La campeona del mundo volvió a exhibir su gran forma frente a rivales voluntariosas que la pusieron a prueba camino del Santuario della Guardia en Alassio (2.6 km al 7.3%). Cada vez cuenta con más renta a falta de dos jornadas.
A lo largo de los puertos varias corredoras decidieron agitar el avispero sin éxito alguno. Niamh Fisher-Black, Silvia Persico y Fem Van Empel fueron las más insistentes, pero por su prestigio no recibieron licencia para irse en vanguardia.
Quien sí tendría el aval sería Anouska Koster, que sin representar un peligro para las mejores, no tuvo el mismo marcaje y así pudo emprender una aventura en solitario que duraría una treintena de kilómetros, pues sería neutralizada en la base de la penúltima subida.
En ese punto, Van Vleuten decidía ir a la ofensiva y sólo Juliette Labous y Gaia Realini lograban soldarse a su rueda. Inocentemente, francesa e italiana hicieron gran parte del trabajo y llevaron en carrozas a la neerlandesa, que se guardó para los 1500 metros finales donde lanzó el sablazo final que la encumbró a su tercer éxito parcial en esta ronda italiana.
Mañana, un perfil quebrado de 125.7 km entre Nuoro y Sassari donde la concentración debe ser máxima, tanto por la tensión que se vive como por algún movimiento sorpresa que pueda complicar las cosas en la general.
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