Cavendish agranda su legado

Por @pmpalermo

Si ayer hablábamos de que Mark Cavendish no estaba en su mejor versión, hoy dio toda una clase sobre como los grandes campeones se adaptan para ganar de cualquier modo y salir adelante.

Probablemente el británico y su equipo se veían ganadores por la mañana, cuando en la charla técnica planificaron los abanicos e incluso parte de la pesadilla que desataron luego.

El libreto marchó según lo establecido en estos días: fuga, pelotón perseguidor, luego el acelerón contra los bordes y los obligados abanicos por el viento lateral.

Lo que nadie, ni el mismo Cav, esperaba era el desenlace  con nuestro protagonista ganando en un grupo reducido tras vaciarse lo indecible para ser el último en llegar a la fuga y encima ser elegido como el más combativo de la jornada.
Sí, Mark Cavendish, el mejor sprinter de la historia del Tour, ganó su parcial número 25 en esta carrera rematando una escapada, demostrando que lo único que tiene entre ceja y ceja es el éxito y las piernas para conseguirlo, algo al alcance de pocos.

Los números hablan por si solos: igualó a Leducq en el tercer lugar de todos los tiempos en triunfos de etapa en la ronda gala y quedó a tres de Hinault y a nueve de Merckx, todo eso con ocho días por delante y con tan sólo 28 años,  sumando así 108 victorias en su carrera.

La grandeza del nacido en la Isla de Man reside, como la de todos los que trascienden, en su talento pero sobre todo en su instinto asesino, ese que lo obligó a saltar del pelotón cuando Saxo cortó el grupo a falta de 30 kilómetros, en vez de quedarse escondido a esperar el final resguardándose en su palmarés.

Por eso, la jornada de hoy es doblemente significativa, ya que será recordada como el día que Valverde perdió sus chances en el Tour 2013  pero sobre todo porque Cavendish quedó a tiro de los más grandes de la historia en esta competencia ganando escapado tras dos semanas aciagas.