Conclusiones del Giro de Italia 2015 - Ciclismo Internacional

Por @pmpalermo

El inicio de la semana posterior al Giro encuentra a los corredores reponiendo energías y a ciclismointernacional.com trabajando horas extra, porque la 98° edición de la competencia dejó mucha tela para cortar debido a que pasó de todo.contador cervinia

*El Giro más nervioso, rápido e impredecible: es normal en cualquier evento deportivo, y en el ciclismo más, que los acontecimientos impresionen por su cercanía en el tiempo, llevando a los espectadores a afirmar, por ejemplo en este caso, que se trató de la edición más dura de la historia.

Lejos de caer en lugares comunes, desde esta redacción recordamos que el Giro de 2011 era mucho más exigente en lo que al trazado refiere, pero al mismo tiempo, queremos reconocer que la 98° edición es una de las más nerviosas, rápidas e impredecibles que se recuerden.

¿Por qué? Para empezar, sólo 18 corredores terminaron por debajo de la hora respecto al líder, la menor cantidad desde 1956, lo que marca a las claras el ritmo al que se viajó desde el inicio, algo que, por ejemplo, costó sus opciones a Rigoberto Urán, quien tenía pensado recuperarse de una bronquitis durante las primeras jornadas.

Al margen de eso, es para rescatar lo impredecible de la prueba, en la que se sucedieron las sorpresas, a tal punto que dos etapas planas con previsible cierre al sprint se las llevó la fuga, uno de los favoritos perdió sus chances por una penalización inédita o el imbatible líder flaqueó cuando menos se esperaba.

Afortunadamente, dichos acontecimientos dieron algo de vida a una competencia que parecía sentenciada desde la segunda semana, manteniendo cierto dejo de incertidumbre hasta el cierre oficial de la misma.

*Un dominador absoluto: el español llegó decidido a ganar el Giro y no especuló nunca, vistiéndose de rosa en la etapa 5, manteniendo una guerra de guerrillas con Astana durante la primera semana hasta que notó cierta flaqueza en Aru e iniciando una serie de ofensivas que sentenciaron el Giro.

El de Tinkoff se aprovechó de su experiencia y atacó a sus rivales en las etapas para clasicómanos dispuestas en las fracciones 11 y 12, sacando tiempo en el Monte Berico, un duro repecho en el que embaló hasta el 2° puesto, conocedor de la debilidad de Aru.

Siempre atento y buscando sacar rédito hasta de los embalajes intermedios, Contador sufrió un percance en la caída de Lido di Jesolo, pero lejos de flaquear como sucedió con Richie Porte, luchó con más furia si se quiere y terminó de asestar un  mazazo al resto en la crono, donde culminó 3° a tan sólo 14″ del vencedor, Kiryienka.

El de Pinto recuperó la Maglia Rosa sobre la cabra e incrementó la brecha respecto a Fabio Aru y demás favoritos, tendencia que se acentuó en la 15° etapa, de la que salió también 3° pero entregando la sensación de ir sobrado.

Ni hablar de las crono escaladas que se marcó en Mortirolo y Monte Ologno, salvando el día primero o rematando después, en una suerte de venganza por el ataque sufrido cuando pinchó en el descenso de Aprica.

De allí en adelante controló y, con un poco de ayuda de Astana, se coronó tranquilamente como Rey de la Corsa Rosa con una gran solidez que se desdibujó un poco por su hipoglucemia en el Colle della Finestre.

*El error de Aru: siempre es más sencillo escribir con los hechos consumados y, por eso, desde este espacio siempre nos adelantamos aún bajo riesgo de equivocarnos. Pero, al igual que en los casos de Urán y Porte, ya en las conclusiones de la semana 1 dejamos claro acertadamente que el sardo había dejado pasar el tren.

Dicho esto, creemos que el líder de Astana cometió un error al convertir el primer tercio del evento en un infierno, porque llegaba con cinco kilogramos de peso perdidos por una gastroenteritis, algo que le pasó factura luego, en las etapas 11, 12, 16, 17 y 18, donde se vio su peor cara.

