Un renacido Kristoff se viste de amarillo por primera vez en su carrera

Por Oscar Trujillo Marín

Los viejos rockeros nunca mueren. A sus 33 años, (edad avanzada para especialistas en embalajes) el noruego Alexander Kristoff, uno de los mejores sprinters de su generación, volvió a ocupar un papel estelar en la inauguración del Tour de Francia.

Entre su envidiable palmarés y destacados logros (Tour de Flandes, Milán-San Remo, campeonato europeo de ruta etc), Alexander nunca había vestido el jersey amarillo en el Tour de Francia, honor que le llegó hoy. “Esto es muy especial. Siempre he soñado con esa camiseta amarilla. No podríamos haber deseado un mejor comienzo con nuestro equipo, ya que venimos más armados para la escalada y la general. Este es un gran sentimiento“, declaró orgulloso el ganador en Niza.

Su victoria a falta de lanzadores o apoyo se la buscó solo a punta de mucha experiencia y colocación: “Afortunadamente, encontré la rueda correcta. Solía ​​estar con Sagan, pero perdí su rueda. Entonces vi a Bol irse. Empezó temprano y afortunadamente yo todavía tenía suficiente velocidad para rebasarlo desde atrás”.

El sprinter de UAE no había comenzado este accidentado año muy bien hasta ahora, pero sin duda este es un bonito reencuentro con la victoria en el mejor escenario posible. “Mi temporada hasta hoy no fue buena, no. Incluso me caí en el Campeonato de Europa. Pero esto significa mucho para mi carrera”, finalizó Kristoff, quien logró su primer triunfo del 2020.

Oscar Trujillo Marín

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