Por @pmpalermo
Mientras todos se preparaban para los apasionantes 10 kilómetros finales de la etapa 6 del Giro, una caída modificó la historia del día y, tal vez, de la carrera ya que provocó una selección monstruosa que descartó a gente como Purito Rodríguez.
Tras el accidente, ocho pedalistas quedaron en punta, y entre ellos el siempre bien ubicado Cadel Evans y con él la Maglia Rosa, Matthews, que junto a sus afortunados compañeros de circunstancias, trabajaron con tesón para no ser alcanzados.
Por detrás, la mayoría de los líderes (sin Rodríguez, Niemec y Scarponi) iniciaron una infructuosa cacería que concluyó con 49´´ perdidos respecto a los que arribaron en vanguardia, favorecidos por la fortuna y el saber hacer, ya que no es casualidad que el experimentado Evans corra en posiciones de avanzada.
Así, la general sigue comandada por el sprinter de Orica, pero de cara a la montaña y pensando en ganar el evento, el jefe de filas de BMC (2º) es el mejor colocado, seguido por Urán a 57´´, Majka a 1´04´´, Basso a 1´45´´, Quintana a 1´47´´, Kelderman a 1´50´´, Pozzovivo a 1´50´´, Scarponi a 1´57´´ , Niemec a 3´20´´, Pellizotti a 4´47´´ o Purito Rodríguez a 9´21´´, hasta que oficializó su retiro.
Con este panorama es evidente que Rodríguez quedaba fuera de todo si seguía (abandonó por fractura de un dedo y costillas), mientras que los demás tienen posibilidades pero muy cuesta arriba, ya que Evans en un “perro viejo” que sabe dosificarse y cuyo fuerte es aguantar a rueda.
De todos modos y más allá de los registros, lo fundamental es la salud de los implicados puesto que hubo varios golpeados como Nairo Quintana, por ejemplo, afectado en un codo y mucho dependerán de las secuelas que tengan para poder descontar.
Pero centrándonos en lo acontecido, enseguida comenzó la eterna discusión sobre si debió detenerse el grupo de Evans en vez de ampliar las brechas, con el público español bastante ofuscado al respecto.
Para ellos, sería bueno rememorar el ataque de Contador a Schleck en el Balés durante el Tour 2010, cuando el luxemburgués sufrió la avería de su cadena y el de Pinto no tuvo contemplaciones; así y todo, el debate perdura y cada vez que esto pasa comienza nuevamente.
Todo aquel que subió a una bicicleta a competir sabe que si la prueba va lanzada (es decir cerca de la definición) el pelotón no espera por nadie, y esto es justamente lo que pasó, ya que BMC venía en punta y acelerando antes de la montonera y es muy difícil ponderar situaciones como estas a 180 pulsaciones.
En la misma senda, es oportuno decir que hoy Evans sacó tajada pero que mañana puede ser él quién quede cortado y no deberá esperar misericordia por parte de los contrincantes, que obviamente recordarán esta jornada.
Sin ponernos como defensores de nadie, es bueno traer a colación el historial impoluto del campeón del Tour 2011, un atleta que no tiene problemas con nadie y es poco afecto a las polémicas o al juego sucio, por lo que si mantuvo la ofensiva es porque consideró que obraba bien.
Con 37 años, está ante sus últimas chances reales de éxito y se lo ve más atento que nunca, siempre en vanguardia y atacando, como sucedió también en Viggiano, hechos que dejan expuesta la agresividad con la que vino a disputar este Giro y que explicaría en parte su modo de actuar.
Recordemos también que el australiano se ha visto afectado en otras ocasiones por la situación inversa y por ello siempre profesó su rechazo a este tipo de jugadas, pero todo indica que se cansó y cobró algunas facturas viejas.
En cambio, si alguien jugó sucio fue Orica, la misma formación que pidió a gritos la neutralización de la etapa en Bari pero que en esta oportunidad colaboró para aumentar el hueco, con Matthews encabezando la movida.
Con todo esto sobre la mesa es imposible que el público se ponga de acuerdo al respecto si existen diferencias en el seno mismo del pelotón, pero desde este espacio creemos que el grupo venía a un paso endiablado y es muy complicado tomar una determinación al respecto, por lo que Evans hizo bien no detenerse.
El debate queda instalado y en las próximas horas se conocerán más detalles, con los principales voceros de uno y otro lado contando su verdad, pero lo cierto es que el Giro de Italia sufrió su primera gran selección y no fue por ningún espectacular ataque en las montañas, sino por una desafortunada circunstancia de carrera implícita en este deporte.