Daniel Martínez: “Me siento ciclista desde que llegué a Europa”

Por @pmpalermo

En un deporte donde correr las tres grandes vueltas es el reto supremo, el colombiano Daniel Martínez puede decir orgulloso que concretó dicha hazaña en el pasado Giro de Italia, con 20 años y siendo el más joven del listado de participantes.

Meses más tarde, terminado su curso debut en el Wilier-Southeast y ya en plena pretemporada, el de Cundinamarca recuerda sus vivencias en la Corsa Rosa, cita que lo marcó. “Fue una experiencia única donde tocaba medir bien las fuerzas y luchar también con la cabeza cuando entraban las crisis de cansancio”, afirma en exclusiva a ciclismointernacional.com.

“El Giro me dejó mucha fatiga y creo que eso se notó en el Tour de l’Avenir, pero ya en las últimas carreras con el equipo me sentía bien”, prosigue Martínez, quien disputó 60 días de competencia con un solo abandono y acabó 23° la ronda cúlmine para los sub23.

En época de balances, el colombiano se muestra satisfecho con su campaña. “Este año fue bueno para mí porque hice buenas carreras y aprendí mucho. A mi edad, en cada jornada incorporé algo nuevo. Por otro lado, para el equipo creo que no fue el mejor de los años ya que no ganamos la Coppa Italia ni tampoco un parcial en el Giro, que eran los objetivos”.

Apenas en los inicios de su periplo profesional, es evidente la preponderancia de su primera gran vuelta. Y en todo sentido. “El kilometraje se siente en las piernas. Pero también gané en madurez mental, algo que uno trabaja muy bien a lo largo de 21 fracciones”, opina.

Un poco en serio y otro tanto en broma, nuestro invitado echa por tierra el antiguo dicho que marca como ciclistas de verdad a quienes completan una de las tres grandes. “Ciclista me siento desde que llegué a Europa”, tira entre risas. “Pero sí, una grande la verdad te cambia mucho, tanto en lo físico como lo mental”, acota.

Aunque sostiene que el Wilier-Selle Italia (NdR: cambia el segundo sponsor a partir de 2017) lo llevará sin presiones, “Dani” sube la apuesta respecto de sus anhelos de antaño, cuando fue a terminar y aprender. “Mi máxima aspiración para el próximo año es llegar adelante en las carreras y, si corremos el Giro, hacerme con una etapa”.

En pleno desarrollo, apunta maneras de vueltómano, algo que él mismo reconoce pese a su pasado como contrarrelojista bicampeón Panamericano Junior. “Me gusta participar en las carreras por etapas. El Giro es duro y me agrada, así como también las pruebas de otoño en Italia”, avisa.

“Un evento que quiero conocer es la Tirreno-Adriático. Es una de las pocas que me falta experimentar. Hace mucho frío, pocas veces enfrenté esas condiciones y quiero intentarlo”, suelta con un dejo de entusiasmo.

Consultado sobre clase de ciclista que quiere ser, Martínez no duda. “Apunto a rondas de varios días y para eso entreno la montaña casi a diario. Vivo en altura y para donde vaya me toca escalar”, asevera.

Con un currículum brillante sobre la cabra en categorías juveniles, sorprende el poco énfasis del cafetero en dicho apartado. “La crono no la entreno nunca, salvo que venga una carrera con una, entonces practico ocho días antes para encontrar la posición, pero sólo eso”, reconoce.

Y ya que habla de entrenamiento, indagamos un poco más sobre sus falencias, preparador y métodos de trabajo. “Para mejorar me falta fondo. Aquí, después de las 4 horas sufro mucho y puede ser que se deba a que de juvenil entrenaba mucho más la crono, pero ahora estoy muy centrado en la ruta”, subraya.

“En Italia salgo a rodar con Yonder Godoy, Rafael Andriato y Andrea Fedi, mientras que en Colombia lo hago con mi hermano y amigos de Soacha”, amplía. “Mi preparador es Michele Bartoli y uso potenciómetro. Le hago caso en todo, para llegar al 100% a los objetivos”, dice sin reservas.

“Un día normal es salir a darnos leña, aunque mucho depende de lo que me diga Bartoli. A veces, cada uno hace lo suyo”, aclara, temeroso de que sus patrones lo crean indisciplinado. “Luego toca descansar, comer, dormir y otra vez a entrenar”, detalla sobre su rutina.

Ratificado como el mejor escalador del Wilier-Selle Italia, Daniel no desestima la chance de ser líder. “Mi rol no cambiará. En el equipo no hay presiones, si me toca ayudar lo hago y si me dicen que dispute, también”.

“Aquí se habla todo. Se trabaja para el que mejor está y si me toca, aceptaré la responsabilidad. Pero no me cuesta ser gregario y ayudar a mis compañeros”, amplía, satisfaciendo nuestra curiosidad.

Con todo el futuro por delante gracias a su insultante juventud y potencial físico, el escarabajo envía un mensaje a sus empleadores. “Para renovar esperaremos a ver cómo va la temporada. Si voy bien, creo que sería la prioridad, aunque también anhelo hacer el Tour y aquí eso no sucederá”, analiza con sinceridad.

Sorprendentemente maduro para su edad, el ex Team Colombia habla de sus experiencias en la Selección de su patria. “Corrí el Mundial y el Tour de l’Avenir. En Qatar sufrí el calor y el viento, pero estaba listo porque viví algo similar en Abu Dhabi. Fue una bonita aventura y no me quejo”, evoca.

“En cuanto al Avenir, me gustaría que vayan otros. Yo ya tuve la experiencia y sería bueno que otros chicos de Colombia puedan mostrarse. En mi caso, tendré un buen calendario para eso y sería egoista de mi parte ocupar una plaza”, adiciona con una humildad pasmosa.

En el cierre, Daniel deja sus deseos para 2017. “Espero seguir en este buen ambiente y aprender más todos los días. Trato de hacer lo mejor en cada carrera, no tengo una favorita, pero si vamos al Giro está claro que será mi objetivo. Para eso uno debe tener la cabeza bien puesta y hacer sacrificios si quiere llegar lejos”, se despide.

Joven, talentoso y profesional, Daniel Martínez posee todo lo necesario para convertirse en una figura y afrontará su tercera campaña en la élite con confianza. Si lo llevan con calma, el de Cundinamarca no tardará en regalar alegrías a su escuadra, mostrándose al resto del mundo durante el proceso.

Pablo Martín Palermo

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