El ‘9’ ideal latinoamericano de la temporada 2016

Por @pmpalermo

Hace unos días revelamos el equipo ideal de la temporada, liderado por Froome y Sagan, y casi sin presencia latinoamericana. Pero eso no implicó un mal año de los nacidos de este lado del Atlántico, motivo por el que decidimos hacerles justicia con un artículo aparte.

La tónica es similar al mencionado ‘9’, con una formación tradicional en vez de un rejunte de estrellas como habitualmente se hace luego de las grandes vueltas. Con eso en vista, quedarán afuera pedalistas con enormes virtudes y sobrados lauros, como es el caso de Miguel Ángel López o Egan Bernal.

*Líder para la general: Nairo Quintana

Relegado en nuestras consideraciones frente a Chris Froome, hay que marcar que tuvo un año casi perfecto, con triunfos en Volta a Catalunya, Tour de Romandía y Route du Sud, prácticamente sin transpirar. Además, fue podio en San Luis y País Vasco.

Lamentablemente para él y su escuadra, el tunjano falló en su objetivo máximo, el Tour de France, alegando cansancio y enfermedad, y dejando una pálida imagen pese a su loable 3° lugar.

Recuperado tras semanas de reposo, cambió la historia en la Vuelta, donde no sólo se coronó campeón sino que lo hizo con demostraciones ofensivas propias de su versión original, esa que Movistar se encargó de apaciguar con el correr de los años.

A excepción del nacional colombiano (4°) y el GP Indurain (abandono), el escarabajo estuvo en el cajón allí donde tomó la partida, quedó 2° en el Ranking World Tour y cerró el curso con la satisfacción de haber reencontrado su instinto agresivo.

*Líder para sprints: Fernando Gaviria

No es un sprinter puro y tampoco un clasicómano, pero el de La Ceja posee un talento y versatilidad únicos que lo llevaron a disputar (y ganar) en dichos terrenos, como si de un veterano se tratara.

En apenas 44 días de competición (sufrió una lesión y corrió Mundial y JJOO de pista), el colombiano dejó su huella, alzando los brazos en San Luis, La Provence,Tirreno Adriático, Tour de Polonia, GP Van Petegem y Paris Tours, esta última, con una exhibición.

En formación debido a su edad, y miembro de una escuadra plagada de figuras, Gaviria rara vez fue líder y eso lo motivó a atacar temprano en las carreras, desgastándose en fugas infructuosas. Pero eso no le impidió participar luego de los sprints, donde rara vez no subió al podio.

El Campeón Mundial de Ómnium demostró que su techo no tiene límites por el momento, y cerca estuvo de sorprender a las estrellas en la Milán San Remo, donde una caída en pleno lanzamiento del sprint lo dejó con las manos vacías.

Con apenas 22 años, en el equipo ideal para él y con la invaluable ayuda de Maximiliano Richeze -con quien han conformado una dupla temible- el cafetero apunta a ser una estrella y, si las lesiones lo respetan, dará que hablar a lo largo y ancho del calendario, incluso en las grandes vueltas, que todavía no pudo conocer.

*Gregario de lujo en montaña 1: Sergio Henao

La temporada del “Checho” fue magnífica aún cuando, una vez más, su equipo debió apartarlo de la competición debido a los valores anómalos de su pasaporte, lógicos por su adicación en la altura.

El de Rionegro empezó con un 3° lugar en el Tour Down Under, fue 2° en el nacional colombiano, 6° en Paris Niza trabajando para un Geraint Thomas que no hubiera sido campeón sin él, 2° en País Vasco (podio en tres ediciones) y, de no haberse caído, medallista seguro en los Juegos Olímpicos de Brasil.

En medio, estuvo en un nivel superlativo al servicio de Chris Froome, en Dauphiné primero, y el Tour de France después. El antioqueño fue uno de los baluartes en la montaña, secando junto a Poels los pocos intentos rivales.

Con su contrato renovado (exclusiva de Ciclismo Internacional) se espera que mantenga esa misma línea que lo llevó a ser uno de los puntos altos de un auténtico “Dream Team” y, obviamente, a estar entre los latinoamericanos más destacados.

*Gregario de lujo en montaña 2: Darwin Atapuma

Lo del “Puma” fue maravilloso y una ratificación del talento que atesora en las piernas. Tras haber clasificado 17° en 2013 y 16° en 2015, el de Nariño dio un paso más en su progresión y acabó en el top 10 del Giro de Italia, aunque a diferencia de muchos otros, gozó de un protagonismo excepcional en las etapas de montaña.

