Por @amatiz12
Sonny Colbrelli (Bahrain-Victorious) ganó la 118º París-Roubaix, diseñada sobre 257.7 kilómetros entre Compiègne y Roubaix, que incluían 31 tramos de pavé acompañados de condiciones climáticas adversas. El italiano, fue el más astuto y con una fuerza impresionante, aguantó las embestidas de Mathieu van der Poel para vencerlo en el sprint final junto con Florian Vermeersch. El italiano Gianni Moscon, también fue gran protagonista y sólo las desgracias extra-deportivas le robaron la opción de hacerse con el gran monumento.
Bajo el diluvio pronosticado y fuertes vientos de costado, se dio una carrera alocada. Las ofensivas de Mathieu van der Poel (AFC) a distancia, dieron lugar al desorden y la rápida ruptura del grupo de los mejores. Bajo su iniciativa fue dando caza a diversos grupos que marchaban por delante del de él, en los que se hallaba gente importante como Sonny Colbrelli (TBV) o su coequipero Jasper Philipsen (AFC).
A 50 km de meta, estableció un colectivo junto con Philipsen, Van Avermaet (ACT), Colbrelli, Sweeny (LTS), Van der Sande (LTS), Boivin (ISN), Bissegger (EFN), Walscheid (DSM), Planckaert (AFC), entre otros, que distanciaba en 1′ al Gr. Wout van Aert, pero que se hallaba 45″ por detrás de la cabeza de carrera que contienía a Moscon (IGD), Vermeersch (LTS) y Van Asbroeck (ISN).
El italiano del INEOS, se separaría de sus compañeros de aventura en el tramo 8 de pavé, metiendo más presión a los persecutores que seguían sufriendo bajas por las previsibles caídas, originadas por el barro y la humedad de los adoquines. Con 1’25” sobre Van der Poel, Boivin, Vermeersch, Van Asbroeck y Colbrelli, dilucidaba un chance imperdible de acreditarse un monumento, una gran prueba de la que antes se rumoreaba, algún día podía conquistar.
Y sí, los libros de historia contarán que si la mala suerte no hubiese acechado a este particular corredor, la París-Roubaix habría sido suya. Es la verdad, porque un pinchazo y una caída bastaron para echarle abajo la diferencia ganadora que había cosechado. Eso y la combatividad de Mathieu, daban lugar a su caza a 17 de meta.
Las constantes aceleraciones de la estrella del Alpecin, hacían pasar estragos a Gianni, rezagado definitivamente en el tramo 5 de adoquines. Así las cosas la dinámica quedaba así: Tres en punta, donde Van der Poel era el único que tiraba, esperando a rueda Colbrelli y Veermersch, apelando a una táctica más conservadora pensando en el triunfo.
Por ahí hubo un intento de Sonny, con sólida respuesta de MVDP. Igual toda la responsabilidad recaía sobre los hombros del neerlandés que sin reprochar, seguía para adelante, corriendo como todo un capo. El trío emprendió su camino hacia el velódromo, dispuesto a jugarse el título en un sprint. Con Moscon a 40″ y Van Aert, Asgreen, Laporte y compañía a más de 50″, no habían preocupaciones de recibir nueva compañía.
Fue entonces cuando llegados a los últimos 200 metros, en uno de los templos del ciclismo, Colbrelli respondió al intento de sorpresa de Veermersch y por el medio sobrepasó tanto al belga como a Van der Poel, imponiendo su potencia y la energía ahorrada para así firmar su nombre dentro de la lista de ganadores del ‘Infierno del Norte’. Pese a que no guste cómo corrió, fue su método y le salió, así que seguro que el no se reprochará nada. Obtuvo la victoria de su vida.
Vídeo:
https://twitter.com/CiclismoInter/status/1444683628718567429?s=20
Clasificaciones:
Alejandro Matiz
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