Tres corredores suspendidos por transfusiones sanguíneas y EPO en la Vuelta a Costa Rica 2018 – Ciclismo Internacional

Tres corredores suspendidos por transfusiones sanguíneas y EPO en la Vuelta a Costa Rica 2018

Por @pmpalermo

Las malas noticias siguen apareciendo en torno al ciclismo latinoamericano. Poco después del caso Zamora, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha revelado las suspensiones provisionales de tres costarricenses.

Foto: Franco Xavier Videla

Los tres atletas en cuestión son Román Villalobos, Eddier Godinez Marin y Jonathan Segura Castro. Los analíticos adversos fueron por transfusión sanguínea los dos primeros, y EPO el tercero. Además, las muestras arrojaron restos de anabólicos.

Los controles se efectuaron entre el 21 y el 24 de diciembre y golpean más a un evento castigado por el dopaje. Sin ir más lejos, Juan Carlos Rojas fue sancionado con ocho años hace un par de semanas.

El más conocido de los “cazados” es Villalobos, top 10 en el Tour de San Luis 2016, mismo año en que ganó la Vuelta a Guatemala y fue 3° en la ronda de su país. Vencedor de etapa en la Vuelta a San Juan 2018, fue 11° y dueño de dos parciales en la Vuelta “tica” pasada, cuando fue pillado por los vampiros.

Pablo Martín Palermo

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8 pensamientos sobre “Tres corredores suspendidos por transfusiones sanguíneas y EPO en la Vuelta a Costa Rica 2018

  1. En situaciones como esa, en las que se vuelve reiterativo la aparición sistemática de casos de dopaje, es cuando se debe pensar en la responsabilidad final del respectivo órgano de dirección de ciclismo en el pais. Porque, cuál si no son las razones básicas que explican la existencia de las federaciones de ciclismo?

    Aopoyo y supervisión de toda la estructura de
    funcionamiento de la actividad ciclista, desde el
    trabajo con clubes, ligas y escuelas hasta la
    conformación de un calendario que permita
    elevar el nivel competitivo de sus deportistas.
    La lucha decidida y sin cuartel contra el dopaje
    en todas sus modalidades; y eso va másallá de contratar un laboratorio y sancionar al ciclista. Cada caso positivo tendría que implicar, necesariamente, una investigación en la que se
    vincule a todos los actores del delito: dueños de
    clubes, entrenadores, médicos y auxiliares. Y, hasta ahora, el ciclista es el único que paga,
    siendo, tal vez, el de menor responsabilidad;
    aquello de que: “rindes, como sea!, es una carga muy pesada para un joven que escogió al más duro de todos los deportes como su rutina
    de vida para que, de un tajo, él sea el único que pague por un delito cometido por varios. Así es en Colombia y creo que así es, también, en todo el continente. Que vaina!

  2. Siempre he sostenido que los auxiliares del ciclista deben ser juiciosamente investigados y sancionarlos de por vida : algún médico intervino para las transfusiones, alguna enfermera la aplicó, el D.T. sabía de este fraude, etc, etc, etc.
    Reclamamos JUSTICIA Señores de la Fecoci. NO tengan temor de sancionar a los pícaros.
    Muy de acuerdo con POLYSTES.

  3. la aparición de controles analíticos adversos, de alguna manera muestra que se empieza a hacer controles en algunas carreras, pensar que todos los corredores van limpios es bastante iluso y el hecho que no haya mas casos de doping en el ciclismo latino-americano es por falta de controles, no porque no exista corredores dopados, Hace unas semanas el señor Palermo argumentaba en uno de los comentarios negativos sobre el caso Zamora que la mayor cantidad de ciclistas sancionados estaba en Colombia de acuerdo a las cifras, pero mirar solo el numero no es suficiente, el verdadero problema es cuales son los ciclistas y que nivel representativo tienen para un ámbito específico del ciclismo, es decir no seria lo mismo un caso de dopaje en Froome que en Georg Preidler, por lo representativo del primero en el ciclismo mundial, es por ello que el caso de Juan Carlos Rojas y Roman Villalobos es muy grabe para la credibilidad del ciclismo local tico, pues eran de los mayores representantes, igualmente los casos de Zamora y Najar también son muy importantes para el ciclismo local argentino, ya que estos fueron los mejores ciclistas argentinos clasificados en las pasadas vueltas a San Juan(2018,2019).y con ello se genera un manto de duda acerca del resto de competencias que no cuentan con controles anti-dopaje en toda latino-américa.

