Giro de Italia 2016: Conclusiones tras el ‘sterrato’ y la crono

Por @pmpalermo

El Giro de Italia afronta su segundo día de descanso tras un fin de semana cargado de emociones, en el que los pedalistas pasaron del buen clima y las “rutas blancas” del Alpe di Poti a una brutal contrarreloj bajo la lluvia.

Ambas jornadas sirvieron para conocer un poco más la forma de los gallos y también las opciones de los mismos de cara a las montañas, donde se decidirá verdaderamente la general de la ‘Corsa Rosa’. Sin embargo, los factores climáticos igualaron las acciones, dejando la tabla principal bastante apretada y con casi todo por definir.

*¿Qué hará Dumoulin?: luego de su sorprendente Vuelta a España 2015, pocos creyeron a Tom Dumoulin cuando afirmó que acudía al Giro sólo pensando en las cronos. Mucho menos, luego de la primera llegada en alto, donde el ‘tulipán’ atacó a sus rivales vestido de rosa y lució muy sólido.

Sin embargo, el sterrato primero y la crono larga después, exhibieron fisuras en la forma del líder de Giant, que así y todo, sigue en el top 10 de la general. La cuestión es que, aún habiendo tenido un par de días malos como él mismo aseveró, el recorrido restante se presenta adverso a Dumoulin, quien sin haberse preparado para la montaña, sufrirá irremediablemente las dos semanas venideras.

El holandés no mintió, se impuso en la primera crono y falló en la que tenía marcada, pero el Giro recién empieza y la disyuntiva para él pasa por definir el curso de sus acciones. Por supuesto, está 7° a 58″ de Brambilla, pero sin gregarios para los puertos y con una forma dudosa en terreno ascendente, el panorama se presenta gris.

Así se apreció en la trepada al Alpe di Poti, donde quedó rápidamente cortado ante el primer tirón de Valverde, a quien nadie ayudó. Igualmente, con alguna intervención de Nibali mediante, el murciano y compañía metieron 1:10 al de Giant en un puerto de 2° categoría, hecho que invita a pensar en un escenario negativo con todas las jornadas de alta montaña en el horizonte.

*El nuevo Urán, a buscar la hazaña en los puertos: pese a que no regaló una contrarreloj decente en un año y medio, no eran pocos los que esperaban una buena actuación de Rigo en Chianti. Quizás no estaban al tanto del trabajo del colombiano para progresar en los puertos, situación que lo mermó sensiblemente sobre la cabra.

La cuestión es que, pese a que desde su entorno intentaron justificar el fracaso (64° a 4:12) en la etapa 9 por la caída sufrida en el kilómetro 28, la realidad marca que el de Urrao ya cedía 1:58 en el 2° intermedio. En tanto que, por citar un ejemplo, Landa cruzaba el mismo a 1:05 y se encaminaba a salvar el día.

Pero el árbol no debe tapar el bosque, porque así como naufragó en la que fuera su especialidad, Rigo estuvo magnífico en las dos etapas con montaña. Arribó 8° en Roccaraso, picando algunos segundos a Valverde, Landa o Nibali y luego no tuvo problemas para formar parte del selecto grupo de favoritos en el sterrato.

Nunca es fácil la toma de contacto con la montaña y, si bien no fueron parciales sumamente complejos, el de Cannondale los superó sin contratiempos y exhibiendo gratas sensaciones. Eso lleva a pensar que el ex Etixx diseñó un Giro a la inversa de los de 2013 y 2014, cuando fue líder gracias a las cronos y luego se defendió.

Con un bloque de gregarios escaladores, Urán parece determinado a luchar por el rosa en el terreno que siempre le costó y que tanto predomina en el evento italiano. Por eso, aunque sale como el gran derrotado en la crono de Chianti, aún conserva algo de esperanza.

Por supuesto que, con rivales de la entidad de los aquí presentes, Rigo tiene complicado subir al podio desde su 15° plaza, a 2:56 de Brambilla. Pero hay luz al final del túnel, porque tendrá más libertad de movimientos y, si cuaja algún intento lejano, puede volver a meterse en la puja.

Quizás, junto al desdichado Zakarin y otros rezagados como Hesjedal, formen una suerte de alianza tácita y corran al ataque, algo que siempre se le reclamó al cafetero, un diesel que poco tiene que hacer en un mano a mano frente a escaladores puros y explosivos.

El Giro apenas comienza y el ciclismo es impredecible, por lo que nadie puede descartar un regreso de Urán o un mal día de sus contrincantes. Ojalá, por el bien del espectáculo, pueda volver a meterse en la pelea.

