Cunego, a redimirse en Lombardía

Por @pmpalermo

Es evidente que Damiano Cunego no es un ciclista más, sobre todo si se tiene en cuenta que es dueño de un palmarés sobresaliente y cara visible del Lampre desde hace una década, cuando tomó el relevo de Simoni, a quién desplazó de la capitanía de la estructura.

Tras ganar el Giro de Italia en los albores de su carrera, falló en sus intentos posteriores de consolidarse como un hombre para las grandes vueltas y pese a que concretó varios top ten en dichas competencias, encontró su veta como clasicómano y cazador de etapas.

Tal es así que el italiano acumula dos parciales en la Vuelta, cuatro en la Corsa Rosa y pruebas de importancia como la Amstel Gold Race o el mítico Giro di Lombardía, donde tiene el honor de contarse entre los más ganadores con tres dianas.

Pero lejos del precoz bambino que destronó a Simoni o del sólido capitán que durante años destacó a lo largo y ancho del calendario, ya sea en la gran vuelta de su país o en las Ardenas, el nacido en Cerro Veronese brilla por su ausencia.

Con tan sólo una victoria en 2012 en la segunda jornada del Giro del Trentino, el ya experimentado pedalista  no mostró la cara en todo el año, siendo sus mejores resultados un triunfo en la Settimana Coppi e Bartali y la montaña en la dura Tirreno Adriático.Poco si se tiene en cuenta que se trata de todo un ganador del Giro, cinco veces top ten en las grandes y usual animador de las principales competencias del planeta.

A horas de iniciar el Giro di Lombardía, el nombre de Cunego salta inevitablemente a la luz por tratarse de uno de los hombres récord de la prueba, quedando a la vista sus falencias actuales aunque en favor del italiano hay que decir que sólo se retiró en uno de los 79 días de competición acumulados en sus piernas, hace poco, en el Gran Premio Costa de los Etruscos.

Pero la misma estadística muestra que la salud y las caídas respetaron al Pequeño Príncipe y que su problema pasa por otro lado, aunque tal parece eso no es un inconveniente en Lampre y nuestro hombre tiene, todavía, un rol protagónico dentro de la estructura.

Lo concreto es que Cunego no es el mismo y a sus 32 años está por culminar la peor temporada de su trayectoria, algo que podría mitigar el domingo con una victoria en su carrera talismán, para escalar una posición en el podio histórico e igualar a Binda con cuatro dianas.

Visto lo visto este 2013 y con el nivel de participación en liza, se antoja casi imposible que el escalador transalpino pueda solucionar sus miserias en tierras lombardas, pero en el ciclismo y cuando se trata de un gran campeón, nada es imposible y por ello hay una pequeña luz de esperanza al final del túnel para el rubio pupilo de Saronni.

Pese a que todavía le queda la gira asiática con el Tour de Beijing y la Japan Cup que tan bien le sienta, está claro que sólo levantar los brazos en la Clásica de las Hojas Muertas puede salvar su horrible año para darle la oportunidad de volver por sus fueros y seguir siendo uno de los mejores corredores de su generación, algo que hoy, parece cosa del pasado.

Pablo Martín Palermo

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