Purito busca el cuarto

Por @pmpalermo

No quedan dudas de que Joaquim Rodríguez es uno de los mejores ciclistas del mundo desde hace un lustro, período en el que pasó de lugarteniente a capitán y se cansó de ganar clásicas, etapas y podios en las Grandes del calendario.

Campeón Nacional en 2007, dos veces primero del raking UCI, dueño de una Flecha Valona, un Giro de Lombardía, un parcial en el Giro, dos en la prueba gala y ocho en la ronda ibérica, son sólo algunos de los lauros que, por si hiciera falta, respaldan dicha afirmación.

Pero la figura del catalán terminó de agrandarse en julio pasado cuando subió al cajón en la única ronda de tres semanas que le faltaba, la más importante y esquiva para nuestro hombre, el Tour de Francia.

Ese día, el jefe de filas de Katusha ingresó al selecto grupo de corredores que logró culminar en el top 3 de cada  una de las grandes y además adornó la hazaña con una particular estadística personal: finalizó en ese mismo escalafón en cada una de sus tres últimas participaciones del género.

Pero no conforme con ello, Purito tiene mañana la chance de extender a cuatro la misma marca y casi sin proponérselo puesto que sus piernas y concentración no fueron los mismos en esta Vuelta a España, en la que sólo su innata calidad lo empujó hacia arriba en la clasificación.

Y es que 51″ separan al diesel de Parets del último puesto de honor que hoy es de Valverde y con el Angliru en el camino, una trepada que dicho sea de paso se les da bien a los dos ya que Rodríguez fue séptimo en 2011 y tercero en 2008 trabajando para el murciano, que concluyó segundo en esa oportunidad.

Con todo esto en perspectiva y lo acontecido en las recientes etapas de la presente edición, no es descabellado especular con que el gran Purito logre el objetivo pese a tener la cabeza puesta en el Mundial de Toscana, en el que por cierto tendrá muchas opciones.

Por eso, lejos de un Horner intratable pero con Nibali cayéndose a pedazos, no es una locura imaginar a este brillante escalador posando el domingo en la tradicional foto de Madrid, cubierto de gloria por cuarta ocasión consecutiva en una de las grandes.

Está claro que no estará cerca, por ejemplo, del extraordinario poker conseguido por el mítico Jacques Anquetil, que ganó entre 1963 y 1964 dos Tours, un Giro y una Vuelta, pero en el ciclismo moderno no es tan sencillo destacar y el pequeño catalán está a horas de extender su periplo exitoso, ese que se inició en 2012 en la Corsa Rosa y todavía no encuentra un final.

Pablo Martín Palermo