30 años de sanción para los cabecillas de la trama de dopaje Altopack-Eppela descubierta tras la muerte de Linas Rumsas
Por Oscar Trujillo Marín
Después de 3 años hoy la NADA (que leído así en español nos suena bastante metafísico y sin sentido existencial, pero son las siglas de la Agencia Italiana anti Dopaje) dio a conocer las más severas sanciones que se recuerden para una trama de fraude deportivo relacionado con el ciclismo.
Algunos integrantes del desaparecido equipo sub 23 Altopack-Eppela fueron sancionados con 30 años de prohibición para cualquier tipo de actividad dentro del ciclismo y el resto de los deportes, por extensión. La muerte de Linas Rumsas a los 21 años -el 3 de mayo de 2017- por causa de un fulminante ataque cardíaco (hijo de Raimondas Rumsas ex ciclista lituano que fue sorprendente tercero en el Tour de 2002) propició una rigurosa investigación que hoy termina con estas sanciones.
“Como joven, en las semanas anteriores a su muerte, logró grandes resultados, bien superiores a los anteriores, en carreras particularmente difíciles. Sospechamos que su muerte está relacionada con el uso de sustancias no autorizadas”, declaró el portavoz de la policía italiana en su momento en rueda de prensa. “La investigación ha revelado la existencia de un sistema destinado a facilitar el dopaje”.
De inmediato, la unidad investigativa de la policía transalpina recolectó pruebas e hizo numerosos registros domiciliarios que terminaron con el arresto del propietario del equipo, Luca Francheschi y un ex director deportivo del equipo Elso Frediani, también a un farmacéutico Andrea Bianchi y el ex entrenador Michele Viola, como sospechosos de suministrar a sus corredores sustancias dopantes, y otras prohibidas sin prescripción médica.
Francheschi y Frediani recibieron 30 años de inhabilitación total por múltiples delitos: manipulación o intento de alteración de los controles de dopaje, tráfico ilegal de sustancias prohibidas, administración a atletas de sustancias prohibidas y complicidad.
El resto de de sanciones fueron: de 30 años a los padres de Frediani, Narcisso Frediani y Maria Luisa Luciani, en cuya residencia se efectuaban los tratamientos de dopaje. El ciclista y farmacéutico Andrea Bianchi fue suspendido por siete años por suministrar productos sin receta. Los corredores Matteo Alban y Niko y Yuri Colonna también fueron sancionados con 4 años por consumo y distribución.
El asunto se torna más abyecto y repugnante cuando la policía comprobó que Francheschi era una especie de caza talentos que atraía a las mejores promesas juveniles con la intención de “acelerar” un proceso que le permitiera transferir potenciales campeones y lucrarse con su paso a las escuadras más poderosas. La policía italiana y la NADA (que esta vez hay que reconocer que si sirvió para algo) anunciaron que Franceschi “reclutó a los ciclistas más prometedores, los motivó a tomar drogas, y sustancias de dopaje adquiridas, incluida la EPO en microdosis”
Pero aparte de lo positivo de haber descubierto y sancionado esta infame trama de dopaje que se ensañaba con los corredores más jóvenes inmaduros e inexpertos, esta historia tiene un sino trágico de dopaje dentro de una familia sin escrúpulos que nunca aprendió la lección.
Raymondas Rumsas padre, durante su carrera vivió varios episodios de dopaje (era la EPOca de las sanciones ridículas) y uno grave en particular, por el que fue penalizado con más rigor en 2003, por EPO. Debido a la recurrencia y a este escándalo, fue expulsado de LAMPRE, lo que finalmente acabó con su toxicómana carrera a los 32 años.
Por suerte, su esposa Edita Rumsas no se dopaba en su trabajo, como tampoco cuando se encargaba del cuidado del hogar. Sin embargo, en 2002, durante el último día del Tour de Francia, en un control rutinario de carretera de la policía francesa, al revisar su furgoneta encontraron un arsenal de productos dopantes.
Edita Rumsas alegó que esa farmacopea ambulante era para su madre. Al parecer la abuela se chutaba EPO, corticoesteroides, testosterona, hormonas del crecimiento y demás minucias para ser más competitiva en sus trepidantes partidas de bridge. Era conmovedor imaginarlo, sin duda. Pero a los gendarmes no les sonó muy convincente, no se tragaron el cuento. En 2005 la pareja fue sancionada de por este incidente.
