Por @pmpalermo

Se retiró Alessandro Petacchi (al menos por ahora), el último gran sprinter del ciclismo mundial, con permiso de Cavendish, quién aún debe correr muchos años y marcar su época, tal como hicieran Cipollini, Zabel y el mismo Ale-Jet, sus antecesores.

petacchi
Es que el gran Alessandro realmente dejó su impronta y allí donde corría era triunfo cantado, siempre bajo el mismo guión: trabajo de Fassa (escuadra en la que alcanzó su techo) en la persecución de la escapada de turno, y luego el show de su treno lanzando el sprint, que él se encargaba de ganar con sus 250 metros letales.
Su poderío y el de sus escuderos era tal, que se daba el lujo de poner pie a tierra para orinar o incluso quitarse las perneras, ya que unos kilómetros después estaba nuevamente en cabeza de carrera, gracias a Velo, Ongarato, Flecha, Baldato, Gustov, Bruseghin, Petito o Tosatto.
Pero Petacchi además tuvo ese instinto feroz que solo los grandes poseen, ese que hizo que pasara de ser lanzador a “capitano” y que le obligó, citando otro ejemplo, a mejorar en montaña para no perder sprints con repechos o clasificaciones de regularidad por quedar cortado en los puertos antes que sus rivales.

Cierto es que el Mundial le fue esquivo y que casi igual de imposible le fue ganar la Milán San Remo, uno de sus sueños, motivo por el que se emociono hasta las lágrimas en el podio ese ansiado día, pero su currículum es brillante.

La historia ya le juzga, con 39 años a cuestas, un sin fin de triunfos y grandes rivales vencidos, poco le quedo en el tintero a Petacchi y ni siquiera el positivo, por Salbutamol vale aclarar, opacó su trayectoria, a la que siguió agregando laureles en su retorno, cosa que no todos logran.

Tal vez sus últimos dos años hayan estado de más, pero es fácil decirlo, y pocos imaginaban este final, yo por lo menos, después de haberlo visto  competitivo en enero durante el Tour de San Luis.

Lo cierto es que Petacchi dice adiós, y aunque no parezca, pone mas presión a la siguiente generación de velocistas, esa que encabezan Cavendish y Greipel, y que quizás no tenia conciencia de que compartían pelotón con su maestro.
Se va un grande, el mas grande de la década pasada si de embalajes hablamos, y desde esta web le rendimos tributo.

Pablo Martín Palermo

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