Visma: de llevarse el Giro por una genialidad a perder la versión sub-23 frente a un esloveno
El equipo regaló la victoria pese a contar con un favorito. Visma: de llevarse el Giro por una genialidad a perder la versión sub-23 frente a un esloveno
Visma: de llevarse el Giro por una genialidad a perder la versión sub-23 frente a un esloveno
El equipo regaló la victoria pese a contar con un favorito. Visma: de llevarse el Giro por una genialidad a perder la versión sub-23 frente a un esloveno
Jarno Widar (Lotto, ganador de la edición 2024), Jakob Omrzel (Bahrain), Lorenzo Finn (Red Bull-Bora), Adrià Pericas (UAE), Jorgen Nordhagen (Visma): prácticamente todos los grandes nombres sub-23 del momento -con la excepción, tal vez, de Pablo Torres y Paul Seixas- se vieron las caras esta semana en el Giro Next Gen, la versión juvenil del Giro que, hasta hace poco, se solía denominar el “Baby Giro”. Una competencia de prestigio en la categoría junto al Giro de Valle d`Aosta y el Tour d`Avenir.
El hecho destacado de este año: un esloveno se llevó la competencia y la escuadra de desarrollo del Visma, cuyo equipo mayor se suele destacarse por la táctica, falló y muy probablemente regaló la competencia por subestimar a sus rivales. Todo lo contrario, al Giro d`Italia elite que ganó Simon Yates hace apenas un mes.
Pero vayamos paso por partes. La primera etapa donde se pudo marcar diferencias fue la tercera, con final en alto y llegada a Passo del Maniva.
Visma comenzó a poner un fuerte ritmo en las fases decisiva. A seis kilómetros de meta, Nordhagen -octavo en la etapa reina del Tour de Romandía hace casi dos meses- lanzó el primer ataque. Primer error: irse demasiado anticipado. Fue neutralizado a 2,7 km por un grupo de favoritos con Widar, Finn y Pericas. Alí Finn probó suerte con un ataque al que solo Widar respondió con contundencia. A 300 metros de meta, el belga del Lotto lanzó un fuerte ataque explosivo y se quedó con la etapa y el liderato. Finn quedó a siete segundos. Nordhagen, con una actuación bastante irregular y una táctica cuestionable, quedó octavo, a 36 segundos.
Pero las chances para Visma quedaban vivas: Nordhagen demostraría junto con Widar ser uno de los más fuertes. Si no fuera por un gravísimo error táctico que ocurrió dos días después, en la quinta etapa.
Allí el pelotón dejó ir a un nutrido grupo en la fuga que incluía nombres que no se podían subestimar como Jakob Omrzel -esloveno del Bahrain Devo con buena actuación en el reciente Tour de su país- y Luke Tuckwell de Red Bull-Bora. La malla rosa Widar, quién no tenía más hombres para poder tirar (Milan Donie, su mano derecha, había perdido contacto hace rato), no tuvo ayuda de otros equipos. Visma, con múltiples hombres, no colaboró.
Es cierto: es una carrera que no tiene pinganillos, pero en muchas instancias se observó a los corredores del Visma hablando con el auto. Lo que parecía ser un desaire a Widar -ya una vez ganador del Giro Next Gen al contrario de Nordhagen que abandonó la edición pasada- se convirtió en algo absolutamente contraproducente para Visma. Más considerando que en la etapa 7, la jornada reina, se dio un golpe de escena: Widar se cayó a 32 kilómetros de meta.
Con múltiples laceraciones, terminó a 26` 52” de ganador del día, Pavel Novak. Al final de la etapa, el joven belga se aleja hacia un campo de maleza, se deja caer al suelo y rompe en llanto. No iniciaría al día siguiente. Tendrá otras grandes chances en Aosta y Avenir: su gran talento le dará revancha.
Atacando en Prato Nervoso, Nordhagen le saca distancia a todos los favoritos, incluyendo Pericas, Omrzel y la malla rosa, Luke Tuckwell del Red-Bull Bora Rookies. Al día siguiente, Nordhagen ganaría la última etapa llegando en fuga con el ganador de la competencia: Omrzel. El esloveno vencería a Tuckwell por la general por apenas 12 segundos.
Para Visma, en tanto, se trató de una victoria pírrica. Nordhagen ni siquiera llegó al podio pese a mostrarse relativamente fuerte en las últimas fracciones y son estas las cosasiones que tiene el joven noruego que Visma pretende como el sucesor de Jonas Vingegaard -no tienen a otro sub-23 aspirante de generales entre sus filas- pero que aún no se mostró tan dominante frente a los rivales de su edad. Todo esto por una táctica fallida, muy lejos del otro Giro de hace un mes atrás.
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