A tal punto es así, que Darwin rozó la victoria en tres ocasiones -4° en Corvara, 3° en Sestola y 2° en Sant’Anna di Vinadio- y luchó por la camiseta azul de la montaña hasta el cierre, acabando 3° en ese apartado.

En un BMC sin jefes de fila, el colombiano descolló y su 9° lugar le valió un aluvión de ofertas que acabaron con la firma por el TJ Sport, aspirante al World Tour. Como si todo eso no hubiera sido suficiente, aprovechó su pico de forma y levantó los brazos luego de tres años y en el Tour de Suiza, cerrando un bloque que nunca olvidará.

Tras un merecido descanso, volvió con todo en el Tour de Utah (4°), para viajar enseguida a la Vuelta. Allí, con dos segundos puestos parciales, uno en la primera semana y el otro en la última, Darwin aprovechó la pasividad del pelotón y arribó a San Andrés de Teixido a 15″ del vencedor Calmejane, convirtiéndose en el nuevo líder de la Vuelta.

Nada pudo hacer ante un intratable Quintana en La Camperona, pero quién le quita lo bailado. Atapuma lució la camiseta roja durante cuatro jornadas y fue un pilar fundamental para que la escuadra ‘yankee’ se llevara la general por equipos, subiendo al prestigioso podio de Madrid.

*Gregario de lujo en montaña 3: Jarlinson Pantano

Flamante corredor de Trek, Jarlinson tuvo un 2016 increíble en el que coniguió la tan difiícil progresión luego de un 2015 muy bueno en el que descolló especialmente en el Tour de France. Y eso no es poca cosa, ya que sólo unos pocos no ceden ante la presión del máximo evento ciclista del planeta.

Pero nada de eso fue casual, y el cafetero avisó lo que vendría. Ganador de la novena y última etapa del Tour de Suiza, su primera diana como corredor internacional, no alzaba los brazos desde un 19 de junio, en la vuelta a Colombia 2011. Además, el colombiano fue cuarto clasificado en la general final debido a sus brillantes prestaciones en la montaña y en la contrarreloj, terrenos en los que estuvo codo a codo con algunos de los escaladores más talentosos del World Tour.

En momentos muy duros para el entorno del IAM Cycling, en ese entonces encaminado a desaparecer, el sudamericano dio la cara y, tras romper su sequía en Suiza, repitió en la ‘Grande Bouclé’, donde sufrió lo indecible cuesta arriba, para realizar un descenso memorable camino a Culoz.

El vallecaucano no se conformó, fue por más y siguió luchando la semana decisiva, arribando 2° en Finhaut-Emosson y Morzine, respectivos parciales donde igualmente subió al podio a recoger el honorable dorsal rojo de la Combatividad y, muy meritorio, completó la cita en el 19° puesto de la general.

*Gregario ‘todoterreno’: Andrey Amador

Si bien el resultado global individual de 2015 fue superior (4°), habría que remarcar dos cosas respecto al Giro 2016 del “tico”: el nivel general de participantes fue mayor y escribió historia vistiéndose de rosa, uno de los máximos logros para el deporte de su patria.

Fue de más a menos y, si no pudo aguantar en posiciones más elevadas, fue porque se enfermó a mitad de la carrera, debilitando su ubicación y las tácticas de Movistar. El hecho de que su escuadra lo haya enviado como co-capitán habla a las claras de su crecimiento interno en las consideraciones, algo que no le pesó y a lo que respondió con un top 10 desvalorizado por muchos.

No debe obviarse que Amador no es un escalador puro y que el Giro es una prueba plagada de desnivel, situación que agiganta lo realizado por el centroamericano. Al igual que en 2015, se subió al podio en la crono larga y, pese a ceder posiciones, aguantó en la decena de avanzada hasta Torino, es decir, durante 12 días.

El costarricense de Movistar Team fue uno de los grandes protagonistas en las dos primeras semanas. Demostró sus habilidades contra el cronómetro (3° en el prólogo) e intentó desbancar al líder en Sestola (6°) o Asolo (2°). Pero el guión estaba escrito y, finalmente, fue en Cividale del Friuli donde vistió a toda una nación de rosa. Tras darse dicho lujo, trabajó para su líder Valverde, a quien llevó al podio en Turín, algo que no le impidió culminar en una meritoria 8° plaza de la general, consiguiendo su segundo ‘top ten’ consecutivo en el Giro.

Algunos problemas de salud marcaron el resto del curso, pero su mes de mayo fue suficiente para colarse en el nueve ideal de esta redacción.

