Amstel Gold Race 2024 Previa

Por @jmhers

Una vez superadas las clásicas de adoquines el ciclismo mundial pone miras a las colinas de las Ardenas para el tríptico ciclista más famoso de todos y que comienza con la Amstel Gold Race, una carrera siempre muy intensa y de extrema exigencia que por sus características beneficia a una amplia variedad de corredores.

La ruta

La Amstel Gold Race es una de las clásicas más difíciles del calendario, claro que con el perdón de los Monumentos. Ya de por sí la distancia de 253 km a recorrer es desafiante pero si a eso le añadimos 33 ascensiones y más de 3000 metros de desnivel positivo se vuelve una prueba de fuego. Ya no hay más adoquines en la temporada pero nos quedan estos muros ‘ardeneros’ la mayoría de entre 0.7 y 1.5 km de largo pero con rampas duras que a veces, como en un tramo del temido Keutenberg, sobrepasan el 20%.

En la ruta no hay cambios significativos con respecto a ediciones anteriores: la carrera comenzará en Maastricht (dato: ciudad natal de Tom Dumoulin) y recorrerá la provincia neerlandesa de Limburgo, con una breve incursión en territorio belga hacia la mitad, para llegar a la ciudad de Valkenburg. A diferencia de otras grandes clásicas no se iniciará con decenas de kilómetros llanos para entrar en calor sino que el terreno quebrado comienza ya a los 12 km de carrera aunque el terreno realmente decisivo llegará al último tercio del recorrido.

En general el pelotón transitará por carreteras poco anchas y serpenteantes casi siempre subiendo o bajando y eso irá acumulando un gran desgaste en las piernas. El primer hito llegará a unos 82 km a meta con la primera subida al Cauberg. Esta cota, una de las más representativas de la carrera ya que por muchos años la línea de meta estuvo en la cima, es corta pero tiene rampas de hasta el 13% y marca la entrada a una especie de circuito final en el que los corredores pasarán dos veces por la línea final (a 79 y 16 km de meta) antes de finalizar la competencia. Antes del Cauberg se habrán superado cotas de más dificultad pero es en ese punto es donde posiblemente comenzará a lanzarse la carrera: la velocidad irá en aumento y la pelea por una buena posición se hará más tenaz.

Pero si hablamos de terreno rompe piernas donde es probable que la carrera se decida tenemos que centrarnos a partir del kilómetro 45 a meta, que es cuando se sube al muro de Gulperberg (que tiene rampas de hasta el 17%) y a continuación casi encadenados el famoso Kruisberg, Eyserbosweg (donde el año anterior Pogacar dio un primer acelerón que solo pudo seguir Pidcock), Fromberg y el terrible Keutemberg que se sube a 28 km de meta y que es una de las cotas más difíciles, donde Pogacar se fue en solitario para ganar la edición de 2023.

Una vez pasado este tramo increíblemente exigente, vendrá de nuevo el Cauberg y en penúltimo paso por meta; una vez que suene la campana de última vuelta a 16 km de meta quedarán dos cotas por superar, los dos últimos obstáculos para quienes hayan atacado en pos de la victoria. No son las subidas más duras del día pero con el enorme desgaste con el que los corredores van a llegar a este punto (la última, Bemelerberg, se subirá a solo 5 km de meta) van a pesar enormemente en las piernas y no hay que sorprenderse de ver alguna implosión.

La participación

Uno de los encantos de la Amstel es que con la cantidad de desnivel y la ausencia de adoquines el favoritismo está abierto a una amplia gama de corredores. Los puncheurs, corredores explosivos de colinas, están en su elemento natural pero los clasicómanos de adoquines también suelen ser protagonistas así como escaladores de media montaña e incluso los más versátiles de entre los vueltómanos.

Este año el cartel de máximo favorito recae, nuevamente, en Mathieu van der Poel quien ya sabe lo que es ganar aquí pues levantó los brazos en 2019 de manera épica regresando a cabeza de carrera en el último km cuando parecía que ya había perdido sus posibilidades en uno de los mejores finales de clásicas de los últimos años.

Pero si hay un terreno en el que el que hay al menos una posibilidad de que el campeón del mundo se vea humano ese es el de las Ardenas, en Amstel (y más adelante Lieja) la potencia arrasadora de van der Poel no están en duda, pero tendrá al frente la dureza de las 33 subidas y a esa gama más amplia de rivales qué ya mencionábamos.

