El tiempo siempre enseña la otra cara de la moneda, querido Bardet
Por @pmpalermo
El tiempo pasa, y no espera por nadie. Es la ley de la vida y un concepto a entender lo más pronto posible para evitar desaprovechar los mejores momentos. O en otros casos, para no escupir para arriba -si me permiten la expresión- porque a la larga todos terminaremos en el mismo lugar.
Salvando las distancias y matices, todo esto bien podría aplicar a Romain Bardet en los días que corren. Gran talento generacional francés, estuvo muy cerca de romper la sequía que dicho país sufre en el Tour desde la última gesta de Bernard Hinault, allá por 1985.
Bardet fue 2do allí en 2016 y 3ro un año más tarde. Y como a tantos otros en diferentes deportes, le tocó convivir con un gran monstruo de época, sumándose a la lista de ilustres que quedaron a la sombra aún siendo figuras. Romain, en esos tiempos líder de Ag2r, tuvo que lidiar con la maquinaria del Team Sky y Chris Froome, y lo hizo con altura.
El espigado francés fue de los pocos que plantó resistencia y hasta se dio el lujo de atacar cuando muchos aguardaban a rueda. Perdió con cierta gallardía, pero jamás se lo escuchó “llorar”, ni por la imposibilidad de triunfar en París, ni por las estrellas de la generación previa que ya no podían seguirles el paso a los británicos. Ni a él mismo.
Pues bien, avanzando con la máquina del tiempo hasta los días que corren, Bardet debería recordar esa época dorada. No sólo porque fue podio de la Grande Boucle, esa parte es la bonita. Sino porque él no se detuvo a pensar en los veteranos -otrora protagonistas- que quedaban tirados cuando Sky, Nairo, algún otro jefe de filas y él mismo aceleraban.
Hoy vive la otra cara de la historia. Es él quien no puede mantenerse a estela de Pogacar cuando el esloveno cambia de ritmo. Y no hay deshonra alguna en ello. Es más, es un mérito enorme poder sostenerse en el top 10 contra ciclistas que -aparentemente- entrarán en los libros de historia.
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Incluso, con más de una década en el pelotón y 32 años en su haber, el francés afirma estar moviendo los mejores números de potencia de su vida. Eso es sinónimo de talento, constancia y buen uso de las tecnologías. Pero así como él saca provecho, los más jovencitos que nacieron con un potenciómetro bajo el brazo no han dado una pedalada de más en su vida.
Es normal que viajen a otro ritmo. Eso limitándonos a los hechos de los que tenemos conocimiento, como sucedió con la generación del propio Bardet. Habrá que ver si el tiempo, ese que hoy no espera, más adelante revela algún tipo de trampa que hace que los niños luzcan como aliens.
Y de paso un aviso para Pogacar o Evenepoel, hoy en la cúspide. Así como ellos gozan de los beneficios de la tecnología desde la cuna, los que vendrán en el futuro tendrán algo que los hará superiores. Vaya a saber uno si, como en una suerte de película de ciencia ficción, no serán ya ciclistas desde el vientre materno, haciendo parecer como una tontería todo lo que hoy es de avanzada.
El tiempo es inclemente. Bardet tuvo su momento, lo disfrutó y debe atesorarlo; y mientras tanto, completar su ilustre trayectoria sin ensuciar la de otros. Porque sus declaraciones, afirmando que la generación actual rueda más fuerte que Sky (que ya rodaba más fuerte que sus antecesores y siempre estuvo rodeada de sospechas) o que no puede seguirlos, sólo arrojan mantos de duda en un deporte que no lo necesita.
Pablo Palermo¿Te gusta lo que hacemos? Puedes seguirnos en Instagram y TwitterSúmate en Facebook: Ciclismo Internacional
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Manto de duda?? Yo simplemente leí un comentario de un Deportista honesta y realista
No hay dudas, Algunos van más fuerte que en el pasado. Porqué? O cómo? Es otro cantar
Bardet es ejemplo de disciplina y constancia, esa que le ha permitido estar vigente y con buenos números; otros con igual o más talento que el corredor del DSM no usan ya dorsal, Pinot, Doumolin para mencionar 2… El francés mereció ganar una gran vuelta…
Los treintones como Bardet , Pinot, Nairo, Landa, Chaves, un poco mayor Rigo, Woods, Rui Costa, entre otros, ciertamente con mejores números pero muy inferiores a las máquinas científicas y la Leonera veinteañera tecnológica, se les hace muy difícil estar cerca de ese grupo especial extraplanetario , muchos factores influencian para esa marcada distancia y hegemonía de los Transformers , porque se juegan a unas reglas pactadas , que entre ellos sobresalen los especiales con dotes connaturales y respaldo de
la biogenética.
Gran corredor Bardet, y creo que puede opinar lo que estime. Generación dorada de los nacidos en 1990: Nairo, Domoulin, Bardet, Pinot, Aru. Sagan en el Olimpo, Kwiatkowski excelente, Michael Matthews muy bueno. El paso inexorable del tiempo
Artículo extraordinario. Muchas gracias.