Ion Izagirre puede con Henao en Puy y se lleva el GP Miguel Indurain
Por @pmpalermo
Ion Izagirre (Movistar) se llevó la 18° edición del GP Miguel Indurain, 192 kilómetros con salida en Estella y final en alto en la Basilica de Puy, donde controló al colombiano Sergio Henao para llevarse el triunfo.
La prueba empezó con furia y una lluvia de ataques, que no tuvieron éxito hasta que el pelotón se metió en el circuito de Navarra. Allí, 13 hombres lograron marcharse, perseguidos por un Movistar que no cedió más de tres minutos.
Belkov, King, Zandio, Hayman, Benito, Madrazo, Domagalski, Williams, Lizarralde, Caldeira, Etxeberria, Becis y Grijalba fueron los valientes que desafiaron al conjunto telefónico, que igualmente se les echó encima en el alto de Guirguillano, donde Nairo Quintana realizó una magnífica tarea.
El ritmo de Kiryienka en el descenso cortó el pelotón, y se adelantaron 11 ciclistas, entre los que viajaban los hermanos Izagirre, Visconti, los Henao, Bilbao, Chernetckii o Silin. El paso del hombre de Sky fue imponente, y pronto abrió una brecha superior al minuto, que forzó a Orica a tirar.
Ya en el penúltimo paso por Ibarra y con 29 kilómetros por desandar, Adam Yates lanzó su ofensiva en el mayoritario, seguido por Dani Moreno. En simultáneo, adelante se rompía la armonía y varios hombres quedaban cortados, siendo alcanzados por los dos atacantes.
La situación se estabilizó, con los punteros manteniendo a raya a un frustrado Yates, quien debía tirar solo del grupo perseguidor. Posteriormente, el pelotón terminó por cazarlos, dejando la victoria entre los escapados.
En la subida a Eraul, Visconti se movió y obligó a sus rivales a perseguir. Los Katusha tomaron la iniciativa, pero naufragaron, en tanto que Henao llegó hasta el italiano con Izagirre a rueda.
Apenas coronado el puerto, Izagirre y Visconti alternaron ataques, tratando de dañar al colombiano. Sin embargo, fue el italiano de Movistar quien pagó el precio, quedando sólo dos líderes en cabeza.
La falta de colaboración a sus espaldas permitió a Izagirre y Henao sostener el margen alcanzado, por lo que ellos dos disputaron la gloria en la Basílica de Puy. Allí, Izagirre se puso adelante y dirigió la ascensión, controlando a su rival.
Cuando el cafetero intentó superar al español, la velocidad de éste y las estrechas rutas, impidieron al de Sky alcanzar su cometido, motivo por el que Izagirre se alzó con una prestigiosa victoria, que se le había escapado en 2015.
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