Un laboratorio ambulante acompañará la caravana del Tour haciendo pruebas de Coronavirus
Por Oscar Trujillo Marín
Cualquier cosa que se haga para revestir de más aséptica seguridad y medidas de control sanitario ante la realización de un monstruo mediático y deportivo como lo es el Tour de Francia, en el estado actual, es necesaria para dar confianza a las autoridades, los aficionados y el resto de la población francesa y por extensión de la unión europea.
La poderosa organización ASO, dueña y señora de la ronda gala, trabaja en coordinación con las autoridades centrales y regionales francesas a destajo para establecer el más riguroso protocolo de bioseguridad posible. Ya les habíamos hablado antes del uso de mascarillas obligatorias para todo el personal logístico, de apoyo etc, y los mismos corredores cuando asistan a zonas comunes, no en carrera por supuesto. También prohibición de acceso a socios, invitados VIP, medios de prensa y fotógrafos a las zonas mixtas de salida y llegada. Bueno, y desde luego la ausencia de aglomeraciones de público en meta y salidas, así como el control riguroso limitado a cinco mil personas a lo largo de los más importantes puertos. Todo ya estaba incluido.
La novedad es el laboratorio móvil, con expertos sanitarios itinerantes que acompañará la caravana desde el primer día hasta el 21 en París. Este laboratorio ambulante tiene capacidad para hacer pruebas sobre el terreno en caso de síntomas, tanto a los corredores como demás personal de apoyo de los equipos, logística y organización.
Tal y como lo dispuso la UCI, los corredores y todos los miembros y colaboradores que harán parte de la caravana serán sometidos cinco días antes a test para detectar el coronavirus, y además pruebas adicionales de saliva de acuerdo con la normativa. Sobra decir que solo si reciben el certificado de negatividad podrán tomar la partida.
Por si fuera poco, la totalidad de la gente acreditada está invitada a descargar StopCovid, la aplicación para el auto cuidado y la responsabilidad social y sanitaria de cada cual para reducir los riesgos a la mínima expresión. Con todo y esto, y teniendo en cuenta la complejidad del problema, algo puede salirse de control. Pero no será por falta de voluntad para minimizar los riesgos por parte de ASO y el gobierno francés.
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