Ronde van Vlaanderen / Tour de Flandes: historia y curiosidades
Por @FXavierVidela
Como su nombre indica, esta gran clásica belga se disputa anualmente en la Región Flamenca, cada primer domingo de abril. Organizada desde 1913, se trata del Monumento ciclista más “joven”, disputando este año su 101º edición, sólo interrumpida durante cuatro temporadas debido a la Primera Guerra Mundial.
Conocida por sus muros, algunos de ellos adoquinados que, con el paso de los kilómetros hacen un tremendo infierno para quienes los trazan, todos ellos reciben una denominación. Alguno de los más difíciles de sortear son el Paterberg, el Koppenberg, el Oude Kwaremont y el Kapelmuur.
Sus inicios
Karel Van Wijnendaele, nacido un 16 de noviembre de 1882, fue uno de los pioneros del periodismo deportivo flamenco. En 1912, junto a algunos colegas de la región, fundó el diario deportivo SportWereld.
Al año siguiente, Karel decidió promover su periódico organizando una carrera: De Ronde van Vlaanderen. Seguramente, el oriundo de Torhout nunca imaginó que podía llegar a ser una de las pruebas más prestigiosas del calendario.
Vale destacar que, desde 1939, el Tour de Flandes es organizado por otro matutino local, Het Nieuwsblad.
1° edición
Su estreno se llevó a cabo el 25 de marzo de 1913, fecha en que 37 corredores tomaron la salida en Gante. Pasaron por Sint-Niklaas, Aalst, Oudenaarde, Kortrijk, Veurne, Oostende, Torhout, Roeselare y Brujas, para arribar en el barrio de Mariakerke (Gante) tras 324 kilómetros.
Paul Deman fue el primer vencedor, luego de rematar la fuga de cinco corredores que se decidieron la victoria, haciéndose con la suma de 1.100 francos. En aquella oportunidad, el nacido en Rekkem completó la prueba en 12h03’10” e hizo bueno su sprint, para alzar los brazos por delante de Joseph Van Daele (J.B.Louvet) y su compañero de equipo, Victor Doms (Automoto).
El belga fue profesional entre 1909 y 1924, aunque su carrera se vio trunca debido a la Primera Guerra Mundial, donde trabajó de espía para los servicios secretos belgas, pasando información codificada a Holanda. Luego de 15 misiones exitosas fue descubierto y condenado a ser fusilado, pero el armisticio le salvó del fatal desenlace.
Tras la guerra, Deman regresó a las carreras ciclistas, triunfando en la París-Roubaix de 1920 y ganando la París-Tours tres años más tarde. Tras su retiro, abrió una fábrica de bicicletas. Casualmente, falleció en 1961, el mismo año que el fundador del Tour de Flandes, Karel Van Wijnendaele.
Curiosidades
Karel Kaers se impuso en 1939 “sin querer”
El belga Karel Kaers, quien defendía los colores del Alcyon-Dunlop, rodó 40 kilómetros hasta la salida en Gante, donde inició la 23° Ronde van Vlaanderen con el objetivo de entrenar de cara a la París-Roubaix.
Como su intención no era completar la prueba, si no encontrarse en el Kwaremont con su entrenador, Kaers se fugó al inicio de la jornada y llegó con 1′ de ventaja a ese punto. Al no estar el coche de su técnico allí, siguió y terminó ganando la carrera en solitario, con apenas 10″ sobre su compatriota Romain Maes.
Vale mencionar que su preparador, enterado de que su pupilo viajaba en vanguardia, se acercó hasta la meta para que Kaers se viera obligado a continuar el trazado y no abandonara la competencia.
Magni gana tras hacer los últimos 75 kilómetros en solitario
En 1951, el italiano Fiorenzo Magni formó parte de una escapada de nueve ciclistas, a quienes dejó cortados uno a uno, recorriendo en solitario los últimos 75 kilómetros y venciendo por tercera vez consecutiva. Además, en esa edición, los primeros cinco pedalistas fueron de origen extranjero.
Como dato anecdótico, vale mencionar que “El León de Flandes” participó en 1949, donde obtuvo su primer triunfo, sin un coche de auxilio tras él. “En el hotel apareció un mecánico, un buen hombre. Me dijo ‘mañana te daré botellas con té caliente’, e inesperadamente allí estaba esperándome, en el Muur de Grammont”, mencionó Magni, fallecido el 19 de octubre de 2012.
Eddy Merckx venció en sólo dos oportunidades
El ciclista más grande de todos los tiempos sólo pudo alzar los brazos en dos ocasiones, en 1969 y 1975. En la primera de ellas tuvo que lidiar con su frustración de no ganar en Flandes, además del resentimiento de sus rivales, contentos de que el “Caníbal” no venciera en el Tour.
