Tour de Francia 2023 – Previa etapa 20

Por @jmhers

El último asalto antes de París. Con la lucha por el amarillo ya sentenciada, la intensidad de esta etapa provendrá de otras pugnas como la clasificación de la montaña, y por supuesto la victoria de etapa.

La ruta

Esta es una etapa bastante corta, como ya tuvimos una en el día del Grand Colombier, pero a pesar de que los kilometrajes son muy similares su perfil es extremadamente diferente, lo que nos va a dar un trámite completamente nuevo de esta etapa tan corta y explosiva.

En primer lugar este va a ser otro día de esta edición del Tour con muy pocos kilómetros llanos. Se subirá la fascinante cantidad de 6 puertos de montaña en total, con continuos ascensos y descensos entre ellos, pero lo primero que hay que aclarar es que no se tratan de puertos excesivamente duros, ya sea por longitud o por pendientes, por lo que este día no es equivalente en dureza a otras etapas como por ejemplo la del Courchevel.

Pero aunque esta no sea la jornada más dura del Tour de France, no quiere decir que deje de ser desafiante, sobre todo teniendo en cuenta todo el desgaste que los corredores tienen acumulado tras 19 días de competencia tenaz.

Los puertos de montaña más difíciles serán los dos últimos, mientras que la primera mitad del recorrido presenta un perfil interesante para la lucha por puntos y por la etapa. El día comenzará ya subiendo un falso llano hasta el pie del primer puerto: de 2da categoría Ballon d’Alsace de unos respetables 11,5 km de longitud y pendiente promedio del 5,3%, con la mayor parte de la subida con pendientes por debajo del 5,7%. A la velocidad que seguramente se afrontará este puerto estos porcentajes serán desafiantes, pero difícilmente es terreno para enromes diferencias.

Ballon d’Alsace se corona a 109 km de meta, y tras descender, se superará el sprint intermedio en Fresse-sur-Moselle antes de afrontar el segmento más rompe piernas de la etapa comprendido entre los 82 km y los 54 km a meta; en este tramo los corredores escalará el Col de la Croix des Moinats, una subida mas bien corta de 5,2 km pero que en los primeros dos tercios del puerto no bajan de 7% de pendiente, para suavizar un poco en el penúltimo y sobretodo en el último km. Después de sobrepasar esta cota vendrá un descenso corto y además tendido, en el que habrá que pedalear bastante, para enfrentarse al siguiente puerto categorizado, también de 2da categoría el Col de Grosse Pierre que es aún más corto: solo 3,2 km pero uno de esos kilómetros es al 11,3% de pendiente, y el último km al 7,7%, se sentirá como una auténtica pared al estilo Lieja o Lombardía.

Superado el Grosse Pierre los corredores tendrán solo unos 5 km de descanso en un falso llano favorable antes de volver a subir. El siguiente puerto, de 3ra categoría el Col de la Schlucht está marcado con solo 4,3 km de longitud pero la verdad es que la carretera ya comienza a subir unos 5 km con anterioridad al inicio del puerto. Dicho Col de la Schlucht tiene un comienzo muy exigente con rampas de 7,1% y algún tramo de hasta 10% en el primer tercio de la subida, para después suavizar progresivamente hasta el punto de que los últimos 1000 metros de puerto tienen una pendiente por debajo del 2,5%. Este puerto con el que termina esa porción intermedia y explosiva de la etapa se corona a unos 54 km de la meta.

Entonces viene el plato fuerte para los escaladores más puros: los dos puertos de más entidad del día. Tras un largo descenso de unos 18 km los ciclistas llegarán al pie del Petit Ballon, el primero de dos puertos de primera categoría encadenados, siendo el segundo el Col du Platzerwasel. El Petit Ballon tiene su parte más empinada al inicio de los 9,3 km de ascensión, que por lo demás es bastante uniforme alrededor del 8%, mientras que el puerto final alterna km por encima del 9 y de hasta el 10% con otros algo más favorables al 6 y 7%. Finalmente, desde la cima del Platzerwasel quedan 8 km de terreno quebrado hasta la línea de meta.

Táctica y Estrategia

Muy difícil condensar en este capítulo todas las posibilidades de lo que puede ocurrir en esta etapa, que por su perfil traicionero, su ubicación como el último día competitivo, y gracias a todo el desgaste que ha habido, podría tomar una de miles de direcciones diferentes.

Y uno de los factores que más va a condicionar el transcurso de la etapa es: ¿Qué van a hacer el UAE y Tadej Pogacar? La clasificación general está más que sentenciada para este momento, pero Pogacar ha insistido en que si se siente recuperado de la explosión en Col de la Loze, va a tratar de ir a por la etapa. De ser este el caso, y con el tipo de terreno que tenemos, la labor de equipo va a ser importante para controlar fugas y endurecer el ritmo para evitar ataques tardíos. También habrá que ver si es que hay intenciones de ganar más tiempo con Adam Yates.

De momento Yates tiene el 3er cajón del podio con una saludable ventaja de 1’16” frente a Carlos Rodríguez, sobretodo de cara a un día tan corto en el que la distancia no está para hacer diferencias abismales de tiempo, pero no pueden dejar de tener un ojo echado en lo que pueda hacer Ineos. Algunos de los puertos de la mitad de la etapa son demasiado explosivos para el español pero el último encadenado puede ser terreno fértil para un ataque. No obstante, Ineos no nos ha mostrado nunca una vocación de agresividad en una etapa como la de hoy, al menos no de una agresividad como la que se necesita para buscar vulnerar a un corredor como Adam Yates en una etapa quebrada como esta, lo que es técnicamente posible.