Por suerte para él y su escuadra, obró una milagrosa recuperación que le permitió conseguir dos victorias parciales, el título de los jóvenes y el segundo escalón de la general, pero quien sabe hasta dónde pudo llegar de haber reservado fuerzas para el tramo decisivo, donde su imagen se vio deslucida por los designios dictados desde el coche kazajo.

*Los sprinters quedan en deuda: si bien las grande vueltas suelen reservar terreno para todas las especialidades, el 98° Giro no estipuló tantos embalajes, motivo por el que se esperaban cruentas batallas entre los reyes de la velocidad presentes.

Pero eso no sucedió, puesto que pocas escuadras dispusieron de trenes completos para controlar y las que lo hicieron, no estuvieron a la altura de las circunstancias a la hora de garantizar un embalaje, trenzándose en complejas partidas de “ajedrez” con los oponentes, algo que abrió las puertas a oportunistas.

De ese modo, el trío de Lampre (Ferrari-Richeze-Modolo) sacó jugo a las piedras y se llevó dos de las seis llegadas masivas llanas, mientras que Boem y Keisse coronaron sendas escapadas en otras dos, descubriendo las falencias de los embaladores en el evento y alimentando en simultáneo, los adjetivos de nervioso e impredecible antes mencionados.

Del resto: Greipel y Viviani se llevaron una por cabeza, pero nada más, mientras que Nizzolo subió al podio en Milán como vencedor de la clasificación por puntos, premio consuelo que no tapa que ni él ni su escuadra estuvieron finos.

*¿Nace una estrella?: en una edición acaparada por pocos, uno de los hombres que brilló con luz propia fue el vasco Mikel Landa, gregario de Fabio Aru para la montaña que explotó a niveles insospechados durante la carrera, llegando a ocupar la segunda plaza del podio.

Vencedor de dos etapas, único que nunca flaqueó en las montañas, tercero en la general y segundo en la lucha por la Maglia Azurra, el de Murguia se destapó y ya suena como refuerzo de los principales equipos del World Tour, hecho que habría llevado a sus directores a frenarlo cuando amenazaba la competencia en Sestriere.

Rumores al margen, queda claro que Landa es un talento para la escalada y que cuenta con la resistencia y regularidad para pelear por las grandes vueltas, aunque debe progresar en las cronos y, por supuesto, confirmar que lo sucedido en este Giro no fue una casualidad, sino el comienzo de su camino como jefe de filas, que deberá respaldar con más resultados similares de cara a no quedar como una aparición fugaz.

*Hesjedal y Kruijswijk, vuelven por sus fueros: largamente criticados en el pasado, los hombres aquí en cuestión fueron dos de los máximos animadores de la carrera, aprovechando el tiempo perdido en la etapa cuatro para moverse con libertad en escapadas que los dejaron al borde de la victoria parcial en múltiples oportunidades.hesjedal

En simultáneo, casi no volvieron a flaquear y escalaron posiciones durante las semanas posteriores, especialmente en la última, donde fueron de los más fuertes en la montaña y aprovecharon las debilidades de los demás para asentarse en el top 10.

En el caso de Hesjedal, cerró su participación en el 5° lugar a 9:52, gracias a que atacó hasta el cansancio, rozando la victoria parcial en Cervinia y Sestriere y dejando un gran sabor de boca que le valió un lugar en el 9 ideal.

Por su parte, el holandés siguió una evolución similar, colándose en incontables escapadas que le permitieron liderar la clasificación de la montaña y, también, codearse con los mejores escaladores de la competencia, hecho que queda en evidencia con sus dos 2° puestos y otros cuatro emplazamientos en el 5° lugar.

Buenas noticias para los necesitados Cannondale y Lotto, que han recuperado en el Giro 2015 las mejores versiones de estos dos ciclistas regulares y esforzados, todavía capaces de animar eventos del máximo nivel y, por qué no, de dar algún susto si los descuidan.

*Se agotan las oportunidades de Porte: el talento del aussie es irrefutable pero, la mala suerte se cebó con él en este Giro, debiendo abandonar durante el segundo día de descanso cuando ya marchaba a media hora de Contador.