*Lanzador del sprint: Maximiliano Richeze

Con pasado como sprinter ganador, el argentino debió cambiar el chip en su regreso a la máxima categoría, convirtiéndose en lanzador de Sacha Modolo en Lampre-Mérida. Allí, pese a no contar con un tren numeroso, sacaron jugo a las piedras y sorprendieron reiteradamente a los grandes velocistas del pelotón.

Tanto así, que Etixx-Quick Step se lo llevó para sumar su capacidad y experiencia, y el de Bella Vista no defraudó. Líder del Tour de San Luis, se cansó de ayudar a ganar a Fernando Gaviria, con quien conformaron una dupla letal, que se entiende de maravillas y sin egoísmos.

Adicionalmente, fue vital para que Marcel Kittel no se fuera en blanco del Tour, ya que sin su intervención, el germano ni hubiera batallado contra Bryan Coquard el día de su agónica victoria en Limoges.

Tanto elevó su nivel el sudamericano, que incluso se dio el lujo de buscar sus opciones, asombrando a propios y extraños en el Tour de Suiza, donde se impuso en un parcial,  fue 2° en otros dos (uno de alta montaña), trabajó para Gaviria y se quedó con la clasificación por puntos.

Escolta de todo un Alexander Kristoff en la Eschborn-Frankfurt, dio la cara por la Selección de su país en el Mundial de Qatar, donde perdió el corte bueno por los pelos, clasificando 28° (3° en el embalaje del pelotón) en una jornada brutal.

El argentino se convirtió en uno de los mejores lanzadores del lote y lo demostró en una escuadra exigente como pocas con sus velocistas. Y si no, que le pregunten a Sacha Modolo…

*Gregario en el llano: Jhonatan Restrepo

En un ‘9’ donde quedó afuera Miguel Ángel López por exceso de escaladores, el también joven colombiano se hizo acreedor a un lugar por sus dores como rodador y desparpajo. Es que el nacido en Pácora debutaba en una gran vuelta, en su primera temporada como profesional en el Team Katusha, y poco se notó. Al segundo día, se coló en el sprint final y fue 8° en Baiona, en un magnífico inicio.

El “todoterreno” de 21 años también dio muestras de sus cualidades en la montaña y fue gran protagonista en La Camperona, donde atacó en las brutales rampas y encabezó la etapa en solitario durante un tiempo. Así, ahorró energías a tu compañero Lagutin, quien se terminó llevando la victoria. Mientras que nuestro representante (9°) subió al podio a recibir el premio de la Combatividad.

Sufrió lo indecible en otras jornadas, como el Aubisque, pero supo reponerse y volvió a dar la cara por la escuadra rusa en los sprints, concluyendo 10° en Peñíscola y 8° en Madrid. Más que aprobado.

Allí acabó su campaña, con 71 días de competición en las piernas y algunos destellos de su velocidad en el Tour de California, fugas esporádicas y mucho trabajo tirando del tren rojo de Katusha.

*”Comodín”: Esteban Chaves

A nadie escapa que Chaves no es gregario, pero era imposible dejarlo afuera y, por ello, optamos por ubicarlo en un rol libre, en el que puede ayudar al jefe de filas o buscar sus propias oportunidades.

Lo del bogotano fue impresionante, especialmente porque logró algo tan complejo como progresar luego de un 2015 muy bueno. Para ser más claros, pocos en todo el pelotón pueden subir al podio en las grandes vueltas y el colombiano lo hizo en las dos que corrió.

Su 2° puesto en el Giro fue heroico, porque Orica lo envió casi sin gregarios, y el “Chavito” llegó a vestir de rosa a dos días del cierre, perdiendo el preciado maillot a manos de un experimentado Vincenzo Nibali, que además contó con un bloque superior a todos los demás.

Adicionalmente, Chaves se llevó un parcial durísimo y un aprendizaje mayúsculo de cara al futuro. Pero lejos de acabar allí, su temporada siguió por un derrotero brillante, porque se ubicó en el top 10 de la Vuelta a España tan temprano como en la etapa 3 y ya no salió de dicho grupo.

Junto a un Orica soberbio en sus estrategias, el simpático atleta fue de los más ofensivos, atacando hasta el último día de montaña, donde sacó de la 3° plaza del podio a todo un Alberto Contador.

Por último, afrontó tres competencias más y ganó dos de ellas. Fue en el Giro dell´Emilia y, más relevante aún, en Il Lombardía, que hizo suyo con una sangre fría notable frente a rivales más experimentados y, en los papeles, más veloces al sprint.

Convertido en el primer no europeo en alzarse con un Monumento, Chaves cerró un 2016 que jamás olvidará y que, difícilmente, podrá superar en el futuro.

Pablo Martín Palermo

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