Enric Mas y su objetivo en el Tour de Francia: “Creo en un lugar en el podio”

Por Oscar Trujillo Marín

Enric Mas es la carta de Movistar para intentar brillar en el próximo Tour de Francia. Pero no solo la principal baza del equipo telefónico, lo es de España entera. La única esperanza para este año en un país de vueltómanos que irónicamente atraviesa una difícil época en cuanto a hombres fiables para disputar la ronda francesa y a este paso, por un tiempo, quizás las demás también.

Su aspiración es clara: “Ese es el objetivo, aunque todavía no tengo mucha experiencia”, dijo Enric. Tampoco tenían mucha experiencia Bernal ni Pogacar el año pasado, pero se entiende que el mallorquín se quiera quitar presión ya que en la edición 2019, iba con muchas expectativas tras haber sido segundo en la Vuelta a España 2018. Pero el Tour suele tener más bien pocas consideraciones con los sueños e ilusiones de todos si no se sustentan con piernas; su dureza es única: implacable.

Se presume a un equipo entero trabajando para él y ese objetivo. Luego a Valverde en su papel habitual, como un verso libre buscando etapas y tomando forma para el mundial en el que -de estar bien- aún tiene opciones. Aunque vista la regularidad y enorme nivel de base del murciano, capaz que termina siendo el mejor hombre de la general a poco que el joven vacile,  o le pueda la enorme responsabilidad.

El Tour de Francia es la máxima carrera del ciclismo mundial y la más difícil de ganar, no por chauvinismo francés ni por capricho de ASO su organizador, lo es porque históricamente hay unanimidad en los grandes ciclistas en afirmar que el nivel de oponentes (en cantidad y calidad) e intensidad de carrera a lo largo de las tres semanas no se encuentra en ninguna otra prueba. Su infernal ritmo trepidante, el enorme nivel de los gregarios que tiran, la velocidad de las jornadas llanas y el increíble estrés para conservar posiciones y mantener la concentración los 21 días es único.

“Logré hacer podio en la Vuelta, aunque me doy cuenta de que no se puede comparar con un Tour de Francia. Solo he participado en el Tour una vez, mientras que mis rivales tienen mucha más experiencia. Sin embargo, creo en un lugar en el podio”. Mas es consciente que mientras que en la Vuelta te la juegas con dos o tres cracks mundiales como mucho, al Tour este año van al menos 12 del mismo -o más- nivel que él y todos con más experiencia. Necesita su mejor versión (es decir la de la vuelta 2018) sin fisuras, para pelear el top 10. Si desea más botín requiere un estado de forma superior a cualquiera que haya mostrado jamás.

El inquietante bajón del ciclismo español

Al igual que la totalidad de aspirantes a un lugar destacado (y jefes de fila de los equipos que no sean los poderosos conjuntos INEOS y Jumbo-Visma que asisten con 3 favoritos cada uno y los mejores gregarios hombre por hombre) el jefe de filas de Movistar supedita sus opciones a aprovecharse de los trenes de sus máximos oponentes e intentar pescar en el río revuelto de su mediática y poderosa pugna.

“Podemos aprovechar la pelea entre estos equipos. No lo olviden: Team Ineos y Jumbo-Visma comienzan con tres líderes para el ranking”, resaltó Enric con un tono de suspicacia, intentando insinuar que esas tricefalias les pueden pasar factura, que pueden romper la armonía de esos conjuntos, quizás como en el pasado le sucedió a su actual escuadra, cosa que no es en absoluto desdeñable por muy idílico que lo vendan.

Enric asistirá como preparación y puesta a punto a finales de julio a la Vuelta a Burgos, después irá con la formación definitiva a correr el Criterium du Daupiné y hará una parada en los campeonatos nacionales para tomar la salida el 29 de agosto en Niza e intentar dar el asalto al podio.

Mas, sobre el papel, comparte el liderazgo con Alejandro Valverde en la Grande Boucle. La diferencia es que el murciano (que ya está por encima del bien y del mal y no tiene que demostrarle nada a nadie) a sus 40 años asiste tranquilo: lo respalda un palmarés de ensueño sostenido con triunfos de prestigio desde hace más de 15 años. Si alguien está obligado a hacer top 10 en Francia, no es él.

Mientras a Mas lo ficharon para suplir el considerable hueco que dejaron tres contrastados especialistas en grandes vueltas al final de la pasada temporada, para intentar superar los resultados de Carapaz, Landa y Quintana y para ser el vueltómano fiable y ganador que España tanto necesita y añora tras la cada vez más lejana partida de Contador. Todo un reto para sus hombros, como si ya el Tour no tuviera suficiente presión por sí solo.

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