“Tienes que ser muy hábil para ganar el Tour de Flandes. Luego está el clima: ráfagas de viento, lluvia. Eso lo hace aún más difícil. Tuve que esperar unos años para ganar el Tour de Flandes”, dijo hace un tiempo el belga, quien ‘recién’ ganó De Ronde en su quinto año como profesional. “Estaba nervioso. Había ganado la Milán-San Remo un par de veces, la París-Roubaix, la Lieja-Bastoña-Lieja, la Flecha Valona… todas las clásicas, pero el Tour de Flandes no estaba en mi palmarés”.
Furioso, Merckx se fugó en Bosberg. “Mi director vino hacia mí y me dijo que estaba loco. Pero sabía que si no lo hacía, sería más difícil ganar la carrera”, recordó Eddy, quien ‘humilló’ a sus rivales aquella edición, adelantando en cinco minutos y medio a Felice Gimondi (2º), y en más de ocho minutos al resto.
Apenas 24 ciclistas completan la épica De Ronde 1985
En aquella edición, el belga Eric Vanderaerden se quedó con la victoria. Lo inusual fue la cantidad de corredores que arribaron a meta: tan sólo 24 de 173 participantes. Pues la lluvia cayó a cántaros en la segunda mitad de la jornada que, sumado al frío siberiano, hicieron estragos en el pelotón, desistiendo la mayoría en continuar.
Con una gran tormenta, estrellas como Sean Kelly, Greg LeMond, Adrie van der Poel, Phil Anderson, Vanderaerden y Hennie Kuiper lideraban las acciones en el Eikenberg. Sin embargo, el prometedor ciclista belga hizo estragos y se marchó en el Muur van Geraardsbergen, a 20 kilómetros de meta, encaminándose hacia su primera gran victoria.
De esta manera, se convirtió en el campeón más joven en ediciones post-Segunda Guerra Mundial.
Atropello a Skibby y supresión del Koppenberg
En la edición de 1987, el danés Jesper Skibby fue uno de los grandes protagonistas. Mientras vivía su momento de gloria, liderando el Tour de Flandes en solitario, una desafortunada acción acabó con su ilusión en el Koppenberg.
En la mítica pared empedrada, donde se suelen ver las típicas imágenes de corredores subiendo a pie, Skibby fue atropellado por el coche del director de la carrera, provocando la deformación de su rueda trasera.
Como resultado del incidente ocurrido en las duras rampas al 22%, la organización decidió quitar el Koppenberg del recorrido durante las siguientes ediciones. Con algunos arreglos, finalmente volvió al ‘parcours’ en 2002.
Franco Xavier Videla
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Que feo lo de Skibby, y el coche no paro ni nada y también casi se lleva a un espectador por encima.
Es una de mis carreras favoritas y de las más emocionantes. Recuerdo el triunfo de Gianni Bugno en el 94 con especial cariño ya que aunque soy español, Bugno era mi corredor favorito. Siempre iba con él en el Tour cuando el resto de mis compatriotas flipaban con Indurain .
Aquel año ganó a Museeuw, que era más rápido que Bugno, pero que optó por tomar la rueda del gran Andrei Tchimill y no pudo remontar al italiano.
Memorable también el ataque de Michelle Bartoli en el 96 en el Kapelmuur, uno de los más potentes que recuerdo.
Merece también mención el “pulidor de platas”, Leif Hoste, tres veces segundo, superado por los grandes corredores de nuestra época en este tipo de carreras, como Tom Boonen, quien correrá su último Flandes este año.
Y, por supuesto, el mencionado Andrei Tchimill, siempre picado con Museeuw desde aquel mundial en el que el belga le dijo que trabajara para él, a lo que el entonces corredor moldavo contesto con el famoso “Moldavia no es una provincia de Bélgica”. Dulce venganza tuvo Andrei, que al año siguiente le ganó la Paris Roubaix al belga con una escapada mítica de muchos kilómetros, con una persecución memorable en los que sólo unos segundos distanciaban a ambos corredores.
Y que decir de los italianos Tafi y Ballerini. De este último recuerdo verlo ganar Roubaix totalmente cubierto de barro.
Me alegra mucho que la organización haya recuperado para el trazado de la carrera e Muur, pero no será tan decisivo como antaño, cuando era la penúltima subida del recorrido.
Saludos a todos y a disfrutar de esta gran carrera.. y el domingo siguiente, Roubaix.
Maravillosa reseña de sus recuerdos.
Muchas gracias.
Gracias a usted por sus palabras. Compartimos profesión y amor por el ciclismo. Interesante su blog.