  4. En latinoamérica ahora mismo solo hay 2 carreras 2.1 (San Juan y Colombia 2.1) donde la UCI obliga un control mucho más riguroso, y hay cobertura mediática mundial. Un puñado más 2.2 (la categoría más baja) con controles precarios, donde con todo (imagínense que fueran severos) y eso, es de donde suele salir el grueso de dopados. Como en Costa Rica Táchira y demás. La Vuelta a Colombia se ha convertido en una mierda de carrera, en un esperpento lamentable que no atrae ni equipos amateurs de otros países, y que suele ganar un pedalista de 42 años con pasado turbio en la materia, ¡ni siquiera es 2.2…! Tiene más categoría la quebrantahuesos en España. Es decir, una marcha cicloturista con veteranos ya de vuelta y jóvenes que no les alcanzó para llegar a la primera o segunda división profesional. Si dentro del lote y circuito amateur o semi profesional latinoaméricano, español o asiático se hiciesen controles masivos se salvarían muy, muy pocos.

    Creo que hay que ser muy ingenuo, cándido o idiota para negarlo. En Costa Rica llevan las dos últimas vueltas con las máximas figuras locales (y un ganador entre ellos) pitando. Y en V. Colombia 2017 ¡pitaron 8 amateurs! ¡en controles aleatorios! ¡Como iría el resto…! No se puede tapar el sol con un dedo. Si los WT le han bajado a la trampa es por que los tienen más controlados que nunca; y es difícil hoy no pitar por EPO hormonas, transfusiones etc. Para ser justos ningún corredor pro continental o WT argentino, ecuatoriano, costarricense (con presencia mínima en las dos categorías importantes del pelotón mundial) ni colombiano con presencia mucho mayor ha pitado en los últimos años. Lo que quiere decir que esto es un tema de continentales para abajo, con la vista gorda, ineptitud y hasta aquiescencia de las federaciones locales de cada país.

    Estamos trabajando con un material lamentable, precario como lo es el ser humano; para colmo compitiendo. En un continente especialmente proclive a la corrupción en todos sus estamentos…¿qué esperaban? Lo que es impresentable y estúpido es que algunos se arriesguen a hacerlo en carreras 2.1 (o de más alta categoría) con la alta posibilidad que tienen de ser pillados y arruinar su carrera, su futuro prestigio y vida deportiva. Eso no tiene perdón. Y basta de infantilizar al ciclista y presentarlo como una pobre víctima inocente: ¡son gente mayor de edad, informada y que saben a lo que se atienen! que paguen todos, por supuesto; médicos directores deportivos etc. Pero al ciclista nadie le pone una pistola en la cabeza para que se chute. Y si, por supuesto, entre más importante sea la competencia, mejor calidad en los equipos y participantes, más focos mediáticos y más relevancia tienen los casos. Más graves son. Y entre más se haya destacado el tramposo en la prueba es mucho, mucho peor el agravio para los que vayan limpios.

    1. No soy conocedor del tema y menos de las prácticas de muestreo y laboratorio de los vampiros, pero leyendo al respecto, es impensable que en 3 décadas de avances (desde los primeros casos de EPO en Europa), no haya una forma rápida y barata de controlar esa forma de dopaje, claro, existirán formas mas sencillas y tambien mas complejas para doparse, pero parece desidia de la UCI no atacar fulminantemente la desgraciada práctica en los 3 niveles profesionales que ellos mismos avalan WT, Pro y Continental, ya para el caso de los amateur sería inmanejable.
      Yo mas bien creo que esto es la práctica del gatopardismo que es inherente a la política y en esto no se salva si es un país de primer o tercer mundo. Retomando lo que alguna vez le leí a Forastero: es la práctica de cambiar todo para no cambiar nada, y en el ciclismo aplica cada década cuando salen sus dirigentes y realizan reformas y cacería de brujas, para luego decir “ahora si el ciclismo está limpio”, pero la historia siempre nos muestra que no es así, sino que aparte de que el dopaje va 20 años adelantado a las formas de detección, tambien existe la marrullería política para supuestamente no dañar la imagen de este deporte, pero nada mas equivocado. En su simil en la política es como las leyes en un país que permiten que un delincuente caliente ladrillos 72 horas y despues sale a la calle y hasta le salemos a deber, todo por cuenta de unas leyes mañosas que incluyen zonas grises hechas calculadamente por políticos de mierda para precisamente escabullirse el día que los vayan a pillar.
      Si señores, hecha la ley, hecha la trampa, porque ciertamente no encuentro muchas mas razones para dejarle puerta abierta a la categoria Continental a formas de dopaje de hace 3 décadas (como si de ratoneras se trataran), distinta a que pueden haber privilegiados con inmunidad en las maximas categorias que ahí sí golpearian económicamente a sus maximos dirigentes y por ende desprestigiaria totalmente esta disciplina.
      Así que retomando lo que Oscar dice ” es un tema de continentales para abajo” Si la UCI no puede controlar a los Continentales, pues que tomen decisiones determinantes sobre la categória o apliquen racero y los unifiquen con los amateur.

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