Dolencias al margen, indicamos reiteradamente que Porte no tiene el temple necesario para liderar un equipo en carreras de tres semanas, y lo sostenemos. Sin embargo, en este caso se trata de marcar que el australiano ya no es un niño y, a los 30 años, comienzan a acabarse las oportunidades para él.

Múltiple vencedor de carreras de una semana y gregario de lujo invaluable, el de Tasmania “sólo” ostenta un 7° lugar en el Giro de 2010 como resultado que lo respalde, aunque bien vale la pena marcar que allí acudió sin expectativas y no es lo mismo cuando la presión arrecia.

Sea en Sky o en otra parte, la próxima campaña se antoja crucial en su trayectoria en uno u otro sentido, pero no es un dato menor que, por ejemplo, su compañero König haya sido top 10 en las tres grandes que disputó. Quizás sea mejor para Porte no forzar las situaciones y exprimir sus virtudes en otro sentido antes que intentar recurrentemente algo que, evidentemente, no es su fuerte.

*Orica, los reyes de la semana inicial: lo marcamos el primer día de descanso y bien vale la pena traerlo a colación ahora: el conjunto australiano, especializado como pocos en cronos por equipos, es siempre aspirante a portar el primer maillot de líder en las grandes que dispongan un tramo del género en sus compases iniciales.

Así sucedió las dos últimas ediciones del Giro de Italia, que comenzaron con una crono grupal en la que Orica dominó. No conformes con ello, el equipo de las antípodas cuenta con un valor agregado en sus versátiles pedalistas, capaces de superar desniveles y sumar al sprint, dejando de lado los posibles problemas que una jornada exigente en la semana inaugural pueda ocasionar.

En 2014, Michael Matthews fue la gran atracción del arranque del Giro, portando el rosa seis días y ganando una etapa. La historia se repitió ahora, con la estructura australiana nuevamente en el tope de las clasificaciones en la CRE, y Gerrans, Matthews y Clarke repartiéndose el preciado y distintivo maillot durante cuatro días, hasta que Contador lo hizo suyo.

Para respaldar nuestra apreciación vale la pena recordar que en el Tour de Francia de 2013, Orica primó en la CRE de la cuarta fracción, posibilitando a Gerrans e Impey encabezar la ronda gala durante cuatro días, período tras el cual Froome tomó el relevo y ya no lo soltó hasta París.

*Astana no aprovecha todo su potencial: una de las primeras cuestiones que salta a la vista respecto de la 98° edición de la Corsa Rosa es que ha tenido al conjunto kazajo como el más dominante, pero dicha hegemonía no ha sido del todo provechosa.

Con cinco victorias de etapa, la clasificación por equipos y el segundo y tercer lugar del podio, nuestra afirmación podría resultar absurda, pero si se tiene en cuenta que el fin último de toda formación con jefes de fila importantes es la general, entonces los celestes se quedaron cortos.

Por un lado, Astana ha causado estragos a la hora de seleccionar el grupo, pero luego de eso, aún con varios hombres bien colocados en la general, no han logrado deshacerse de Contador hasta la etapa 20, y allí, dieron pena una vez más por sus pobres decisiones tácticas.

Al menos, sumaron un cuarto del total de las etapas en juego, pero se antoja poco rédito en contraposición con el desgaste realizado y las dos oportunidades en las que le perdonaron la vida a Contador.

En concreto, hay que reconocer que se han brindado al máximo, el espectáculo lo agradeció y sus capitanes también, ya que si Aru hoy es segundo se debe, en parte, a que siempre tuvo gregarios cerca, situación totalmente opuesta a la del solitario líder.

*Invitados en deuda: usualmente más dominantes en el Giro que en Tour y Vuelta, los conjuntos invitados estuvieron ausentes en la 98° Corsa Rosa, salvo por alguna que otra excepción como podrían ser Bandiera y Pellizotti de Androni.

Además, exceptuando la victoria de Boem en Forlí, todas las demás celebraciones quedaron en manos de los equipos del World Tour. Pero aún si no midiéramos el éxito por los triunfos, tampoco tuvieron protagonismo como sucedió en años previos.

