“Vingegaard era menos profesional que un joven de un equipo de desarrollo”

Jonas Vingegaard (Visma - Lease a Bike)

“Vingegaard era menos profesional que un joven de un equipo de desarrollo”. Con esa frase tremendamente sincera describió Tim Heemskerk -el entrenador del dos veces campeón del Tour de France- a su dirigido cuando lo conoció. En una interesante entrevista recordó los comienzos de su colaboración juntos en Visma y los desafíos que implicó convertirlo en la estrella que es hoy. Además contó qué hicieron para acelerar su evolución.

“Vingegaard era menos profesional que un joven de un equipo de desarrollo”

Aunque sea de perfil bajo, Jonas Vingegaard es una de las estrellas del pelotón World Tour. Pero a diferencia de la mayoría, él era extremadamente amateur cuando ingresó a la estructura de lo que hoy es Visma Lease a Bike, por lo que la apuesta fue más arriesgada y también su evolución mucho más veloz y notoria que la de otros ciclistas. Así lo recordó Tim Heemskerk en una entrevista con Ride Magazine. “Recuerdo la primera vez que lo ví. Éramos los dos nuevos en el equipo y él era uno de los ocho ciclistas que me asignaron”, empezó.

“No tenía idea quién era, pensé que era introvertido porque prefería estar siempre atrás y no en el centro del grupo. Yo soy igual y por eso conectamos de inmediato”, narró. “La cuestión es que no me habían dicho mucho sobre él, solo que me fijara qué podía hacer con él. Se sabía que podía escalar y claramente tenía mucho margen, pero no sabíamos siquiera el tipo de corredor que sería, que ganaría dos veces el Tour. No lo esperábamos”, reconoció.

“En esa época Jonas aún trabajaba a tiempo parcial en el puerto, vendiendo pescado. Ya por ese entonces era muy inusual que alguien tuviera un trabajo paralelo y, por supuesto, noté enseguida que tenía mucho que aprender”, relató Heemskerk. “Durante los entrenamientos él ponía solo agua en sus bidones”, ejemplificó. “Vingegaard era menos profesional que un joven de un equipo de desarrollo”, soltó.

Un aspecto en el que debieron trabajar específicamente fue la resistencia, clave para un vueltómano de tres semanas. “Así es, tuvimos que poner mucho cuidado en eso, no había entrenado muchas horas antes y tuvimos que incrementar su piso hasta llegar a unas 20 o 30 horas semanales”, expresó. Pero así fue cómo su organismo privilegiado respondió. “Es cierto, de inmediato mostró sus virtudes pero en su primera competencia, en Andalucía, notamos lo nervioso que estaba y ese estrés mermó su rendimiento. Luego mejoró y ya vimos cómo ganó en Polonia, pero allí otra vez los nervios lo lastraron”

Curiosamente, no es la primera vez que alguien habla de cierta fragilidad mental en el danés y de sus problemas para manejar la presión. Tim, continuó con sus apreciaciones. “De repente se encontró liderando al equipo, la responsabilidad no lo dejó dormir esa noche en Polonia, no se recuperó y perdió el título”, justificó sobre la edición 2019. “Pero nos convenció de que tenía el potencial para convertirse en un buen ciclista al que había que desarrollar física y mentalmente”, completó.

“Jonas es el experimento perfecto”

Heemskerk también habló de cómo trabajan a la perfección con Vingegaard y han logrado un entendimiento perfecto. “Él sabe que soy meticuloso y prefiero un plan claro, también que no soy el estilo de entrenador sabelotodo y que él puede participar opinando. Pero también que yo no soy de los que dicen todo que sí”, detalló. “Algo que siempre hago es pensar y analizar mucho las cosas, me tomo mi tiempo, entonces cuando le comento algo él ya sabe que fue cuidadosamente estudiado”, mencionó.

“Aunque suene extraño, Jonas es el experimento perfecto. Él hace todo lo que se le pide al detalle. Si le indicas que haga cinco horas en determinada zona, hará exactamente eso. Entiende muy bien que las rutinas perfectas lep permitirán descubrir que es lo que no le funciona”, aclaró el preparador. “Muchos ciclistas se desvian constantemente de las rutinas, hacen 10 vatios más o añaden tiempo. Jonas no. Él nos da completa libertad de armar su planificación”, soltó. Aquí bien podría quedar expuesto que, al menos entrenando, sí es robótico aunque él sostenga lo contrario.

Las bromas de Vingegaard

“Sus títulos en el Tour no lo cambiaron, es el mismo. Obviamente, ahora tiene una mejor casa o puede volar para una concentración. Pero en lo demás sigue siendo introvertido y un hombre de familia“, opinó. “Es un tipo de perfil bajo, eso no cambiará. Quizás la gente prefiere a atletas más extravagantes, pero él no es eso. Claro que es feliz al ganar, pero lo celebrará en familia”, enfatizó, para luego mostrar otra cara del líder de la plantilla neerlandesa.

“Tiene sentido del humor, aunque es seco. Por ejemplo, anuncia a través de la app que tenemos que salió a correr a pie aún sabiendo los problemas que eso puede generar. Esperando nuestra reacción. O a veces, en salidas de siete horas, cuando paramos para un café, le dice al médico que no puede seguir, que guarde su bici. Disfruta haciéndonos reaccionar”, confesó entre risas.


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