Fabricio Ferrari: “Correr la Vuelta es una recompensa”

Por Martín Sarthou

A falta de la confirmación oficial por parte del Caja Rural, el uruguayo Fabricio Ferrari correrá la Vuelta a España y es noticia, sobre todo en su país, ya que se convertirá en el segundo “charrúa” en disputar una grande del calendario.

Se antoja casi imposible que Ferrari no sea de la partida, consolidado como parte fundamental del conjunto verde, fue gran figura del equipo en la reciente Vuelta a Burgos, donde se mostró particularmente activo en las fugas y logró ganar la Clasificación de las Metas Volantes.

Formado como ciclista en el exigente calendario Vasco, el nacido en Santa Lucía, (Canelones) hace 28 años, se marchó muy joven de su tierra en pos de cumplir el sueño de ser profesional y hoy se encuentra a días de disputar una de las tres carreras más importantes del mundo.

Hijo de Díver Ferrari, ex corredor en su país, Fabricio acumula 52 días de competición en sus piernas, casi todos concluidos y en gran nivel, comenzando por el tempranero inicio de temporada en San Luis hasta Burgos, pasando por Volta ao Algarve, País Vasco, Tour de Turquía, Tour de Noruega, Ruta del Sud y numerosas clásicas francesas.

Pese a ello, este rocoso rodador espera ansioso su próximo desafío, en el que trabajará para David Arroyo en busca de continuar con las prestaciones de hace una semana, cuando el Caja Rural arrasó con las clasificaciones secundarias en la prueba burgalesa.

Sin más preámbulos, Fabricio Ferrari…

Si todo sale bien estarás en la próxima Vuelta a España, ¿cuál es la sensación en lo previo? ¿Cuáles son los objetivos de equipo y personales? 

Sí, si todo sale bien allí estaremos, pero hasta que no esté en la línea de salida no estoy tranquilo. Es una gran oportunidad para mi poder estar en una de las tres grandes, la verdad que las sensaciones que me dan son de mucho respeto. Son 21 días y no sé como puede responder mi cuerpo a eso.

Mi objetivo en esta Vuelta es muy humilde, ya que no puedo pretender estar entre los primeros, así que me conformaría con trabajar para el equipo y quien sabe si en las escapadas… nunca se sabe si una de ellas llega a meta, así que mas que nada mi intención es dejarme ver.

El equipo cuenta con grandes corredores con mucha experiencia en grandes vueltas como es el caso de David Arroyo, por lo que aspiramos a hacer una buena clasificación general además de estar dando batalla toda las etapas. De cara al sprint también lo podemos haber muy bien con Francesco Lasca.

¿Eres consciente de que serás el segundo uruguayo en correr una grande en la historia? ¿Cómo te has insertado al ciclismo europeo y en particular en la formación vasca? 

Sí, soy consciente de ello y me alegra mucho, ya son muchos años lejos de mi familia formándome como corredor aquí y para mí esta oportunidad es una gran recompensa.

El que me abrió las puertas para que yo lograra tener un lugar en Europa fue mi amigo y ex-compañero de equipo, Agustín Margalef, quién estuvo compitiendo en Europa y estableció el contacto con uno de sus directores en España (el uruguayo Héctor Rondan) para que me consiguiera un equipo amateur y que yo pudiera abrir mi camino hacia el ciclismo profesional.

Una da las grandes canteras del ciclismo está en España y más precisamente en el País Vasco, que es donde resido actualmente. Aquí me formé como ciclista; estuve cuatro años en el campo amateur, donde ya veía pocas esperanzas de dar el salto a profesionales, y no era por no tener títulos, pero me faltaba una oportunidad para dar el salto. Por suerte llegó esa chance de la mano del Caja Rural al cual le estoy eternamente agradecido de incluirme en la plantilla de su equipo profesional, por lo que he podido codearme con los mejores ciclistas del mundo y vivir experiencias inolvidables.

Muchos ya conocen las características de otros sudamericanos como los colombianos, argentinos o chilenos. ¿Cuál es la característica de los ciclistas uruguayos? ¿En qué cosas destacan? 

Yo al ciclista uruguayo lo comparo un poco con los holandeses y los belgas que son ciclistas mas pesados y de fuerza. Ahí el ciclismo es para rodadores y sprinters por lo que se nos hace mucho mas difícil destacar cuando venimos a Europa. Sin embargo tampoco es un terreno al que uno no se pueda adaptar con el tiempo, el único secreto es que hay que tener constancia y ganas de mejorar olvidando todo lo que se pierde por el camino ya que durante este trayecto uno tiene que renunciar a muchas cosas.

También hay una realidad y es que se da lo mismo para los corredores españoles. Es cada vez más difícil llegar al campo profesional ya que aquí cada año hay menos equipos, y por ahora sólo quedan cinco equipos profesionales contando los equipos Pro Tour, Pro Continental y Continental.

¿Cuáles son las diferencias más grandes entre el ciclismo europeo y el sudamericano? No tanto en cuanto al profesionalismo o estructura de equipos sino a los aspectos exclusivamente ciclísticos.. 

Lo principal es que el terreno es lo que te marca la diferencia. Venís de correr carreras totalmente llanas en Uruguay a un terreno montañoso donde se deciden las carreras en los puertos, mientras que en nuestro país lo que lo decide es el aire, el viento. Eso hace que el ciclista tenga una morfología diferente. Aquí -salvo los sprinters- los demás están con muy bajo peso fruto de los altos desniveles que se acumulan en carrera. Con mucho peso se vuelve un horror culminar una prueba.

¿Cuáles son tus modelos a seguir? Tanto arriba de la bici como fuera de la competencia.. 

No idolatro a nadie, no tengo un modelo a seguir. Sólo intento aprender lo bueno de cada corredor y me dan igual sus resultados. No tiene porque ser un corredor destacado. He aprendido mucho de todos los compañeros que he tenido a lo largo de mi carrera deportiva y cuando hablo de compañeros no sólo hablo de ciclistas; con esto quiero englobar a todo el núcleo de gente que hace que cada día estemos en carrera: directores, masajistas, mecánicos, médicos, todos.

Entrevista:

 Martín Sarthou, para Ciclismo Internacional

Texto: Pablo Martín Palermo