Como dijimos arriba, la investigación se precipitó por la muerte de Linas Rumsas en mayo de 2017, efectivamente el pobre chico ya se dopaba en la formación Altopack Eppela. Pero es que solamente 3 meses después de la muerte de su hermano mayor, el hermano que le sobrevivía Raimondas Rumsas Jr, también ciclista, dio positivo por hormonas del crecimiento GHRP-6 en un control fuera de competencia en Italia, donde residen desde que su padre era corredor profesional. Poco después fue sancionado con 4 años.
«Su sonrisa iluminó hasta el más oscuro de los días» y “Siempre te amaremos en silencio y nunca te olvidaremos» publicó en sus perfiles de redes sociales el Altopack-Eppela el día de la muerte de Linas. Que leído hoy suena aún más cínico y vil.
Familia que se dopa unida termina unida en la desgracia. Eso si, en la mesa, durante las comidas y cenas los Rumsas tenían prohibido hablar de temas álgidos: política, religión, dopaje y esas cosas incómodas que le dañan el rato a cualquiera.
Oscar Trujillo Marín¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
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Ojalá sigan investigaciones y se llegue al nicho de algunos Directores Deportivos , auxiiares y algunos Médicos que con toda seguridad han tomado parte en la cadena de cientos de ciclistas metidos en líos con el dopage. Y SUSPENSION VITALICIA a propiciadores del dopage.
Esta sanción y esta historia la debieran tener grabada en la piel quienes creen que el doping no es grave, que no afecta la salud, quienes bajo el paraguas de la tristemente famosa frase: “un burro no gana un derby”, creen que el problema no es el dopaje sino que solo pillan a algunos, y por lo tanto, sostienen que debe haber barra libre y asi todos corren en igualdad de condiciones y no hay escándalos que manchen al ciclismo.
P.D. no me pareció de buen gusto ridiculizar a la madre del ciclista muerto. Suficiente castigo fue ver morir a un hijo en la flor de la juventud. Como padre que soy, me da pavor una experiencia de esas, creo que moriría con ese hijo perdido. Por favor, más tacto.
Anibal, sus padres por desgracia no se han caracterizado por ser muy responsables en este asunto con sus hijos, ni en sus vidas impregnadas de temas de dopaje desde hace mucho tiempo. De hecho, Raimondas fue investigado por la muerte de su propio hijo porque se comprobó que tuvo “negocios” en el pasado con el dueño del equipo sancionado. Dudo que la madre no supiera en que andaban sus hijos y esposo Anibal. Además no me burlé de ella, (como mucho de la abuela) su respuesta a los policías fue bastante absurda, ameritaba una explicación a juego.
Triste el contenido, pero buena la nota para leer.
Como un punto de vista partícular Oscar y sin el ánimo mas allá de hacer una crítica constructiva, me quedo con la primera parte de Liderazgos Compartidos y una nota de este estilo. Me parece que la sátira la perfilas bien, es algo ameno y crea expectativa línea a línea, aun cuando de pronto se toquen algunas susceptibilidades, pero la segunda parte de Liderazgos Compartidos estuvo muy cargada sobre todo al principio, de hecho empecé ansioso a leerla y al poco tiempo sentí que perdí algo del interés con tantos adjetivos y sinónimos confinados en un solo párrafo, como que uno se pierde del hilo, aun así, el fondo del contenido me pareció razonablemente bien estructurado. Este texto por ejemplo a pesar del triste fondo que conllevaba me pareció muy equilibrado y lo disfrute. Gracias
Milton esa es mi cruz: trasegar por este mundo en la búsqueda incesante del artículo, la crónica o al menos el párrafo perfecto. Nunca lo voy a conseguir, lo sé. Pero el fracaso es mi alimento. Un saludo.
La UCI debe proponer a los Estados que la practica del dopaje tenga sanción penal para los distribuidores y para quienes suministran esas drogas, como cualquier droga ilícita, eso ayudaría a evitar tanto trafico.
Esta historia como todas, vamos a terminar de saber la verdad cuando el Señor Raymundas se siente delante de una camara y un microfono y cuente toda la verdad. Eso podra tomar años, pero tarde o temprano caerá. Esperemos que la muerte de sus hijos lo ilumine y se atreva a relatar los hechos sin mucha tardanza. Dando el ejemplo para no más de nuestros chicos caigan en esa trampa.
Con este tipo de hallazgos toma aún mayor relevancia la denuncia que hizo Quintana hace unos días.
En Colombia ya está cursando en el Congreso un proyecto de ley para sancionar el dopage como delito.Esperamos que para el 2021 haya sido discutido y aprobado.
Realmente, la agencia nacional antidopaje italiana se llama NADO Italia,
https://www.nadoitalia.it/it/home-it/chi-siamo.html