:
1. Nadie querrá invertir para hacer que pase un Tour que vendrá sin público.
2. En medio de las dificultades económicas, para todos será un aliciente que pase una caravana de 400 personas.
El apoyo regional (o la falta de apoyo) podría determinar la posición que tome el gobierno.
Y lastimosamente a los ciclistas, nadie les consultará
Si este mundo fuese civilizado, claro que se podría correr el tour de francia y demás pruebas ciclistas, por lo menos las televisadas, que está claro que el público debería quedarse en casa, que después de todo esto no es como el futbol y en televisión es donde mejor se ve todo el espectáculo y no estar 5 horas esperando para ver 10 segundos de carrera. Otra cosa es que no interese, pero por que no iba a interesar? Anda que no sería una alegría para el mundo que el Tour se celebrase sin público. Cuando pasó esto en Europa todo el mundo pasaba del virus y ahora todos haciéndose cacas, pues ya se sabe, no todo es blanco ni negro.
Seria algo inédito y por esa misma razón podría ser todo un acierto,
Tampoco creo que sea “soberbia”. El trabajo de mucha gente depende de la realización del Tour de Francia. Supongo que también es un parte de tranquilidad a las escuadras y patrocinadores. El mismo director del Deu… dijo que no es una tragedia si no hay tour de Francia. La mayoría de equipos viven del patrocinio de las empresas que posicionan su marca en carreras como esta.