Tony Martin no tiene techo

Por @pmpalermo

Como suele suceder cada vez que un corredor domina una especialidad a su antojo, surgen los rumores y opiniones sobre la posibilidad de que dicho atleta incursione en otros terrenos y diversifique sus prestaciones y palmarés. 

Tony Martin no es la excepción y lleva varias temporadas arrasando en la lucha contra el reloj, período en el que tomó el relevo a Fabián Cancellara y cosechó tres títulos mundiales consecutivos, precedidos  por otras dos medallas de bronce que lo ubican como el más regular del último lustro en ese apartado.

Como si eso no fuera suficiente y en una clara muestra de su hegemonía, desde 2010 consiguió otras 28 victorias individuales sobre la cabra solamente, cifra que impresiona y que marca su nivel superlativo en la siempre complicada disciplina.

Pero además, el teutón difícilmente pasa desapercibido en carrera y así es habitual verlo trabajando para sus compañeros o incluso buscando sus opciones en escapadas, protagonizando gestas magníficas como la de la Vuelta a España 2013, cuando corrió solo durante casi 175 kilómetros y se quedó a metros de levantar los brazos.

Esta semana en el Tour de Suiza no hubo cambios, Martin se calzó la camiseta amarilla de líder el primer día con el objetivo de mantenerla y en el interín se dejó la piel levantando embalajes para sus colegas al tiempo que resguardaba su preciada vestimenta hasta la llegada de la montaña.

Allí estaba previsto que perdiera su privilegiada colocación, pero no sólo no fue así sino que el de Omega aguantó y aumentó su hueco, confirmando que sus prestaciones cuesta arriba han mejorado sustancialmente en 2014, y si bien ya había dado pruebas de ello, por ejemplo en la exigente Vuelta al País Vasco, en Verbier defendía la punta y no defraudó.

La tónica se repitió en la jornada final cuando Rui Costa, Frank y Mollema lo atacaron en Eischoll (1º cat. 8.6km al 6.9%), lo dejaron cortado y, aunque nuestro protagonista perdió definitivamente la punta, se defendió estoicamente y redujo por momentos las diferencias ganándose el respeto de todos.

Ahora bien, sin olvidar que el ritmo no fue el más alto y que no hubo muchos ataques en Verbier y que esto fue el Tour de Suiza y no el de Francia, los méritos del portentoso alemán son enormes, pero lo más interesante es saber si puede y quiere progresar un poco más en su escalada, lo que le abriría las puertas de muchas otras citas hasta ahora esquivas para él como el recién finalizado evento helvético, la París Niza o la Tirreno Adriático.

Es cierto al mismo tiempo, que podría ver mermada su capacidad rodadora y también es importante conocer sus deseos de mantenerse como el mejor del mundo en las cronos, status no menor que le ha regalado muchas satisfacciones en su trayectoria.

Martin ya perdió peso en 2010, cuando pasó de 77 a los 75 kilogramos actuales, y aunque ha seguido creciendo en las cuestas no estamos al tanto que haya alivianado todavía más su humanidad, por lo que tal vez se trate de realizar más entrenamientos específicos y no de perder masa.

De todos modos, si algo sobra a este atleta es inteligencia, la misma que lo llevó a buscarse una profesión alternativa por si no lograba vivir de la bicicleta (es policía), y un amplio conocimiento de su cuerpo, por lo que sólo el tiempo dirá hasta dónde puede llegar, aunque a día de hoy, con 29 años y tras lo visto esta semana, su talento no tiene techo.

Pablo Martín Palermo