Giro de Italia 2015: Conclusiones luego de la etapa 16
Por @pmpalermo
Luego del día de reposo, comenzó la última semana del Giro de Italia con la 16° fracción, un tramo donde lo importante fue la subida al mítico Mortirolo, puerto de referencia para los amantes del ciclismo, por lo que lo utilizaremos también en nuestro balance.
Si bien no hubo demasiadas novedades, sino confirmaciones, quedaron algunas cosas en el tintero que bien vale la pena repasar, además del garrafal error de Astana que analizamos en una entrada aparte:
*¿Hasta dónde puede llegar Landa?: con todo lo visto en esta loca edición del Giro, es difícil descartar opciones, pero de no mediar inconvenientes, el título ya tiene nombre y apellido: Alberto Contador. Con eso en perspectiva, queda claro que el Mikel Landa es hoy el hombre más fuerte en las montañas y, con grandes puertos por venir, tiene grandes chances de permanecer en el podio.
Con Aru desinflándose a cada paso, Amador luchando pero sin ser escalador puro y el resto a más de 4 minutos, el de Murguia tiene viento de cola para alcanzar un logro impresionante e inesperado que lo catapultará al estrellato.
Por supuesto que, salvo contadas excepciones como pueden ser Contador o Quintana, los demás no están exentos de sufrir un bajón que termine con sus sueños en el tacho, pero a día de hoy, Landa tiene un hueco firme en el cajón de Milán.
*Ni el juego sucio desbanca a Contador: La 16° etapa transcurría sin novedades, hasta que el descenso rumbo al Mortirolo jugó una mala pasada a Contador, quien se vio retrasado por un pinchazo, situación normal e intrascendente si los rivales no hubieran intentado sacar rédito de ella.
*¿Fue correcto el ataque a Contador?: este tema parece no acabar nunca y los ejemplos se suceden, pero eso no impide que desde esta web emitamos nuestro juicio al respecto, aunque algo hayamos revelado en la conclusión anterior.
Para ser claros: si la carrera va lanzada y próxima a la meta, es normal que el pelotón no espere por nadie, mientras que en caso contrario, es una norma no escrita, propia de caballeros, esperar por el desafortunado que pinchó o se cayó, algo que no sucedió hoy, cuando Katusha y Astana tiraron con furia a más de 50 kilómetros del final y en un tramo que generalmente se transita con calma.
No son pocos lo que trajeron a colación otras situaciones del género, como la caída que sacudió al mayoritario en esta misma competencia en 2014, el día que Matthews alzó los brazos en Montecassino, o el ataque de Contador a Andy Schleck en el Balés.
La diferencia es que en el primer caso la prueba iba a tope, dentro de su tramo final, mientras que en la otra aún restaba terreno y el madrileño sacó rédito incorrectamente.
Ahora le tocó sufrir a él, y aunque obró mal en su momento con Schleck, eso no justifica lo sucedido, para nosotros, condenable.
*Kruijswijk y Trofimov ante la chance de sus vidas: el holandés y el ruso son dos de los hombres más fuertes del Giro y siguen progresando posiciones merced a sus excelentes actuaciones en la montaña, donde se han codeado con Contador y Landa en las dos últimas etapas, casi sin flaquear.
Luego de un comienzo espantoso, el de Lotto NL Jumbo es flamante líder de la clasificación de la montaña y 8° en la general tras haber dado saltos enormes en la crono, y los arribos a Madonna di Campiglio y Aprica.
Por su parte, Trofimov fue más regular, viajando en el top 15 hasta que destapó sus cartas en las dos últimas fracciones, donde fue de lo mejor y luchó sin esconderse, rozando la victoria en la 15° y finalizando 4° el día del Mortirolo.
Con un patrón único e inamovible como Contador, todo lo demás está en juego y al alcance de los más fuertes en la semana final, por lo que, de seguir así, estos dos excelentes atletas pueden llegar a sumar las más brillantes gestas de su currículum.