Bardiani no ha sido espectacular y Boem sólo concretó una aventura imposible gracias al garrafal error del pelotón, pero eso no esconde que sus talentosos escaladores (Zardini y Bongiorno) quedaron en deuda. Por su parte, Nippo tuvo algo más de prensa gracias a Cunego (rodando cerca de los líderes) y Colli, actor principal de un accidente espantoso.

Por citar otro ejemplo, el Androni llegó a pelear por el podio del Giro hace unos años o trabajó tirando del pelotón cuando no metió hombres en escapadas. Mientras tanto, el CCC lejos estuvo de alcanzar el nivel del Team Colombia al que desplazó, asomando la nariz con Bole en algún sprint duro o a Paterski y Szmyd en aventuras intrascendentes.

Peor el Southeast, que empezó relativamente bien con los sprints de Petacchi y Belletti y se desinfló paulatinamente, extrañando la presencia de Monsalve, más tibio que en 2014. Gavazzi enseñó el rostro en algún punto, pero poco más para una alineación habitualmente más aguerrida.

*Balance agridulce para Colombia: en pleno auge del ciclismo de ese país, fundamentalmente de la mano de Quintana y Urán, la Corsa Rosa 2015 ha sido un baldazo de agua fría para los orgullosos cafeteros, que igualmente pueden aprender una dura pero valiosa lección.

La misma sería que sus atletas son humanos y, como tales, falibles. Esto no es ningún misterio pero, de cara a quitar un poco de presión sobre sus embajadores, sería oportuno que los fanáticos entiendan que las gestas de Nairo, Rigo y compañía no son fáciles de obtener ni serán eternas.

Con toda una camada de jóvenes debajo, lo peor que pueden hacer es esperar que se reiteren las victorias en Giro, Tour y Vuelta, porque quedó demostrado que deben conjugarse varios factores para tener suceso y, por ejemplo, un simple resfriado dejó fuera de combate a Urán.

Aclarado esto, es bueno reiterar que el material humano está y Atapuma o Betancur regalaron algunos destellos de su potencial durante el evento, mientras que Seba Henao, Dayer Quintana y Chaves sumaron kilómetros a sus noveles piernas.

Acevedo quedó en deuda y sus chances comienzan a extinguirse, mientras que Urán mostró una vez más su temple y acabó el Giro en franco ascenso, por lo que quizás pelee por alguna victoria de etapa en el Tour.

*Amador no deja pasar el tren: probablemente la actuación más sorprendente entre los participantes del Giro haya sido la de Amador, un rodador poco habituado a capitanear un equipo que se encontró con el top 10 durante los primeros compases del evento y ya no lo soltó hasta Milán.amadorescala

El “tico” llegó a ocupar la tercera plaza del podio merced a una crono soberbia y sus excepcionales escaladas a Madonna di Campiglio y Mortirolo (marcó el séptimo mejor registro allí), limitando los daños después para redondear un hecho histórico en el deporte de su pequeño país.

Es para remarcar cómo una oportunidad única da alas a un corredor, porque Andrey llegó a la carrera con la meta clara de meterse en escapadas y buscar un parcial, algo que dejó de lado cuando su empeño lo sostuvo entre los mejores e incluso lo empujó hacia adelante en la tabla principal.

No hay mal que por bien no venga y su lesión en las clásicas le permitió arribar fresco a Italia, donde se encontró con una oportunidad que pocas veces se le concede a un gregario con sus características y no la desaprovechó. Excelente y sorprendente 4° lugar de Amador.

Párrafo aparte para el Movistar, que acudió sin un capitán para la puja por el rosa y terminó siendo de lo más destacado de la mano de Intxausti (ganador de etapa y en la pelea por la montaña), Visconti (campeón de la Maglia Azurra) y, claro está, de Amador.

*Etixx, otra vez abandona a Urán: el conjunto belga es uno de los mejores en lo que a sprints y pruebas de un día refiere, pero sigue dejando mucho que desear a la hora de pelear por las grandes vueltas, algo que logró en 2014 de la mano de Urán, pero por mérito propio de éste más que por cualquier apoyo colectivo.

