El día de descanso no apaciguó las aguas en el pelotón, o al menos no entre los jefes de filas. Es que Tadej Pogacar volvió a cargar contra las declaraciones de Jonas Vingegaard, que había dicho que lo suyo no era falta de “huevos” sino un ciclismo inteligente.
Consultado una vez más al respecto, Pogacar fue al hueso. “Tácticas inteligentes o no, es una tontería”, afirmó, indicando que el danés debió colaborar para terminar de romper la carrera en el gravel. “Ahora tengo el amarillo, y eso es inteligente, ser líder”, siguió para ITV Cycling.
Vingegaard, el mejor “chuparruedas” del mundo
“Es importante ser inteligente, pero sobre todo, se necesitan buenas piernas para ganar el Tour”, tiró, quizás deslizando que el de Visma no las tiene. Lo concreto es que el esloveno marcha en punta con 1:15 de renta sobre su contrincante.
En medio está Evenepoel, a 33 segundos, aunque -sin desmerecerlo- un escalón por detrás en la consideración real hasta que demuestre que puede hacer en el Tour lo mismo que los dos que se han repartido las últimas cuatro ediciones.
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