*Valverde enseña músculo y, ¿derrocha energías?: fiel a su estilo, el murciano comenzó muy fuerte en una de las grandes vueltas, curiosamente, su estreno en el Giro. Ya sea por causar buena impresión o sacar diferencias temprano, el español no se guardó como sus rivales, y movió ficha cuesta arriba.

Muy atento y buscando arañar segundos en varios parciales, fue en el sterrato donde brilló, destrozando al líder Dumoulin con su primera aceleración, e intentando un par de veces más frente a los conservadores gallos, que optaron por ascender el Alpe di Poti a rueda.

La crono confirmó la solidez del “Bala”, que salvó los papeles y viaja 6° en la general a menos de un minuto de Brambilla, presumible líder de paso, hasta que los puertos lo pongan en su lugar.

Ahora bien, no es ningún secreto que la competencia apenas empieza y la tercera semana suele dictar sentencia, motivo por el que la mayoría suele reservarse. No así el ‘telefónico’, hombre que sale a buscar etapas y bonificaciones desde el primer kilómetro y luego termina sufriendo más de la cuenta en los días conclusivos.

Con todas las grandes montañas por venir, el murciano podría haber quemado algunos cartuchos valiosos porque, hay que decirlo, su valentía no salió recompensada en exceso y se ubica a 2″ de Nibali y 3″ por encima de Dumoulin, o 23″ respecto a Landa. Márgenes ínfimos que no justifican el gasto realizado por los hombres de Movistar Team, quienes ya  no cuentan con Javi Moreno.

El tiempo dictará sentencia, pero si la última semana Valverde se hunde, lamentará haberse exprimido en puertos secundarios como lo hizo en el primer tramo del evento.

*Nibali acecha: cauto, poco activo y lejos de la imagen de patrón del Giro que todos esperaban, Nibali está en una ubicación de privilegio en la general casi sin cometer errores y corriendo tapado.

Los kazajos hegemonizaron el Giro pasado imponiendo un ritmo feroz desde el arranque, pero eso hizo daño a Fabio Aru. Nibali, parece haber tomado nota, por lo que salvo en momentos puntuales (el día que Landa flaqueó en un puerto de 3° y en la trepada a Roccaraso), tanto él como sus “soldados” dejaron hacer al resto.

El “Tiburón” enseñó buenas piernas en la tierra del Alpe di Poti, dejando atrás algunos rumores surgidos tras ceder tiempo por un error táctico en la sexta fracción, y luego se soltó una gran contrarreloj, controlando a sus anchas bajo la lluvia, para quedar 5° en la tabla principal.

Experimentado, conocedor del Giro al detalle y consciente de que falta un mundo por recorrer, el siciliano se mantiene al acecho y las cosas pintan bien para él, que sacará rédito de una escuadra potente y una buena condición física cuando sea oportuno. Hasta entonces, seguirá adelante pero sin realizar exhibiciones.

*El infortunado y más peligroso Zakarin: si fue campeón nacional contrarreloj alguna vez, el ruso lo disimuló muy bien en Chianti, haciendo todo lo posible por perder el Giro antes de llegar a la montaña.

Ironía al margen, su desgraciada crono -se cayó dos veces y en medio debió cambiar de bici- lo apartó del podio, relegándolo a la 11° colocación cuando estaba a punto de vestirse de rosa en reemplazo de Dumoulin.

Pero, así y todo, el de Katusha no está acabado y sigue siendo aspirante al podio, porque ha mostrado una forma excelente y, debido a los 2:09 de pérdida sufridos, gozará de un poco más de libertad, algo muy peligroso para los otros jefes de fila.

Lo lógico sería que Nibali, Valverde y compañía no regalen un centímetro al ruso, pero en momentos cruciales en los que lluevan los ataques, éstos deberán seguir ruedas más próximas en la clasificación y Zakarin tendrá su oportunidad.

Joven y atrevido como es, Ilnur no dudará en moverse a distancia, situación para la que podría aunar esfuerzos con otros capos rezagados como Urán o Hesjedal, todos obligados a recuperar terreno tras una semana inicial que terminó de la peor manera.

Señalado por muchos como el “cuco” de esta edición, Zakarin enfrenta el reto de volver a meterse en zona de podio y, tras lo visto en Romandía, Roccaraso y Alpe di Poti, cuenta con argumentos válidos para ser respetado como candidato.

*Landa, el gran ganador de la crono: si bien Roglič y Brambilla se repartieron los honores al final del día, seguramente fue Mikel Landa el más feliz en el hotel, ya que superó con creces la que, en la previa, era su jornada más compleja.