En el recién concluido Giro, esa falencia quedó más a la vista porque el de Urrao no estuvo a la altura de las circunstancias, pero ni siquiera con el colombiano campeón diríamos algo diferente. La actuación de los pupilos de Lefevere fue espantosa y sólo su capitán, De la Cruz en algún momento, y Keisse con un agónico triunfo, hicieron algo digno de mención.

Sin ser un gran escalador, las grandes vueltas son de por sí complicadas para Urán, por lo que se tornan más adversas todavía si encima no le ponen gente de nivel alrededor para los puertos, donde es normal ver aislado al escarabajo.

Habrá que esperar para ver si la llegada de Contreras tiene algún impacto positivo en este aspecto y logra, junto a Brambilla y algún otro, generar un grupo de escaladores que respalde a Rigo como merece en carreras de tres semanas.

*Katusha, mucha presencia con poco: sin sus estrellas, el conjunto ruso llevó un grupo de pedalistas de su patria entre los que resaltaban con luz propia: el flamante campeón del Tour de Romandía, Ilnur Zakarin, y su más experimentado compañero Yuri Trofimov.

Y fueron esos dos hombres los que dieron protagonismo al conjunto de rojo, con el primero mezclado en cuatro fugas, de las que logró hacer buena una, consiguiendo una diana de prestigio que se suma al evento suizo en su corto pero ya ilustre currículum. Además, encabezó las acciones en el Colle della Finestre, cuando los ojos del mundo miraban la definición del Giro, haciendo más valiosa su fuga para los patrocinadores.

Por su parte, Trofimov dio un salto adelante en su progresión pese a contar con 31 años, ya que obtuvo el 10° puesto en la general, su logro más importante como profesional luego de algunos top 15 en campañas precedentes.

Trofimov llegó a coquetear con el podio de la tabla principal y fue 2° en una etapa de montaña, brillando sobremanera en los arribos a Madonna di Campiglio y Aprica, para desinflarse luego y terminar la competencia algo desdibujado.

*Caruso y König se confirman: los dos atletas demostraron, una vez más, que cuentan con la regularidad suficiente como para pelear por el top 10 de una grande. En el caso del italiano, 9° en la Vuelta a España 2014, cumplió con lo esperado cuando fichó por el conjunto yankee tras salir del Cannondale y hasta dio un paso más.

Sin mostrar la cara ni atacar, hizo una carrera de supervivencia en la que la resistencia fue su arma principal, permitiéndole sostenerse en la decena de privilegio desde la octava fracción, para acabar 8° la Corsa Rosa, mucho más dura que la ronda española. Estas prestaciones, seguramente lo pondrán en más alta estima dentro de BMC, que busca un ladero para Van Garderen luego del retiro de Evans.

Por su lado, König ya ostentaba gestas más importantes como el 7° lugar del Tour de Francia, pero la confirmación fue para el Sky, escuadra en la que debuta esta campaña y que cuenta con un gran número de estrellas para este tipo de citas.

Sin embargo, desde ahora, el checo tiene un argumento impresionante para exigir galones, porque fue top 10 en cada una de las tres carreras de tres semanas en las que tomó parte: 9° en la Vuelta a España 2013, 7° en la Grande Boucle pasada y ahora 6° aquí.

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Pablo Martín Palermo

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4 pensamientos sobre “Conclusiones del Giro de Italia 2015

  1. Pablo: Solo nos queda a nosotros, los fanáticos de este hermoso deporte, agradecer a Ciclismo Internacional el inmenso trabajo en este Giro. Somos muchos los que estamos colgados a tu Blog antes, durante y después de cada etapa, sea esta de una “grande”, “Clásica”, o la que sea. El contar con comentarios objetivos su valora enormemente. Un saludo inmenso desde Concepción/Chile a todo el equipo.

  2. Comparto desde Buenos Aires aclarando que soy un fanático y ciclismo internacionall es mi página para enterarme de lo que pasa en este deporte. Ojalá en el resto del periodismo encontremos la objetividad, profesionalismo y opinión fundamentada que podemos leer aquí. Gracias Pablo y equipo.

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