Y es que sobre la posición de Carlos Rodríguez pesa una amenaza muy latente: la de Simon Yates. El corredor del Jayco AlUla tiene una desventaja de tan solo 18” frente a Rodríguez y si está con buenas sensaciones, puede aprovecharse de una carrera descontrolada para buscar irse para adelante, al estilo de como lo hizo en la etapa del Col de la Loze, día en el que fue el 2do hombre más fuerte de la fuga. Si tiene esas mismas piernas mañana es una amenaza muy real para las aspiraciones de Rodríguez, sobretodo si el equipo Ineos, que viene disminuido, tiene que ponerse a trabajar desde temprano, ya que Simon Yates yéndose con un grupo hacia adelante y tomando un minuto no será de la preocupación de Jumbo ni, a priori, de UAE.

Los kilómetros iniciales de la etapa, esa primera ascensión en Ballon d’Alsace, será el terreno decisivo donde veremos si se puede marchar una fuga o si UAE busca controlar en favor de las aspiraciones del día de Pogacar. En la lucha por formar la escapada estarán seguramente involucrados el Lidl-Trel de Giulio Ciccone y el AG2R de Felix Gall, que tienen una diferencia de tan solo 6 puntos en la clasificación de la montaña, tomando en cuenta que en este día se repartirán un máximo de 37 puntos. Tanto Ciccone como Gall, si quieren asegurar la clasificación, querrán tomar la mayor cantidad de puntos lo más rápido posible ya que si hacia mitad de la etapa UAE se pone en plan de ganar la etapa, los puntos de los puertos de primera se les pueden escapar de las manos.

Jonas Vingegaard a priori no tiene que preocuparse por nada. No hay forma en que un disminuido Pogacar le pueda sacar más de 7’35” en esta etapa tan corta, y menos aún que alguno de los ciclistas terrícolas lo haga. Pero si es que el esloveno ataca en algún punto para ir a buscar la etapa, Vingegaard seguro querrá salir a su rueda, casi que como un homenaje a su rival más que por verdadera preocupación. Pero está también el tema de los puntos de la montaña, el líder de la general está a tan solo 7 puntos de Ciccone y a 1 de Gall. Por eso para esos corredores es tan importante poner tierra de por medio desde el inicio del día, ya que si los favoritos los cazan antes de los últimos 35 km, Vingegaard estaría en posición de tomar los 10 puntos en la cima de cada uno de los dos últimos puertos, y si el danés se pone a ello no parece que haya nadie que pueda evitarlo en este momento, ni siquiera Pogacar.

Favoritos

Saber si va a llegar la fuga, o si llegan los de la general, es un tiro al aire así que aquí hay algunos nombres interesantes de ambos escenarios:

Tadej Pogacar: En caso de que tenga mejores sensaciones, seguro que Pogacar querrá una segunda victoria de etapa para en algo resarcirse de haber quedado tan lejos en la general. Aún si el esloveno está a un 70 u 80% de capacidad puede superar al resto del pelotón, a todos menos a uno.

Jonas Vingegaard: El danés no tiene necesidad alguna de tomar la iniciativa, con su equipo, en esta etapa. Sin embargo como es el mejor ciclista de la actualidad si se le presenta la oportunidad de ganar y de dar una muestra adicional de su indiscutible superioridad, querrá hacerlo. Si el pelotón de los favoritos va en cabeza de carrera en el Platzerwasel, no hay forma de que alguien le gane si decide arrancar.

Simon Yates: El británico del Jayco tiene el incentivo del 4to puesto para arrancar, y se puede beneficiar en una situación de carrera en la que no haya mucho control. Una etapa explosiva como esta le beneficia a sus características y si ya anduvo bien en el Col de la Loze, hay motivos para pensar que pude andar aún mejor en los puertos de esta etapa 20.

Felix Gall: El corredor austriaco ya se apuntó una legendaria victoria de etapa en la jornada reina de este Tour. Su estado de forma es muy bueno y seguro estará adelante desde el inicio del día a por los puntos de la montaña. Si Pogacar no se siente bien, UAE posiblemente no perseguirá y la fuga tendrá un día más calmado, en donde Gall puede prosperar en la medida que Bora y Bahrain no se sientan amenazados.

Giulio Ciccone: El corredor italiano está muy cerca de firmar un gran botín para sí mismo y para su equipo si logra asegurar el maillot de la montaña. Sin representar un peligro en la general, y sin otros objetivos para el equipo en este penúltimo día, puede contar con espacio y todo el apoyo que le puedan dar sus compañeros, los cuales también han pasado 19 días a tope así que veamos cuánto apoyo es eso.

David Gaudu: El corredor francés no ha estado cerca de cumplir las expectativas que él mismo y su equipo le pusieron para este Tour. Es una lástima que no haya podido star más cerca de los mejores pero posiblemente eso sea otra motivación para buscar una victoria de etapa de redención. Estos puertos más cortos y algo menos duros de los Vosgos le sientan mejor que las grandes subidas alpinas o pirenaicas, así que posiblemente lo pueda intentar si la situación de carrera la ayuda a llegar a los últimos puertos en buena posición.

Tom Pidcock: El corredor británico estuvo firmemente posicionado en la general durante la primera mitad del Tour, que se le hizo muy largo. Si está recuperado de fuerzas, es un candidato a tener en cuenta para ganar desde la fuga ya que las diferencias de tiempo que tiene con los del Top 10 harán que no sea objeto de persecución de parte del puestómetro.

Pronóstico

Aunque una poética victoria de Pogacar sería una buena forma de ir cerrando este Tour, la superioridad aplastante de Jonas Vingegaard se debería terminar imponiendo.

Marcelo Hernández

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