Peter Sagan preparará su asalto a las clásicas de primavera en la altura de Colombia

Por Oscar Trujillo Marín

Peter Sagan es quizás el ciclista más espectacular y carismático del pelotón internacional. Tras su buen resultado en el primer mundial -de la terna consecutiva que logró- ganado en 2016, ha venido repitiendo en febrero, cada año, la misma fórmula para terminar de ponerse a punto de cara a la temporada. Una concentración en altura antes de enfrentarse  a las clásicas de fin de invierno y primavera. Para esta ocasión ha hecho una apuesta geográfica audaz, insólita en su carrera.

Durante el próximo mes de febrero estará en las montañas colombianas, a 9 mil kilómetros de su Eslovaquia natal, acompañado de tres compañeros del Bora buscando el fondo y afinando la forma para este exigente curso. Donde además de sus objetivos tradicionales, (disputando clásicas y ganando etapas en cuanta prueba menor participa) se estrenará en el Giro de Italia en mayo. Carrera que, como cosa curiosa, en sus ya 10 años como profesional aún no ha corrido.

Su director deportivo, hombre de confianza y paisano Jan Valach lo explicó así: “Peter es capaz de prepararse solo, lejos de las carreras, y por estas fechas prefiere trabajar en altitud. Es el tipo de corredor que puede desarrollar su máxima condición entrenando y luego solo necesita un par de pruebas para afinarse y volver a la velocidad”.

El laureado y versátil ciclista eslovaco, quien por estos días compite en la Vuelta a San Juan, Argentina, suele empezar la temporada con dorsal muy pronto: casi siempre desde enero, pero sin presiones. Sin exigirse demasiado ni cosechar apenas triunfos por estas fechas. Luego acostumbra a parar en febrero para una especie de segunda mini pretemporada. Que es justo lo que lo llevará a Colombia.

Entrenamiento en altura. ¿Existe realmente el beneficio?

Sagan cumplió 30 años el pasado 26 de enero en territorio argentino. Aún le queda cuerda y le sobra calidad. Con un palmarés amplio, diverso y envidiable, tiene poco que demostrar. Ha levantado los brazos casi en todos los escenarios posibles. Este es un año especial, hará la ronda Italiana y también será de la partida en el Tour de Francia con la mira puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio. El recorrido japonés, en teoría más favorable para escaladores, no lo desanima. Lo mismo decían en Rio de Janeiro y se terminó llevando el oro un clasicómano puro como Greg Van Avermaert.

Ante este reto su director afirmó: “Peter es capaz de superar las escaladas, después del Tour tendrá la base y su peso será óptimo, el mínimo posible. Es una prueba para grandes fondistas. Mucho depende de esos pocos días entre el final en Francia y los Juegos Olímpicos, por supuesto. Pero si tiene un buen día, él puede hacer una gran carrera”

Quizás el par de buenas temporadas cosechadas por Alaphilippe después de correr a principios de año en territorio suramericano le ha animado. O tal vez el exigente trazado de alta montaña en el Giro y no menos quebrado recorrido olímpico. Lo único cierto es que la altitud colombiana se empieza a afianzar como territorio idóneo para la preparación de las grandes figuras del ciclismo mundial.

Oscar Trujillo Marín¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional

Copyright © 2012-2020 Ciclismo Internacional. All Rights Reserved