Corredor de la semana

Por @pmpalermo

Una nueva semana llegó a su fin en la temporada ciclista y, por ello, en ciclismointernacional.com es tiempo de elegir al Corredor más destacado de los últimos siete días donde las clásicas hicieron su aparición de lleno y la Volta a Catalunya aglutino al resto de las estrellas.

De hecho, la ronda española tuvo en Alejandro Valverde un sólido aspirante a nuestro premio merced a sus tres dianas, el 2° puesto en la general y sus constantes ataques, que animaron sobremanera el evento. Pero no es el murciano el elegido.

Tampoco es Geraint Thomas, victorioso en E3 Harelbeke, protagonista en los kilómetros finales de San Remo y podio en Gante Wevelgem. No, el Corredor de la semana para esta redacción es Luca Paolini, y no nos dejamos llevar por el fragor de la reciente batalla, sino por sus inagotables prestaciones, siempre en beneficio del resto.

A los 38 años, Il Gerva sigue vigente, y en San Remo tuvo un rol destacado, tal como marcamos en ese momento cuando realizó una labor magnífica en la cacería previa al Poggio y en la subida misma, trabajando por dos en un reducido pelotón donde no había más integrantes de su escuadra una vez que Haller se descolgó.

Cuando Van Avermaet rompió en el final del Poggio, lejos de decir adiós, aguantó también para guiar luego a Kristoff en el embalaje, donde el noruego se quedó apenas corto tras el lanzamiento de su barbudo gregario.

Días más tarde, volvió a mostrar su fortaleza en la E3, cuando se codeó con los gallos en el Paterberg. Allí se movió Vanmarcke y se formó un grupo selecto con Stybar, Oss, Bauer, Sagan, Degenkolb, Van Avermaet y el propio Paolini.

Posteriormente, en el Oude Kwaremont, los tres que se jugarían la gloria se marcharon, y quién si no el de Katusha se puso tirar del pelotón restante una vez que BMC y el resto bajaron los brazos.

Así llegó a Gante Wevelgem, prueba que tuvo la dureza añadida del clima. Frío, lluvia y ráfagas de viento de 90 km/h destrozaron el mayoritario, dejando sólo a los más fuertes en punta. Obviamente, nuestro protagonista estaba allí y fue uno de los 39 hombres que culminó la competencia (160 abandonos).

El aguerrido atleta derrochó energías durante horas, para superar un cambio de bici tras una caída primero y para cazar en solitario al grupo selecto después, una vez que el pelotón principal tiró la toalla.

Lejos de terminar allí su faena, se retorció con las fuerzas que le quedaban para conectar tras ser cortado en el Kemmelberg por un ataque de Terpstra y, finalmente, atacó y sostuvo el pulso en solitario frente a sus jóvenes pujantes oponentes.

Luego de semejante semana, la elección como Mejor corredor de dicho período es más justificada, más aún al tratarse de un ciclista abnegado, de esos que tiran y trabajan durante interminables kilómetros sin quejarse, siempre dando la cara al viento, cuando la mayoría se esconde.

A los 38 años, cuando nadie lo esperaba, Paolini se alzó con su victoria más resonante y medio pelotón celebra, porque para nadie pasan desapercibidos los ingentes esfuerzos del barbudo Luca, el mejor gregario que un líder puede tener y que hoy se regaló un trago de la gloria que otros suelen saborear gracias a él.

Pablo Martín Palermo

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