Gianni Vermeersch que hizo un excelente trabajo para su líder en Roubaix vuelve a ser uno de los puntales del equipo Alpecin para ayudar a van der Poel, junto a Riesebeek y a Kragh Andersen, son una buena nómina pero ¿Lo suficiente para controlar la carrera en los muros con pendiente de más de 15%?

Si de nóminas fuertes hablamos una de las más poderosas de la carrera es sin duda la del UAE Emirates que llegan liderados por Juan Ayuso quien es un buen ejemplo de esos corredores que pueden hacer un podio en carreras de tres semanas pero también ganar en vueltas menores y con la explosividad suficiente para destacarse en una Amstel Gold Race. Acompañan al español: Brandon McNulty que está pasando por un buen momento, Finn Fischer Black que es muy potente en colinas y media montaña, Joao Almeida que no necesita presentación y es muy difícil de soltar y Marc Hirschi quien es siempre una incógnita. Como es usual, la debilidad de esta nómina estelar es su capacidad de organización y que tantos gallos dejen de lado sus objetivos personales para trabajar a tope por sus compañeros.

El Lidl-Trek fue el equipo que mejor intentó plantarle cara a van der Poel en los adoquines, y en Amstel vuelven a ser un equipo que puede resultarle incómodo al Alpecin. Su principal carta es Mattias Skjelmose quien tiene muchas cualidades que se ajustan a las Ardenas y ya fue 8vo en esta carrera, pero no viene solo ya que le acompaña un puncheur de mucho oficio como Andrea Bagioli, Tom Skujins que es muy potente subiendo o el experimentado Bauke Mollema. Otra escuadra que es muy solvente.

El Education First alinea a un corredor que ya fue podio aquí el año anterior y que está muy motivado para hacer un papel igual o mejor: el irlandés Ben Healy quien es otro que está en su terreno en el mar de colinas que es la Amstel. También estará Richard Carapaz en su regreso a la competición tras haberse caído en el último día de Tirreno Adriático, con su versatilidad sería factible que sea protagonista en esta carrera pero hay que esperar a ver en qué estado de forma se encuentra.

Tom Pidcock ya ha estado dos veces en el podio de esta carrera, una de ellas quedando segundo contra Van Aert por milímetros en uno de los photo finish más cerrados de los últimos tiempos. El británico se ha mostrado en los adoquines y confía en que ese buen estado de forma rinda frutos ahora en las Ardenas. Otro corredor muy interesante para seguir es Benoit Cosnefroy del Decathlon quien viene de ganar Flecha Brabanzona y también ya ha sido 2do en esta carrera. Tiesj Benoot y Matteo Jorgenson serán, por otro lado, las cartas de un Visma Lease-A-Bike que está asolado por las caídas de sus principales líderes y necesita un empuje anímico. Milan Vader o Tosh van der Sande pueden ser corredores de gran apoyo dentro de un Visma que no llegan como grandes favoritos pero siempre son un equipo de mucho cuidado.

Finalmente hay una larga lista de opcionados que en una carrera tan dura y difícil de controlar tienen opciones a pesar de no llegar como ultra favoritos: Maxim van Gils, Pello Bilbao, Roman Gregoire, Dylan Teuns, Oscar Onley, entre muchos otros.

Pronóstico

⭐⭐⭐⭐⭐ 

Mathieu van der Poel (Alpecin Deceuninck)

⭐⭐⭐⭐Ben Healy (EF Easy Post), Benoit Cosnferoy (Decathlon AG2R)

⭐⭐⭐Juan Ayuso (UAE Emirates), Tom Pidcock (Ineos Grenadiers), Mattias Skjelmose (Lidl-Trek), Maxim van Gils (Lotto Dstiny), Matteo Jorgenson (Visma LAB)

⭐⭐Romain Gregoire (Grouapama FDJ), Brandon McNulty, Finn Fischer Black (UAE Emirates), Oscar Onley (DSM Firmenich), Maximilian Schachmann (Bora Hansgrohe), Tiesj Benoot (Visma LAB)

⭐Michael Matthews (Jayco AlUla), Pello Bilbao (Bahrain Victorius), Richard Carapaz (EF Easy Post), Alex Aranburu (Movistar)

Marcelo Hernández

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