Wild Cards: cuando el mérito deportivo es lo de menos
Por @pmpalermo
A falta de que la Vuelta a España revele los invitados para su próxima edición, Giro y Tour ya hicieron públicos los nombres de las escuadras Pro Continentales que se unirán a los 18 monstruos del World Tour en mayo y julio respectivamente para conformar la serpiente multicolor. 
Pero favoritismos o simpatías aparte, lo que quedó claro con las designaciones es que el mérito deportivo no es primordial para ser de la partida, mientras que por el contrario, el hecho de ser de la misma nacionalidad que alberga la prueba es clave.
Si bien es cierto que la crisis obliga en parte a los grandes organizadores a respaldar a los conjuntos de la tierra, también es claro que si éstos no se ayudan a si mismos con actuaciones decorosas a la larga sólo desvirtuarán el show, ya que por lo general no están a la altura.
El Giro de Italia inició las controversias cuando incluyó al Yellow Fluo, la nueva estructura que Luca Scinto y compañía forjaron de las cenizas del Vini Fantini, equipo que quedó marcado en la Corsa Rosa 2013 por los dopajes de Mauro Santambrogio y Danilo Di Luca.
Por más que se trate de dos casos aislados, en el pasado estos incidentes se “castigaban” con la exclusión de la carrera al año siguiente y por eso sorprendió que, cuando muchos esperaban al pujante MTN-Qhubeka en la salida del próximo Giro, RCS optó por la bandera e invitó al combinado amarillo flúo, que se unió así a los también italianos Androni, Bardiani y Team Colombia, sudamericano éste último pero con director y estructura del país ibérico.
El Tour de Francia siguió la misma línea y pese a que no hubo sorpresas, no por ello las elecciones fueron justas, quedando la lupa sobre todo encima del Cofidis, tradicional participante de la ronda gala y además patrocinador de la misma.
Sin dudas, los de rojo fueron el peor de los cuatro invitados, ya que si bien el Bretagne obtuvo menos resultados, la diferencia entre sus presupuestos, plantillas y calendarios fue abismal, dejando en evidencia el pésimo 2013 de los telefónicos.
A modo de repaso, sirve resaltar los principales lauros y figuras de cada uno de los designados por ASO y también del más perjudicado de los Pro Continentales, el MTN, que no irá ni al Giro ni al Tour y lo tiene muy difícil en España.
El modesto Bretagne Seché en el que milita el argentino Eduardo Sepúlveda consiguió el año pasado la París Troyes o una etapa en Tour de Bretaña como lauros dignos de mención, pero su juventud y empuje los hace merecedores de una oportunidad de crecer, algo casi garantizado por el mero hecho de tomar la salida en Francia.
Los de blanco hicieron los deberes, contrataron a los hermanos Brice y Romain Feillu y cuentan con un buen bloque que garantiza guerra en todos los ámbitos con Koretzky, Fonseca, Delaplace, Vachon, Gerard, Lengen o el mismo Sepúlveda.
IAM Cycling no brilló en 2013 aunque así y todo se hizo con competencias como el Tour del Mediterráneo, el Circuito La Sarthe o incluso una jornada de la Bayern Rundfhart, pero además, a su buena plantilla le sumó un ídolo galo como Sylvain Chavanel, hecho que prácticamente garantizó su inclusión en la prueba.
Los suizos tienen un excelente equipo en la previa, ya que cuentan con Larsson, Löfkvist, Pineau, Haussler, Elmiger y Frank, una alineación que parece el apoyo perfecto para Chava y, por nombres, tiene grandes opciones de destacar.
Por su parte, NetApp Endura no es la estructura más vistosa pero creció paso a paso y aumentó su presupuesto, sumando dos buenos fichajes como son los polivalentes Sam Bennett y Tiago Machado, atletas que añaden profundidad. En lo deportivo es de resaltar lo hecho por Leopold König, vencedor en la jornada reina del Tour de California así como en una etapa de la Vuelta, competencia en la que clasificó noveno en la general.
Los alemanes no maravillaron pero mantuvieron la línea ascendente y en España se ganaron el salto al Tour donde deberán, al menos, igualar lo hecho en septiembre último si es que no aplican al World Tour y pretenden repetir en el futuro a través de invitaciones.
Cofidis, equipo fundamental dentro del pelotón y patrocinador de Tour y Vuelta, sólo logró en 2013 parciales en Murcia, Tour de Turquía y Tropicale Amissa Bongo, demasiado poco para un combinado con muchos nombres importantes.
Es innegable que por historia los franceses son de los más queridos dentro del mundo del ciclismo, pero con integrantes de la talla de Rein Taaramäe, Dani Navarro, Luis Maté o Jerome Coppel entre sus filas, se esperaba más y su temporada fue sumamente pobre, por lo que la invitación a la ronda gala se antoja injusta en comparación al resto.
Para finalizar y sin ir más lejos, el gran perjudicado en la adjudicación de wild cards, el MTN-Qhubeka, no para de crecer y tras conseguir la Milán San Remo con Ciolek y etapas en Bayern Rundfhart o Volta a Portugal, tenía como siguiente paso lógico la inclusión en una grande, motivo por el que también incorporaron a Linus Gerdemann y John-Lee Augustyn, aunque todo indica que deberán aguardar otro año.
Con todo esto en consideración es evidente que el mérito deportivo no es primordial y que tópicos como el presupuesto, la nacionalidad o los intereses comerciales priman a la hora de percibir un visto bueno que, por cierto, cambia radicalmente la vida a estructuras pequeñas.
Así las cosas, los aficionados ya no deben sorprenderse cuando se aburren frente al televisor al ver espectáculos mediocres de la mano de atletas haburguesados sin nada que perder sabedores de contar con la invitación año a año, ocupando un lugar que debiera ser para corredores con hambre, ávidos de mostrarse y combatir en una actitud que a la postre, es la verdadera esencia del ciclismo y, por supuesto, de las wild cards.
Pablo Martín Palermo
