Chris Froome entrega signos alentadores de su recuperación
Por Oscar Trujillo Marín
No por ser un refrán muy conocido y lugar común popular deja de tener validez muchas veces “no hay mal que por bien no venga”. Tras su espantosa lesión múltiple de junio del año pasado, a Chris Froome le ha favorecido que la temporada se haya quedado en el limbo apenas casi iniciando, que se haya detenido en seco.
Esto le permitirá terminar su tortuosa y larga recuperación sin que sus adversarios le puedan tomar demasiada ventaja como hubiese sucedido en circunstancias normales, y, que de paso ellos, pierdan toda la ventaja y nivel acumulado desde noviembre cuando él aún no podía exigirse en pretemporada apenas nada.
Con el obligado parón y entrenando de forma muy mesurada -la mayoría en rodillo-, apenas mantenimiento y poco más, las fuerzas y estado de forma se tienden a nivelar a la baja. No es bueno ni malo: es la realidad incontestable que sacudió de repente a todos y amenaza con ir como mínimo hasta junio.
La que sí es buena noticia para Chris, es que en el test (E – Race) junto a su equipo ayer en Swift, tras atacar la edición virtual del Alpe d’Huez junto a sus poderosos colegas de escuadra, el keniata movió vatios ya a un nivel alto, en cifras parecidas o iguales a las que movía antes del accidente. Cierto, fue en esfuerzo corto de 28 km ante la pantalla de su computador en la sala de su casa y no deja de ser algo “anti natural”, sin los factores climáticos y atmosféricos al aire libre etcétera, pero las sensaciones y cifras le dejaron satisfecho.
“Todo va muy bien, estoy tan bien como antes Hago ejercicios especiales para el lado derecho de mi cuerpo, pero puedo recuperarme completamente durante el entrenamiento”, dijo ayer después de la prueba virtual en Zwift. Que en cualquier caso no se puede tomar como referencia demasiado fiable acerca de lo que se podría ver en carretera. La prueba de ello es que el mejor tiempo para el mítico “ascenso” fue de Rohan Dennis, segundo Dunbar y Froome terminó sexto a 2:33. Sin embargo, haber estado entre los diez primeros para él, de donde viene, es más esperanzador.
Corredores beneficiados con el parón por coronavirus
En Mónaco, donde Chris reside, actualmente se están preparando para permitir de nuevo salir a entrenar a los ciclistas, lo que le vendrá aún mejor de cara a optimizar su preparación para lo que quiera que se pueda correr este año. “A menudo entreno sobre rodillo, hago ejercicios físicos o trabajo con los niños. A veces nos ponemos nerviosos, pero lo superamos ”, dijo.
Hasta que no se presente en una prueba convencional, (que si todo va bien casi que sería directamente el Tour de Francia ya en agosto) con rivales de élite y jugándose mucho, no sabremos la dimensión de su verdadero nivel tras el terrible accidente. Lo único cierto es que a todos los corredores (y no solo a él) con lesiones de larga duración esté insólito parón, vaya, como es la vida de irónica a veces y desconcertante, y suena raro decirlo, pero les favorece.
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