Pidcock se queda con una carrera que no podía perder - Ciclismo Internacional

Pidcock se queda con una carrera que no podía perder

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El inglés triunfa con su nuevo equipo ante rivales de pocas luces. Pidcock se queda con una carrera que no podía perder

Pidcock se queda con una carrera que no podía perder

El inglés triunfa con su nuevo equipo ante rivales de pocas luces. Pidcock se queda con una carrera que no podía perder

Tom Pidcock - Alula Tour 2025 (Charlylopezph)
Tom Pidcock – Alula Tour 2025 (Charlylopezph)

Tras tanta novela, era hora de demostrar las cosas en la ruta. Y Tom Pidcock lo hizo, quedándose con la general por primera vez una competencia por etapas: el AlUla Tour en Arabia Saudita e igualando, en menos de un mes, las dos victorias que hizo en Ineos en cuaro años. Es cierto, hay muchos “peros” para mencionar, pero el británico hizo todo lo que debía hacer. Menos hubiera implicado un fracaso.

¿Una buena premonición?

Con dos victorias de etapa -las únicas donde se podían marcar diferencias en la general- el exIneos ya se siente mimetizado en su nueva formación: el Q36.5. Y de hecho, con sus dos victorias de etapa, más la última que les dio su sprinter, Matteo Moschetti, ya tienen más triunfos que en todo 2024. Y solamente estamos en febrero.

Se amoldó bien a una formación que le dio un buen soporte en el llano -clave para los repetidos abanicos que hubo-, no tanto así, como era de esperar, en los pocos puertos de montaña que hubo. Pero esto último lo pudo compensar con muy buenos números: en el puerto de Skyviews of Harrat Uwayrid (de 1,66 kilómetros con pendientes de 15%) marcó un récord de 7:38. “Esta semana hice un nuevo récord de 5 a 10 minutos, así que delictivamente estoy en buena forma”, señaló. También esta carrera en una síntesis de la aparente falta de libertad que tenia en el Ineos. Posiblemente hubiera ganado esta misma carrera con su ex escuadra, pero lo cierto es que Pidcock nunca fue seleccionado para una competencia de categoría 2.1. El Ineos, salvo el Tour de Gran Bretaña, no suele directamente ir a ellas.

Sus rivales

Y acá viene el momento del “pero”. No hay que caer en la sobrerreacción. Pidcock directamente no tuvo competencia desde el primer minuto en esa carrera. De hecho, la startlist de escaladores y para la general fue una de las más pobres de los últimos años: una razón para que esta carrera -realizada en un país donde prácticamente no hay gente en las llegadas- no merezca ser elevada de nivel. De parte del UAE, Rafal Majka, el elegido para competir en la general, perdió todo ipo de chances en la primera etapa cuando cayó a pocos kilómetros del arribo. Perdió 6 minutos así que era irremontable. Mención especial para Adrià Pericas, español de 18 años del equipo de desarrollo que se mostró muy solvente en ambas jornadas de montaña, que le pudo seguir el ritmo a Majka.

Todas las miradas, por ende, apuntaron al Jayco AlUla, equipo que, por motivos obvios, tenía la presión del sponsor para lograr una buena figuración. El año pasado ganaron la general con Simon Yates. Este año, en cambio, el resultado fue decepcionante.

Un nuevo mountain biker

Eddie Dumbar fue el elegido para liderar la general, pero no estuvo a tono frente a los ataques de Pidcock. El que marcó la sorpresa, en cambio, fue Alan Hartherly, nueva incorporación de este año. Para el sudafricano de 28 años se trató de la primera carrera de ruta como profesional luego de una vida dedicada al mountain bike, disciplina que ganó el bronce en los Juegos Olímpicos de 2024. El primer no europeo en ganar medalla en el evento masculino. Hatherly fue realmente la sorpresa en el AlUla Tour, posicionándose en tercer lugar antes de la última etapa, detrás de Pidcock y del austriaco del Bahrain, Rainer Kepplinger. Pero las estrategias del Jayco le arruinaron por completo la carrea.

Primero, en la etapa 4, la última de montaña y tras el ataque de PIdcock, habían quedado en un segundo grupo, Kepplinger, Hatherly, Kulset y Dunbar, a aproximadamente 20 segundos de Pidcock. Tras la coronación de Skylines, había 8 kilómetros en el llano, un tramo donde se podían reducir distancias. Pidcock, de hecho, ya estaba extenuado. Sin embargo, Dunbar atacó y destruyó por completo la posibilidad de colaboración en el segundo grupo. Cabe señalar que el irlandés ya estaba a 2 minutos en la general. Poco favor le hizo a su nuevo compañero que estaba adelante suyo en la general.

El error del Jayco

Luego, en la etapa 5, la última, llegó el mayor error. Poco después del kilómetro 30 comenzaron a haber abanicos. Uno-X, que tenía a dos corredores a tan solo 40 segundos del podio ocupado por Pidcock, Kepplinger y Hatherly, se posiciono adelante y comenzó a tirar, liderados por una maquina como lo es Jonas Abrahamsen. Pidcock no tuvo ningún problema, ayudado por su equipo. Sin embargo, hubo un corte y los corredores del Jayco -incluidos Hatherly y Dumbar- junto a Kepplinger, quedaron en un segundo corte.

Masterclass del Uno-X pues tanto Hatherly como Kepplinger nunca pudieron reingresar al grupo, y terminaron quedando con el 2-3-4 en la general con Fredrik Dversnes, Johannes Kulset y Adne Holter, respectivamente. El Jayco, que tenía posibilidades de quedarse con un podio casi seguro con Hatherly, decidió no bajar a más corredores para ayudar al sudafricano a ingresar. Prefirieron apostar por una victoria de etapa con su sprinter, Dylan Groenewegen, dejandole el tren de apoyo. ¿Es mejor quedarse con un podio o con una victoria de etapa en la carrera de casa? Es difícil decirlo. Pero Groenewegen no es hoy en día garantía de victoria: finalmente quedó segundo detrás de un sprinter, aparentemente de menor nivel, como el italiano Moschetti, que se está recuperando luego de un tiempo difícil marcado por lesiones.

Los sprinters: Merlier dominante, Molano aprobado, Jakobsen falla

Precisamente sobre los sprints había que cerrar. Más allá de Moschetti, se trató de una competencia dominada por Tim Melier (Soudal), que ganó la primera y la tercera etapa con puro dominio. En la última estuvo fuera de contienda, aparentemente por un problema de posicionamiento o mecánico.

Alexander Kristoff (Uno-X) y Arvid de Kleijn (Tudor) no pudieron levantar los brazos, Sebastián Molano (UAE), en tanto, mostró una promisoria consistencia para el resto del año: en todas las tres etapas al sprint quedó segundo o tercero. Y una de las virtudes de un sprinter es precisamente ello: ser consistente. Un segundo lugar en una etapa de poco sirve si en el resto se está fuera del top 10. Y, en ese sentido, eso es lo que le falta a Fabio Jakobsen (Picnic), quién sigue con la misma tendencia del año pasado. Puesto 11 en la primera etapa al sprint, 36 en la segunda y 97 en la última. Ya no resulta sorprendente que el Picnic este coqueteando con llevar a Tobias Lund Andresen como segundo líder velocista al próximo Tour de France.

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