A nadie escapa que el Talón de Aquiles del vasco es la crono pero, entre los puertos, la lluvia y su trabajo en el invierno, logró limitar las pérdidas y concluyó 20° a 2:20 del vencedor de la etapa y, más importante todavía, a 7″ de Nibali y por encima de Kruijswijk o Valverde.

Quizás, sus esfuerzos para ser mejor en las cronos le pasen factura en la montaña, y alguna pista de eso se vio en los puertos de las etapas 4, 6 y 8, aunque esto es una conjetura y las flaquezas allí evidentes podrían deberse a un pico programado para la última semana.

Como sea, hasta que se sepa la verdadera forma de Landa, lo cierto es que el de Sky puede reposar tranquilo de haber superado un reto complejo en el que gente superior en la disciplina entregó más tiempo que él. En ese contexto, se entiende el agradecimiento público a su mánager. “13dic pasamos el día en el velódromo. Me hiciste un regalo que he disfrutado hoy. Gracias @davebrailsford @TeamSky”, tuiteó.

Mikel arrancará la segunda semana en el 8° escalón de la general a 1:18. Dicha diferencia se antoja reversible si los experimentos de Sky sobre su pupilo no mermaron su capacidad para la escalada y reencuentra las mismas piernas que le valieron el podio de la edición 2015 contra Contador.

Landa es el hombre más temido de este Giro y sus contrincantes deben estar inquietos por no haber distanciado al español cuando se mostró vulnerable. Veremos si el ex Astana tiene una sorpresa preparada para los tappones alpinos y, también, de qué modo le hacen daño los demás.

*¿Hasta dónde volará Amador?: ciertamente que, tras su 4° lugar del año pasado, lo que logre el “tico” ya no es sorpresa, y por eso su fantástico 10° lugar en la crono y bajo la lluvia fue bastante previsible, pero no por ello menos loable.

Tras avisar que llegaba con mejores sensaciones que hace una temporada, Amador trepó al podio de la general y es 3° con una veintena de segundos de renta sobre Nibali o Valverde, para quien trabaja en realidad.

La cuestión es que el costarricense luce muy sólido, tanto como su patrón, y eso invita a pensar en algunos cambios internos en la escuadra telefónica, que debería dar libertad al latinoamericano, sacrificando a todo el resto en beneficio del “Bala”.

Difícilmente, en un conjunto español con un líder de la misma nacionalidad y entidad como es Valverde, Amador sea respaldado, pero será bueno para los azules tenerlo bien posicionado en caso de percance.

Por otra parte, Andrey enfrentará de ahora en adelante terreno adverso, porque si la crono es un arma para él, quizás padezca en las fracciones de alta montaña cuando los escaladores explosivos empiecen a saltar a su alrededor.

La duda queda planteada y sólo Amador puede responderla, pero hasta que eso pase, bien pueden disfrutar él y sus compatriotas de una situación histórica para el deporte del pequeño país centroamericano.

*Chaves y Majka, firmes y en silencio: discretos en la crono pero dentro de los límites esperables, estos dos escaladores tuvieron un buen comienzo de competencia y se mostraron solventes en las montañas, sobre todo el colombiano.

El líder de Orica llegó a estar 6° en la general tras el Alpe di Poti, pero la cronometrada se le hizo larga, arribó a 3:48 y cayó hasta la 13° plaza, a 2:31 de Brambilla, diferencia importante pero no imposible si sostiene sus prestaciones.

El “Chavito”, que se confirmó como un vueltómano fiable en la Vuelta a España pasada, sigue dentro de límites reversibles, aunque su reto debería ser el top 5 y todo lo que supere eso llegaría de regalo.

Lamentablemente, los oponentes aquí en liza son de gran entidad y no es usual que pierdan una competencia en la que viajan con una renta tan cómoda. En todo caso, estará en Chaves y otros relegados lanzarse a distancia para encontrar una fisura en los punteros.

Distinto es el caso de Majka, a 1:45 en la tabla principal y mucho más conservador para desenvolverse. El polaco cederá o avanzará con cuentagotas y sin mostrar la cara, conformándose con una buena ubicación en la decena de privilegio y esperando por cualquier oportunidad que le permita subir en la clasificación. Al menos, ya dejó atrás su día más temido y de aquí en adelante llega su terreno predilecto.

Ninguno de los dos evidenció debilidad, tampoco descubrieron demasiado y eso genera un halo de misterio que ilusiona a sus seguidores, al menos, de cara a terminar entre los diez primeros.

Pablo Martín Palermo

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