Por @pmpalermo
Corría la temporada 2013 y Thibaut Pinot, espectacular aparición del ciclismo francés, era noticia por su abandono en el Tour de France. Luego se conoció que tenía miedo en los descensos, algo que FDJ resolvió rápidamente subiéndolo en un coche de carreras.
Seis años después, la historia parece repetirse, aunque con otro intérprete. Se trata de la virtuosa corredora Pauline Ferrand-Prevot, que incursiona en el motociclismo estos días por una razón similar a la que aquejó a su compatriota.
Según contó a L´Equipe, Ferrand se dio cuenta que debía hacer algo cuando se rompió la nariz en la cita “test” de Tokio, en octubre pasado. “El recorrido es muy técnico”, afirmó. “Con una motocicleta superas obstáculos que quizás no puedas superar con una bicicleta de montaña (NdR: participará en esa especialidad)”, añadió.
“No quiero perder el título en los Juegos Olímpicos por pura capacidad técnica. Realmente lamentaría eso”, reveló la atleta, que es ayudada por su marido Julien Absalon, gloria de las ruedas gordas. El propio biker dio más detalles. “Pauline es muy fuerte en pendientes pronunciadas, pero no se atreve a soltar los frenos en los descensos. Y dado que el nivel de las mujeres es tan alto, difícilmente puedes compensar el tiempo perdido en un descenso cuesta arriba”, analizó.
“Tiene que buscar los límites de la motocicleta y buscar los riesgos para progresar. Y ella lo sabe”, zanjó, para luego comentar que su mujer hará la temporada de ciclocross.
Pablo Martín Palermo
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