Vuelta a España 2023 – Previa etapa 2

Por @amatiz12

Mataró › Barcelona (181.8km)

Normalmente las primeras etapas en línea de una gran vuelta deberían de ser amigables con los sprinters, pero en esta Vuelta no es el caso y lo de este domingo es una prueba de ello.

Se inicia subiendo por una cuesta irregular, que será apta para conformar a una escapada que no supondrá un gran dolor de cabeza para el pelotón.

El camino sigue con el ascenso más largo de la jornada, pero que por su distancia a meta y tendida inclinación, seguramente no tenga un impacto significativo para la carrera. Lo atractivo allí será la lucha por los puntos en la cima, pues quien pase primero, se colgará el maillot de lunares azules.

Hasta aquí todo normal, sin embargo, el Castell de Montjuic emerge como la tachuela que puede descartar a esos velocistas más puros. Son escasos 900 metros al 9.4%, que se coronan a 3.8 km de la meta. En ese corto esfuerzo de máxima intensidad esconden rampas de doble dígito y conducen a un botín que puede incentivar a los de la general a moverse: la bonificación.

Son 6,4 y 2 segundos en la cima, que provocarán que se ascienda a toda máquina, poniendo a prueba la resistencia de los más veloces, que además, tendrán que presentar oposición a aquellos que les interesa el triunfo parcial y que en el puerto pueden anticipar la llegada masiva al carecer de punta de velocidad.

Y ojo a los kilómetros finales tras superar el muro. Carreteras plagadas de curvas, difíciles de maniobrar y con posible asfalto jabonoso, que por tanto premiará a un rutero hábil y en su jornada de suerte.

Clima

Este es el factor que condiciona las posibles movidas agresivas. Va a llover en gran parte del día, tanto al inicio como sobre el final y con el circuito técnico del remate, puede ocasionar caídas y hacer que la gente se lo piense dos veces antes de asumir riesgos. El diluvio de paso, obligará a una máxima concentración en las más de cuatro horas de competencia, pues cualquier sencillo despiste te puede mandar al suelo.

Escenario

El perfil indica un trayecto que no es del otro mundo, pero Montjuic y la lluvia cambian todo el marco estratégico porque involucran una serie de factores que nublan cualquier predicción.

Primero, podemos presenciar una batalla de la que participe todo el mundo, de un lado, aquellos que aspiran a ganar un parcial y que conscientes de que no derrotarán a sprinters como Groves y Molano, irán a full gas para exprimirlos al máximo, y del otro, gente que viene por el título que goza de un buen punch -como Roglic- y que verían con buenos ojos endosar unos segundos con los bonos a disposición en la cima -y hasta en la meta, quizá-.

No obstante, el elemento meteorológico condicionará a ese segundo grupo de pedalistas. Lo más probable es que el esloveno y compañía sólo busquen los seis segundos y se lo tomen con más calma en el tramo restante, pues no se llevarán al límite irracionalmente por una migaja de ventaja con el latente peligro de caerse apenas en la segunda etapa. Esto sólo cambiaría si un candidato serio, tipo Remco, Ayuso o Thomas está en crisis, algo casi que improbable.

Dicho esto, la solución a este acertijo se localiza después de Montjuic y está en manos del primer colectivo de ruteros mencionado y de los embaladores. ¿Por qué? Seguramente, arriba sólo estén los mejores, pero no van a dar continuidad a su propuesta y eso beneficiará a quienes vienen por detrás, con mínimas pérdidas, ya que reconectarán y dependiendo de sus características, aguardarán al sprint o ejecutarán un ataque tardío que es muy posible que no sea contestado por los favoritos. Por ahí saldrá el ganador.

Favoritos

Juan Sebastián Molano – No es sprinter puro y ha demostrado subir bien en el pasado. Sin embargo, el drástico cambio de velocidad puede sacarle el aire y dejarlo fuera de la jugada.

Primoz Roglic – Tiene uno de los mejores rush del mundo, en este tipo de cotas es insuperable para los contrincantes que enfrenta aquí y se moverá por la bonificación. No más por eso, ya es candidato. Siempre quiere ganar y quién quita que quiera seguir de largo después de Montjuic, cuenta con punta de velocidad para imperar en un grupo reducido.

Filippo Ganna – Sabe escalar y estuvo a la par de los mejores clasicómanos durante la primavera. Tiene los dotes para superar el tramo técnico final y la potencia pura suficiente para separarse en solitario en el llano.

Bauke Mollema – En su esplendor relucía en días como estos, aunque hoy por hoy no parezca estar cerca de eso.

Kaden Groves – Seguramente el mejor velocista de esta edición, pero al igual que Molano, la corta intensidad puede eliminarlo completamente.

Oier Lazkano – Está en su mejor momento y es de esos puncheurs que puede ceder poco terreno contra los mejores para enlazar en el descenso y plano restantes. Es el campeón español en ruta y querrá lucir esa bandera alzando los brazos en la carrera más importante de casa.

Bryan Coquard – Lo mismo que Groves y Molano, aunque tiene más chispa para estos muros.

Orluis Aular – Podría soñar con un top-10, el recorrido se le adapta.

Romaine Grégoire – La fatiga no le pesará todavía y es explosivo, además de atravesar por un momento de forma importante. Como la joven promesa que es, le es afable apuntar a este tipo de parciales.

Predicción

Dudo que resistan los sprinters y que los favoritos asuman riesgos por la etapa, así que saldrá de un outsider y ese será Filippo Ganna.

Alejandro Matiz

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