Análisis: El Etna no “dijo” nada
Por @pmpalermo
El Giro de Italia 2017 tuvo su primer final en alto y, pese a las ilusiones que despertaba en la previa, no pasó nada. Es que, al margen de la heroica cabalgada rumbo al triunfo por parte de Jan Polanc, los favoritos no quisieron ni pudieron enseñar sus armas.
Para entender esta afirmación es conveniente separarlos en dos grupos, con una parte interesada en moverse y abrir diferencias en el puerto, y la otra pensando en superar la jornada sin percances, marcando ruedas y sin ceder segundos.
Los ofensivos
Entre los que debían ser ofensivos esperábamos a Mikel Landa, Steven Kruijswijk, Tom Dumoulin, Ilnur Zakarin y Vincenzo Nibali. Sin embargo, los dos primeros no pudieron por diferentes razones y debieron conformarse con no perder, un triunfo en sí mismo.
El vasco pinchó en plena ascensión, una tragedia que, en condiciones normales, no hubiera podido evitar. Y con esto nos referimos al viento frontal, que frenó el andar del grupo en todo momento y permitió al de Sky reintegrarse a rueda de un Deignan genial luego de haber recibido la rueda de Seba Henao. Eso sí, el “calentón” descubrió buenas piernas por parte del hombre de Murguia.
En lo que a Kruijswijk refiere, el hecho de haber arribado junto a sus contrincantes luego de haberse ido al suelo en la base del puerto fue una hazaña. El primer final en alto suele ser nervioso y, luego de un incidente del género, mucho más.
Pero el “tulipán” pudo superar el problema, uno más en estos cuatro días que no han sido un paseo para él. Ciertamente que debe estar feliz por el desenlace del día.
Nibali y Zakarin sí atacaron, con suerte dispar y sin resultados de peso. El “Tiburón” no lució sólido y fue secado en el acto por un Amador muy atento que evitó así el desgaste a su líder, Quintana. Para resaltar la actitud del capitán de Bahrain y su bloque, protagonistas permanentes que no esquivaron la responsabilidad.
Zakarin, que persiguió tres veces en cuatro días por averías o incidentes, fue el “ganador” entre los capos, aunque su rédito fue ínfimo en lo numérico. El ruso quería recuperar segundos perdidos, lo logró y, más importante aún, confirmó excelentes sensaciones con una ofensiva en solitario y contra el viento que no fue neutralizada.
Luego de un invierno complicado, el de Katusha tendría margen de progresión a lo largo de las etapas y eso lo convierte en un peligro directo para los aspirantes al trono italiano.
Por último, señalar a Dumoulin, que tiene casi como costumbre atacar en la subida inaugural de cada grande en la que participa. Ya sea para probar su nueva y estilizada figura o directamente para empezar a sacar tiempo de cara a las grandes montañas, el holandés lo intentó, infructuosamente.
Los conservadores
Como señalamos, había otro grupo de líderes con la cabeza enfocada en aguantar y pasar la fracción. El primero, Nairo Quintana, de quien dijimos en la previa que no mostraría la cara por lo temprano del evento y sus intereses en el doblete con el Tour.
Tal cual lo previsto, el colombiano no se expuso nunca y hasta envió a Amador a cubrir una “agresión” de alguien tan importante como Nibali. Poco más que decir del tunjano, que cree mucho en sus opciones para la tercera semana, táctica arriesgada con una climatología como la del Giro que puede acarrear suspensiones.
El Blockhaus, un puerto durísimo que culminará el noveno día de actividad, podría ser un buen escenario para empezar a luchar por la general. Pero, falto de ritmo a este nivel y con el Tour entre cejas, no debe descartarse que el paciente escarabajo extienda su pasividad hasta los Alpes.
Sabedores de su buen sprint y sin apuros por vestir de rosa, Adam Yates y Thibaut Pinot aguardaron en el lote. Eso sí, el galo puso a sus gregarios a trabajar en algún punto, esfuerzo efímero que prácticamente pasó inadvertido.
Sin Landa para alternar ofensivas o subir a rueda, Thomas se limitó a cumplir. El galés dejó gratas sensaciones, ganó el sprint del grupo a Pinot y ratificó el gran momento que atraviesa y que, a nuestro entender, debería empezar a usufructuar antes que los escaladores puros exploten en todo su esplendor.
Bob Jungels es nuevo líder luego de pasar casi toda la fracción en las primeras posiciones del pelotón, trabajando junto a sus compañeros y exponiéndose al viento. El luxemburgués viste de rosa otro año más y se quitó presión afirmando que todo lo que venga desde ahora será un premio.
En una subida controlada y a ritmo por el viento, un pasista como él la pasó bien y no sorprendió que se quedara con el liderato. Veremos hasta dónde llega su crecimiento cuesta arriba.
Poco que añadir o evaluar respecto a Mollema, Pozzovivo, Kelderman, Formolo o Van Garderen. Quizás, por la forma mostrada hasta ahora, el de Cannondale y el de BMC pudieron haber hecho más, pero tampoco pueden ser criticados por no moverse con la climatología reinante.
En definitiva, los que siguieron ruedas no descubrieron su condición, y los otros -a excepción de Zakarin- tampoco se exhibieron en exceso, optando por ingresar agrupados en meta. El Etna no dijo nada y habrá que aguardar para saber qué tiene cada gallo en las piernas.
Pablo Martín Palermo
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El Giro es una competencia que se debe correr más con la cabeza que con las piernas, muestra de eso fue lo demostrado por Niballi el año pasado que solo le faltaron 3 etapas para recuperar todo lo perdido y aún más sacarle tiempo a sus rivales.
Los del sky no pudieron hacer diferencia por el pinchazo q pudo perder mucho tiempo nibali no pudo hacer hueco creo q un ataque al estilo contador puede sacar diferencias si todos están subiendo igual
Esta mas interesante de lo que parecia, muchos corredores fuertes que no venderan barata su derrota.
excelente resumen
difícil no estar de acuerdo. el tiburón ni la aleta mostró. nairo claramente espera la 3ra semana. dumolin habrá q ver si sigue siendo fuerte en la cr. y cada día me cae mejor jungels.
Como siempre muy buenos tus comentarios, es un balsamo leer tu pagina,… porque ver ESPN es un martirio, hay que dejarlo sin sonido y solo ver las imagenes.
Coincido en todo con Richard Tormen, la transmision de ESPN es insufrible. Muy buen analisis Pablo!!