Los favoritos perdonan a Froome: ¿temor o falta de piernas?

Por @pmpalermo

Con el abandono de Nairo Quintana como principal noticia del día, se afrontó la tercera llegada en alto de la Vuelta a España con arribo al puerto inédito de San Miguel de Aralar donde los principales candidatos al título dejaron a todos con las ganas y no mostraron demasiado. 

Es que la mayor parte de las acciones fueron encabezadas por segundas espadas, destacando las ofensivas de Robert Gesink, Warren Barguil, Dan Martin y Dani Navarro, los dos últimos con reiterados e infructuosos saltos.

Claro está que también estuvo el de Aru, a día de hoy algo alejado de la batalla grande (7° a 2´13″), pero el joven italiano ya demostró que no hay que subestimarlo y por eso no lo catalogamos como segundón, además de que su movida tuvo éxito.

Centrándonos en los aspirantes, es casi inexplicable la pasividad con la que treparon el puerto luego de conducir el pelotón a toda marcha para impedir que la fuga llegara; tal vez alguno tuvo un mal día y lo disimuló, pero que todos hayan padecido es casi imposible y por eso más grave lo sucedido.

Es que a 6 kilómetros de la cima, Chris Froome dio muestras obvias de debilidad cuando su propio compañero trabajaba en la selección, algo que invitaba a los ataques de Contador, Valverde o Rodríguez, que podrían haber liquidado al de Sky.

No sólo no lo hicieron sino que dejaron que el campeón del Tour de Francia 2013 subiera a ritmo, mirando constantemente su potenciómetro para controlar los watts y así poder pasar el momento de crisis, luego del cual se puso al frente del selecto grupo.

Los cambios de ritmo de Contador, Aru y Navarro en la parte dura a 2000 metros de la conclusión cortaron temporalmente al nacido en Kenia, pero la no continuidad de los mismos dio vida al de negro, que salvó la jornada y terminó apenas un segundo detrás del trío en cuestión que se limitó a dirimir asperezas en un sprint por las bonificaciones.

Con los hechos consumados hay dos lecturas para hacer: la primera y más evidente, que los más fuertes son Contador, Purito y Valverde pero que así y todo le perdonaron la vida a un atleta que llega más fresco y podría darles un disgusto más adelante puesto que es 4° a 1´21″. La otra es saber los motivos que llevaron a los capos de Tinkoff, Movistar y Katusha a no atacar.

¿Temor?¿falta de piernas?¿desconocimiento del puerto?¿viento frontal?¿ausencia de gregarios en algunos casos?Justamente en este apartado no es ningún secreto que el de Pinto no cuenta con una escuadra potente, situación opuesta a la de sus adversarios, que lo llevaron cómodamente a ritmo luego de tirar endemoniadamente para acabar con el corte.

Las conjeturas son muchas y prácticamente imposibles de dilucidar ya que sólo el seno de cada escuadra sabrá el estado real de sus ciclistas, pero el hecho de que nadie se haya movido nos lleva a pensar que viajaban en igualdad, que subieron a tope y que todos se limitaron a pasar la jornada.

Contador es líder y la obligación de los demás, pero es conocida la fiereza con la que suele manejarse el madrileño aún en posiciones de avanzada, indicio de que no iba fino como para hacer daño y optó por controlar.

El murciano recortó 7″ entre el embalaje intermedio y el de meta, resultando el más beneficiado hoy, pero si quiere ganar la Vuelta no puede seguir apostando a las bonificaciones.  En tanto que Rodríguez es merecedor de la mayor cantidad de críticas ya que le urge achicar márgenes mayores y exprimió a sus gregarios al máximo sin provecho. ¿Habrá sido él quién no tuvo piernas?

Urán es 3° en la tabla principal pero no lo cuestionamos porque es de los que sube a ritmo y bastante bien lo hizo, lo mismo que Samuel Sánchez (6°), pese a que ambos cedieron en el embalaje y entraron a meta con 13 y 15 segundos de retraso respectivamente.

A modo de resumen, creemos que de todos modos Froome no hará daño y que las habituales hazañas a las que nos tienen acostumbrados Purito, Contador y Valverde nos llevan a exigirles en consecuencia sin tener en consideración que los dos primeros arrastran una campaña marcada por lesiones y el de las Lumbreras por un cargado calendario.

Todavía queda mucha Vuelta, nuestros protagonistas son veteranos que se conocen a la perfección y seguramente hayan reservado energías para más adelante, cuando finalmente descubrirán sus armas y regalarán el espectáculo que hoy negaron.

Pablo Martín Palermo