Análisis: Felline se abre camino entre los grandes de Trek

Por @pmpalermo

Sin lugar a dudas, el primer tramo de la campaña 2015 es un sueño para Fabio Felline, corredor italiano de Trek que en 19 días de competición acumula nueve top 5, entre los que se cuentan su primera diana en dos años y puestos de en honor Critérium Internacional, Vuelta a Murcia y Strade Bianche.

Señalado como uno de los pedalistas más promisorios de su país, el de Torino dio el salto muy joven (19 años) al Pro Tour. Fue en 2010, de la mano de Gianetti y Matxin con el Footon Servetto, tras una sola campaña como amateur en la Bergamasca Colpack De Nardi, estructura en la que hizo gala de una regularidad impresionante que le valió el pasaje a la máxima categoría.

Felline destacó de inmediato en su nueva escuadra, con sorprendentes actuaciones como el 10° puesto en la E3 Harelbeke, el título y dos etapas en el Circuit de Lorraine y algunos destellos en Trofeo Deiá, Tour de Romandía o Giro di Sardegna, frente a rivales de contrastada trayectoria.

Los tres cursos siguientes, con GEOX primero y Androni después, la tónica fue la misma: pinceladas de clase mezcladas con falta de constancia y resultados, propios de su inmadurez. Así y todo, dicho período dejó dos podios parciales en el Giro de Italia, etapa en Brixia Tour y victorias en el Memorial Marco Pantani, Giro dell’Appennino y el sector 1a de Settimana Internazionale Coppi e Bartali 2013, su última diana hasta hace unos días cuando se quedó con la crono del Critérium Internacional.

Sin embargo, un “sabor a poco” acompañó su figura en ese proceso, probablemente por las altísimas expectativas despertadas sobre él cuando era amateur y sobresalía en competencias por etapas debido (según contó) a su poder de recuperación.

Las cosas cambian 

Con la edad llega la responsabilidad y, tras un 2014 gris de adaptación en Trek, Felline por fin se muestra a la altura de lo que se esperaba desde su salto al profesionalismo, con estupendas actuaciones que hoy lo tienen como uno de los pedalistas más sólidos del pelotón.

Es que el atleta transalpino tiene la capacidad de estar adelante en todos los terrenos, ya sea en sprints desde grupos reducidos, cronos cortas y hasta media montaña, pero nunca antes había logrado sostener en el tiempo sus prestaciones como lo está haciendo ahora.

Como dijimos, Felline volvió al triunfo en la crono del Critérium Internacional, cita en la que además fue 3° en la general luego de una excepcional escalada al Col de l´Ospedale, donde apenas perdió 25″ con el campeón, Péraud y aguantó casi todos los embates cuesta arriba de un especialista como Pinot.

Justamente en el evento galo, exhibió sus avances en dos apartados cruciales en este deporte como la lucha contra el tiempo y las subidas. En el primero, ya había dado un aviso con el 3° puesto en el cierre de la Etoile de Bességes, mientras que el otro salta a la vista con sus lauros estacionales restantes: 2° Drôme Classic, 3° Classic Sud-Ardèche, 4° Vuelta a Murcia, 5° Trofeo Laigueglia, 7° Classica Corsica y 8°Strade Bianche.

Con 25 años recién cumplidos, el futuro es suyo, pero el presente también y Felline lo disfruta. En el tramo conclusivo de su vínculo con Trek, está retribuyendo la confianza que Guercilena depositó en él cuando armó el proyecto y necesitaba resultados inmediatos, que el atleta no consiguió. Pero el trabajo siempre paga y el italiano es hoy una de las caras visibles de la estructura, que apenas acumula siete victorias y encima perdió a Cancellara.

El cielo es el límite

Regular y confiado como está, el piamontés puede ser la baza de los de negro en las Ardenas si Schleck, Arredondo o Mollema flaquean. Pero también en vueltas de una semana como la venidera Itzulia, en la que puede confirmar todavía más su crecimiento en un ondulado trazado apto para sus camaleónicas cualidades.

Gregario de lujo cuando le toca, ahora solvente capitán, la trayectoria de nuestro protagonista pareciera encaminarse por los derroteros esperados y, mejor aún, con una década de margen por delante para hacer usufructo de sus polivalentes virtudes que, por cierto, todavía no conocen límites.

Por lo pronto, esta incipiente estrella tiene que mantener la regularidad y encontrar su nicho definitivo en el pelotón para poder construir con más firmeza y en un sentido claro. Pero el primer paso está dado y, luego de varias campañas con altibajos, Felline ya es una realidad y brilla con luz propia entre las estrellas.

Pablo Martín Palermo

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