Por @amatiz12
La consagración de Jonas Vingegaard en el Tour de Francia ya es oficial. El danés ganó merecidamente la ronda francesa tras ser mejor que el resto de adversarios y tener a su alrededor, al mejor equipo de toda la carrera. Las emociones son indescriptibles para alguien que se muestra frío ante la gente, pero que está viviendo un momento especial en su trayectoria.
“Es increíble. Por fin he ganado el Tour de Francia; nada puede torcerse ya. Ahora estoy aquí sentado, con mi hija en brazos, y la sensación es increíble”, describió el corredor del Jumbo-Visma tras cruzar la meta en París. “Es la carrera más grande del mundo, lo mejor que se puede ganar; ya es mía, y nadie me la puede quitar”.
“Siempre tuve la sensación de que podría conseguir la victoria, pero creo que cuando empecé a creérmelo fue tras Hautacam”, rememoró sobre el momento clave, donde supo que ya nada se le podía escapar. “Fue entonces cuando me di cuenta de que algo tenía que salir muy mal para que yo no ganara el Tour”.
Agradeció el apoyo recibido por los suyos, cuyo país tuvo el lujo de ser el Grand Départ de esta edición. “Ha sido increíble ver en la cuneta y en los Campos Elíseos a tantos daneses que han venido aquí a París para verme pedalear con el maillot amarillo. Quiero dar las gracias a todos los aficionados que me han apoyado a lo largo de estas tres semanas”, cerró Vingegaard.
Alejandro Matiz
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