Llegó a trabajar 35 horas en su granja, ahora lo obligan a entrenar más

Es líder de su equipo y viene de un año de sinsabores en las clásicas. Llegó a trabajar 35 horas en su granja, ahora lo obligan a entrenar más

Cambios drásticos en el entrenamiento

Tiene 22 años y ya acumula 27 victorias en apenas tres años. Sin embargo, aún no pudo desembarcar con fuerza en las grandes clásicas como se esperaba. Este año, el campeón belga Arnaud de Lie hizo numerosos cambios en su preparación y, eso incluye, aunque suene insólito, trabajar menos en la granja familiar de su padre. En pocas palabras: quiere volverse más profesional, pese a que este ya es su tercer año con las mayores.

Uno de los cambios que hizo el puncheur del Lotto fue tener a un nuevo entrenador: Gaëtan Bille. El coach revela en una entrevista a HLN que De Lie, en su primer año como profesional, “llegó a trabajar 35 horas a la semana” en la granja familiar. Eso no solo le resta tiempo a su entrenamiento, sino que puede suponer un riesgo. El año pasado se perdió todas las clásicas de abril por contraer la enfermedad de Lyme a causa de una picadura de garrapata. En esa misma granja, aterrizó un par de años atrás Patrick Lefevere, entonces jefe del Soudal, pidiéndole que se sumara a su equipo.

No le impedirán ordeñar sus 450 vacas

“¿Te imaginas a Mathieu van der Poel trabajando en una granja? ‘Si quieres ganar carreras importantes, tienes que ser un corredor 25 horas al día’, le dije claramente a Arnaud. Y eso incluye prestar atención a aspectos como la estabilidad del tronco y la recuperación”, indicó.

Eso no implica –aclaró- que le prohíban a De Lie pasar tiempo en la granja donde hay 450 vacas. “A veces Arnaud busca y encuentra su paz mental y su distracción en otras cosas. Ordeñar las vacas antes del amanecer no le hace ningún daño. El trabajo físico, en particular, se ha reducido gradualmente. Él es muy consciente de los beneficios”.

Para De Lie, el trabajo en la granja le ayuda a ser un mejor ciclista

Además de ordeñar, desde la infancia se dedica a tareas de transporte y limpieza. En 2023, De Lie contaba sobre su trabajo en el rebaño familiar y sobre como lo ayudó a ser un mejor ciclista. “Ambas profesiones [la ganadería y la competición] exigen el mismo rigor. Si no se ordeña a los animales una vez, uno se expone a grandes problemas: si no se entrena todos los días, es lo mismo”, señaló a L’Equipe. “Probablemente no me habría convertido en un buen corredor si no hubiera sido un muchacho campesino”, indicó De Lie, quién reside en Lescheret, un pequeño pueblo en lo profundo de las Ardenas flamencas.

“Mentalmente, ya ni siquiera lo veo como una limitación”, dijo De Lie sobre las llamadas de alarma a las 6.30 de la mañana para ordeñar las vacas. “Me impone un ritmo de vida. Me da un poco de actividad por la mañana, para entrar en calor. Después del ordeño, como y ya estoy en forma para el resto del día. No digo que no sea duro, pero eso es bueno, da carácter”. “Cuando terminas el día aquí en invierno, está nevando, la temperatura es bajo cero, eso te ayuda a forjar tu carácter”, dijo sobre la granja. “No es casualidad que me apetezca que me crezcan alas en una bicicleta cuando llueve y hace frío. Me siento cómodo cuando es duro y veo a otros sufrir”.

Indicó que le gusta mucho trabajar en la granja con su padre, pero que “es difícil compaginar el entrenamiento y el sueño con el trabajo en la granja”. “Así que ahora voy a la granja cuando tengo un día de descanso”, señaló. De Lie, después de todo, no es el primer hijo de granjeros del pelotón. Nombres como Raymond Poulidor o Miguel Induráin también crecieron entre establos.

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