*Amador, piernas… y cabeza: ya hemos hablado largamente del costarricense, un luchador que se encontró con el top 10 de la general en su camino y ya no la soltó, modificando su enfoque de la carrera sobre la marcha.
Poco más de dos semanas después del inicio, el de Movistar es 4° y ha revolucionado a su país, donde siguen maravillados por sus actuaciones cargadas de coraje, pero también de inteligencia. Y justamente a eso queríamos apuntar, porque si algo caracterizó su ascensión al Mortirolo fue la sabiduría para dosificarse.
Por contrapartida, Fabio Aru se desesperó y se lo pudo ver desencajado persiguiendo a Contador, Landa y Kruijswijk, de pie en los pedales, tirando por la borda semanas de trabajo cuando pudo haber limitado la sangría del mismo modo que Amador, es decir, escalando sentado y a ritmo.
Volviendo al “tico”, no sólo controló el daño cuesta arriba sino que marcó el 7° mejor registro en la cima del Mortirolo, para lanzarse luego en la bajada y finalmente arribar a la meta en Aprica 5° a 2:03 en un día para escaladores puros, muchos de los cuales, no lograron aguantar el ímpetu del hombre de Movistar.
*La importancia del equipo: el ciclismo es un deporte en el que muchas veces se subestima el valor del conjunto, apartado sumamente importante que suele hacer la diferencia en momentos cruciales y con la mayor parte de los ciclistas.
Por caso, en el descenso de Aprica rumbo al Mortirolo, Contador pinchó y los rivales lanzaron su ofensiva, dejándolo cortado, persiguiendo y casi sin gregarios, porque el Tinkoff no ha estado a la altura de las circunstancias en este Giro.
Basso le dio su rueda, Kreuziger se descolgó del grupo de punta y tiró, dando paso a Boaro. Pero ese fue todo el aporte de la formación rusa a la causa del madrileño, quien hizo gala de su poderío en el puerto para dar vuelta la historia, que hubiera tenido un final diferente para cualquier otro corredor.
Por todo eso, aún cuando el de Pinto salvó las papas, es que nunca debe obviarse el valor del grupo, algo que Rigoberto Urán también padeció en la Corsa Rosa del año pasado, en la que su fortaleza hizo la diferencia que no consiguió ahora.
*Hesjedal, un gladiador que va a más: el canadiense del Cannondale-Garmin no es precisamente un hombre que protagonice grandes latigazos en la montaña, si no que su arma más letal es la regularidad y el paso firme que lo caracteriza, el mismo que lo llevó a ganar la Maglia Rosa en 2012, cuando tenía 31 años.
Esta temporada, ya con 34 primaveras, arribó al Giro con la idea de mejorar su 9° puesto del año pasado, ubicación que le dejó un gusto agridulce tras perder 3’26” el día inicial en la crono por equipos de Belfast.
Consciente de no ser un ciclista “ganador”, Ryder ha logrado meterse en los cortes buenos de cada día, recortando diferencias con sus rivales en la general, destacando su 7° en Imola y, principalmente, su 6° lugar ayer en Aprica.
En el parcial de este martes, el canadiense se mostró el más fuerte entre los escapados y, tras ser neutralizado por los favoritos, subió Mortirolo a su ritmo, limitando pérdidas y arribando sólo por detrás de Landa, Kruijswijk, Contador, Trofimov y Amador.
Realizando su mejor actuación en lo que va de la Corsa Rosa en esta última semana, Hesjedal consiguió colarse por primera vez en esta 98° edición en el top 10 de la general. Y va por más… ya que el canadiense buscará recortar el segundo que lo separa del 9° lugar (Geniez) y el 1’09” del 8° (Kruijswijk) en los exigentes arribos a Cervinia (fue 4° en 2012) y Sestriere.
Pablo Martín Palermo
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